El gobierno de Estados Unidos infirmó este miércoles 5 de marzo que hará una prórroga en la entrada en vigor de los aranceles de 25% sobre los vehículos que se fabriquen en México y sean exportados a aquél país, atendiendo una petición que las tres Grandes Marcas de Detroit (Ford, GM y Stellantis) le hicieron al presidente Donald Trump.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, informó que el mandatario “les dijo (a las marcas automotrices) que deberían ponerse en marcha, comenzar a invertir, comenzar a moverse, trasladar la producción aquí a los Estados Unidos, donde no pagarán aranceles. Ese es el objetivo final".
Los vehículos que estarán exentos, por el momento, serán los que cumplan con las reglas de integración regional de componentes, como está escrito en el Tratado de Libre Comercio de México, Estados Unidos y Canadá (TMEC).
Según los expertos, la aplicación de aranceles de 25% sobre los vehículos exportados de México y Canadá a la Unión Americana, generará un incremento en el precio de los autos de unos 3,000 dólares y una caída de ventas de hasta 1,000,000 de unidades.
Sin embargo, el mercado de proveedores es el que corre mayor riesgo por la enorme interacción que hay entre los tres países en el proceso de fabricación de las autopartes, estimando que algunas cruzan hasta 7 veces las fronteras en su proceso de producción, antes de llegar a la línea de ensamble del fabricante automotriz.
Además, tanto Ford, como General Motors y Stellantis, tienen producción de vehículos clave de sus portafolios tanto en México como en Canadá. Por ejemplo, la nueva generación del Dodge Charger es realizada en Windsor, Canadá, y en sus versiones de combustión interna montará el motor Hurricane (de seis cilindros en línea) que se produce en Saltillo, México.
Así se pueden en listar cientos de modelos de las marcas estadunidenses, pero también de otras compañías japonesas, sudcoreanas y europeas.
Los fabricantes automotrices tendrán otras cuatro semanas para resolver el crucigrama que les dibujó el gobierno de Estados Unidos, tratando de hallar una solución que no los mande a la quiebra.
