
Durante el fin de semana, varios medios estadunidenses afirmaron que la administración del presidente Donald Trump está planeando dejar fuera de la imposición de aranceles a la industria automotriz, una de las áreas económicas más importantes de Norteamérica.
El pasado 4 de marzo, Estados Unidos confirmó la aplicación de 25% de aranceles a cualquier producto que se exportara de México y Canadá a la Unión Americana, sin embargo, un par de días más tarde, excluyó a la industria automotriz de estos impuestos, por petición de las tres Grandes de Detroit (Ford, GM y Stellantis).
Tras ese anunció, el presidente Trump afirmó que sí o sí, los aranceles serían aplicados a partir del próximo 2 de abril, algo que confirmó esta mañana en una reunión con reporteros en la Casa Blanca.
Sin embargo, medios como Reuters, Bloomberg News, el Wall Street Journal y el Detroit Free Press aseguraron que fuentes cercanas al gobierno estadunidense han revelado que se está pensando seriamente dejar a la industria automotriz fuera de la imposición de aranceles.
Desde hace varias semanas, los líderes de General Motors, Ford y Stellantis han afirmado que colocar esos impuestos extra a sus productos que se manufacturan en México y Canadá, podría condenarlos a graves problemas económicos, pues durante años han ido creando una compleja red de proveeduría y producción en los tres países, lo que significa que algunas piezas cruzan varias veces estas fronteras antes de tener un auto 100% terminado.
También, estos medios aseguraron que directivos de estas tres compañías han ido a ver al Presidente o han estado en comunicación telefónica con él, para recalcarle la importancia vital de no imponer tarifas extra.
Los reportes señalan que si bien es cierto que hay una consideración para ello, Donald Trump no ha tomado una decisión final sobre el tema, por lo que dentro de una semana podría regresar los aranceles y volver a poner de cabeza a la industria de América del Norte. Por el otro lado, es seguro que también está presionando para que estas marcas, y otras muchas que venden autos en Estados Unidos, importados de México y Canadá, empiecen a trabajar para llevar a la Unión Americana más producción e inversiones.