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Es Automóvil: ¿Las cajas manuales tienen futuro con los autos eléctricos?

La respuesta es sí, pero no es precisamente lo que esperas.

Es Automóvil: ¿Las cajas manuales tienen futuro con los autos eléctricos?

La transmisión manual han acompañado al automóvil desde su invención misma. Durante años no solo han sido sinónimo de robustez mecánica, sino también de destreza y diversión al volante. Sin embargo, con la llegada de la era eléctrica, parece que este elemento tiene los días contados.

Pese al esfuerzo de perfeccionarlas en la mayor medida posible, la caja manual, perdió su primera batalla ante las transmisiones automáticas y de doble embrague, que, al ofrecer una sencillez de manejo sin merma de prestaciones, e incluso en algunos casos hasta un mayor performance, rápidamente dominaron la preferencia del público y con un gran margen.   

Ahora, con la llegada de la era electrificada, parece que el último golpe esta dado y la transmisión manual está destinada a desaparecer. Lo bueno, es que antes de que esto ocurra, han aparecido en escena autos como el Nissan Z, Subaru WRX, Acura Intrega o los Toyota GR Corolla, GR86 y Supra, que representan la última resistencia y esperanza de los amantes de la conducción “purista” a la antigua.

¿En realidad, este elemento está condenado al olvido? Todavía es incierto, pero, así como en su momento se presentaron transmisiones manuales de 7 velocidades en un último intento por revitalizarlas, en la era de los cero emisiones, también parece haber una pequeña luz de esperanza aunque no e lo que esperas.

Un buen ejemplo lo tenemos en el Mustang de siguiente generación, ya que todo indica que la próxima generación que debutará en 2023 estará completamente preparada para recibir tecnologías de electrificación, y desde ahora no solo se habla de versiones hibridas, sino también 100% libre de emisiones. Algo que un principio suena muy bien, pero para ello, tendría que sacrificarse la caja manual, un duro golpe a la tradición del que es el deportivo más vendido del mundo por séptimo año consecutivo.

Antes de que las lágrimas comiencen a rodar por tus mejillas de forma inconsolable, debes de saber que existe una última esperanza y es que no hace mucho, Ford registró una patente de desarrollo para una transmisión manual que no necesita pedal de embrague. Es así, que este novedoso sistema podría debutar con la nueva generación del pony car. El primer aviso lo dio con el Mustang Lithium Concept.

Ford no es el único fabricante interesado en llevar a la caja manual a una nueva era, ya que Toyota también desarrolló una transmisión muy similar, la cual sí, se adapta a vehículos completamente electrificados. E incluso BYD hizo lo propio, aunque de una forma más tímida, ya que creó un sistema específico para usarse en las escuelas de conducción en China.

Básicamente, el accionar de estas cajas manuales sería como el de un simulador de videojuego de centro comercial, donde al no existir un embrague, solo habría que manipular el pomo de la palanca a través de las casillas, aunque sin necesidad de pisar un tercer pedal.

Hoy en día, el Porsche Taycan es uno de los pocos eléctricos en todo el mundo que cuenta con una caja de cambios de dos relaciones (no de una como la inmensa mayoría), que, si bien no es lo mismo, ya sienta un antecedente directo para perfeccionar esta nueva tecnología.

Esto nos lleva a la pregunta del millón ¿realmente vale la pena una transmisión manual en un auto eléctrico? La respuesta más fría, sería un no, ya que añadiría kilos extras al ya de por sí pesado conjunto mecánico de un eléctrico. Así que más allá del gusto, son pocas las ventajas, aunque siempre existirán personas ávidas por la conducción clásica, aún cuando el auto sea una máquina del futuro.

Viéndolo de esta manera, no suena nada mal poder jugar con el torque, potencia y aceleración lineal innata de los autos cero emisiones, así, que, no queda más que agradecer a todos esos héroes sin capa que buscan la manera de mantener la pasión por los autos, aunque sean eléctricos…

*Esta columna expresa el punto de vista del redactor y no necesariamente el posicionamiento de Autocosmos.

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