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Sobre ruedas: Porqué, aunque las odiamos tanto, a veces sí hacen sentido las cajas CVT

Hay aplicaciones en que una caja CVT es bastante lógica y otras en donde no

Sobre ruedas: Porqué, aunque las odiamos tanto, a veces sí hacen sentido las cajas CVT

Pocos temas en el mundo de los entusiastas de los autos genera opiniones tan homogéneas como las transmisiones CVT, no gustan y punto. Ya sea que seas fan de los japoneses, europeos o americanos, o bien, prefieras sedanes, SUV o deportivos, en esa materia parece que coincidimos todos.

Las cajas continuamente variables se han popularizado mucho por razones bastante fáciles de explicar; por principio de cuentas, sí mejoran el rendimiento de combustible, a costa claro de sacrificar capacidad de aceleración y refinamiento, y todavía más importante, son relativamente simples y ligeras, baratas pues.

Esto último es particularmente importante porque tratándose de un vehículo más costoso, es posible equipar transmisiones de doble clutch, como la PDK de Porsche o una excelente automática de 8 velocidades como la ZF que está presente en modelos de todos tipos: BMW, Jeep, Audi, Bentley Lamborghini y un larguísimo etc. Obteniendo la misma eficiencia, pero sin sacrificar emoción.

También hay que tener en mente que, entre más plana y amplia sea la curva de torque del motor, los inconvenientes de las CVT se notan menos. Es importante saber que no soportan mucho torque ni mucho peso, de ahí que aunque sean baratas, no se utilicen en vehículos muy grandes ni potentes. Y si no, pregúntenle como le fue a Nissan y su necedad de meter una CVT en la Pathfinder de la generación saliente.

Es así, que es muy normal y hasta benéfico, ver una CVT en vehículos de entrada como: Versa, Raize, Mirage y tantos más, en lugar de una caja automática con convertidor de par, que por razones de costo, espacio y peso, tendría que ser más veterana y por ende, menos eficiente. En ese segmento el control de costos y ahorro de combustible juegan un papel tan relevante, que una CVT es la mejor opción. Nadie se queja de que Versa, Duster, Yaris y otros hayan abandonado sus vetustas cajas de automáticas en favor de una continuamente variable.

Conforme escalamos de categoría y precio del auto, las CVT se perciben cada vez peor, hasta llegar a un punto en que resultan prácticamente inadmisibles.

En el segmento de los sedanes compactos todavía no hay problema, hay ejemplares como: Forte, Corolla o Sentra que aun con una caja CVT son productos muy recomendables. Incluso el Civic, que fácilmente podemos calificar como el mejor de su segmento, quitando de lado que es absurdamente caro, lo es, con todo y que emplea una caja CVT.

Cuando saltamos a la categoría de las SUV C, ahí ya empiezan los inconvenientes, existiendo modelos como RAV4 o Tucson con excelentes transmisiones automáticas tradicionales de 8 cambios, las CVT en Koleos o X-Trail ya son bastante menos aceptables, quizá la excepción sea la CR-V que gracias al excelente motor 1.5 Turbo, su manejo y respuesta siguen siendo muy buenos, pero con una caja de convertidor de par sería todavía mejor, eso es indudable.

Cuando una CVT puede ser un deal breaker

Por allá del año 2000, Audi lanzó al mercado el A4 con la transmisión Multitronic que era una CVT, también la incorporaron A5 y A6. No era compatible con sistemas de tracción integral quattro, ni tampoco con aplicaciones de motor transversal, por eso nunca se utilizó en el A3. Sobra decir que la aceptación del mercado no fue la mejor debido a diversos problemas de confiabilidad, pero también al hecho de que el manejo no era lo que se esperaba de un sedán premium. Eventualmente las S-Tronic de doble clutch reemplazaron a la multitronic.

En el segmento premium, una caja CVT termina siendo una desventaja y para muchos un deal breaker, incluso aunque sea una muy buena, como la del Acura Integra, que por su parentesco con el Civic no quedó de otra.

Por ejemplo, los híbridos de Toyota y Lexus emplean una sofisticada caja de engranes planetarios que gestiona la combinación de funciones de los motores de combustión y eléctrico, pero al final del día es una CVT. En el caso de la NX la versión base tiene transmisión automática de 8 velocidades, mientras que, las tope son híbridas y por lo tanto CVT.

Si bien la NX híbrida puede ser la versión a considerar por eficiencia de combustible, beneficios como exención de la tenencia (en donde aplique), entre otros. Hablando puramente del manejo, resulta que la versión base es mucho más refinada, silenciosa y disfrutable tras el volante que la híbrida y eso es culpa de la transmisión. Al presionar el acelerador a fondo en la NX híbrida, el ruido del trabajo mecánico que se filtra se torna molesto y completamente inadmisible en un auto premium.

En los segmentos de acceso se entiende y acepta la presencia de una caja CVT, tienen ventajas que las hacen la opción correcta, pero conforme subimos la categoría y precio del auto, se vuelve cada vez menos, hasta llegar un punto en donde ya no deberían estar.

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