La empresa conjunta GAC-FCA, fruto de la colaboración entre GAC Group y Stellantis Group (antes Fiat Chrysler Automobiles), ha sido declarada en bancarrota tras no lograr una reestructuración financiera. El 8 de julio, el administrador del consorcio presentó formalmente la solicitud ante el Tribunal Popular Intermedio de Changsha, en la provincia de Hunan, China, con el respaldo de sus acreedores.
Fundada en 2010 bajo el nombre de GAC Fiat, esta alianza fue concebida con una inversión conjunta de aproximadamente 17 mil millones de yuanes y una participación igualitaria entre ambos grupos. En sus primeros años, la producción se centró en modelos de la marca Fiat, como Viaggio y Freemont. La planta de Changsha inició operaciones en 2012, año en que el Fiat Viaggio logró ventas por más de 9,000 unidades.
El verdadero impulso llegó en 2015 con el cambio de estrategia hacia la marca Jeep. Ese mismo año, la empresa fue rebautizada como GAC Fiat Chrysler Automobiles y se lanzó el primer SUV producido localmente: Jeep Cherokee. Las cifras de ventas crecieron rápidamente, alcanzando 146,400 unidades en 2016 y escalando a 205,200 en 2017, consolidando a GAC-FCA como la empresa conjunta automotriz de más rápido crecimiento en China en ese periodo.
Sin embargo, a partir de 2018, la situación cambió drásticamente. Las ventas cayeron 38.9% en ese año, y la tendencia negativa continuó en 2019. Para 2020, las ventas descendieron a 73,900 unidades y en 2021 apenas alcanzaron 20,100, a pesar de inyecciones de capital por un total de 4 mil millones de yuanes por parte de ambos accionistas para intentar salvar el proyecto.
En enero de 2022, la tensión entre GAC y Stellantis se agravó cuando esta última anunció, de forma unilateral, su intención de aumentar su participación al 75%. GAC desmintió públicamente la información, calificándola de no autorizada. La disputa por el control accionario llevó a la disolución definitiva de la alianza. Para julio de 2022, ambas partes anunciaron la terminación negociada del proyecto conjunto.
Tras el cese de operaciones, Stellantis confirmó en octubre de 2022 que la empresa GAC-FCA iniciaba oficialmente su proceso de bancarrota. Desde entonces, la marca Jeep mantiene en China únicamente su negocio de importación, dejando atrás la producción local. Esta caída marca el final de una aventura comercial que prometía grandes resultados, pero que se desvaneció por desacuerdos estratégicos y un entorno cada vez más competitivo.
¿En que afecta esto a México?
Fuentes cercanas a la Stellantis en México, confirmaron que esta bancarrota no afecta la distribución de los Dodge Attitude y Journey en nuestro país, los cuales, precisamente, son derivados directos de algunos modelos de GAC y la razón es muy simple, ya que no se fabrican en la mencionada planta de Changsha.
Es así, que se nos confirmo que el acuerdo de Stellantis México con GAC en el suministro de estos modelos para nuestro mercado “es punto y aparte” y se mantienen sin cambios en la alineación de productos de la marca en México hasta que concluya su ciclo comercial natural.
