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Prueba de Manejo

Suzuki Fronx, a prueba: ¿Es suficiente su eficiencia, equipo y espacio para convencernos?

La conocimos en carretera durante su lanzamiento, pero ahora fue turno de vivir con ella una semana en la ciudad. Así nos fue.

Suzuki Fronx, a prueba: ¿Es suficiente su eficiencia, equipo y espacio para convencernos?

En México hay un segmento en peculiar en el que todas las marcas de volumen quieren pegar y pegar con fuerza. No es secreto que las B-SUV son los vehículos del momento y es tal su importancia que hay marcas que tienen más de un representante en ese grupo. Suzuki es una de ellas y su ofensiva la lidera una camioneta a la que realmente le puedes decir que “se ve diferente”. Se trata de la Suzuki Fronx.

Primero que nada aclaremos un par de cosas y es que en este caso el Fronx es un desarrollo de Maruti Suzuki, la asociación que tiene la marca en India desde donde producen esta peculiar camioneta y que cómo tal, tiene la misión de conquistar mercados emergentes.

Mide 3.9 metros de largo y quiere hacerle el día difícil a camionetas pequeñas como un Chirey Tiggo 2 Pro, SEAT Arona, VW Taigun o Toyota Raize. Sus cartas fuertes son la eficiencia, un peso bajo, un gran aprovechamiento del espacio en cabina, equipo decente y seguridad esencial por 439,900 pesos.

Una propuesta de diseño diferente

De primera instancia suena súper, pero mejor vamos a fondo saber si lo que en teoría convence, se plasma en la realidad. El primer punto con el que busca convencernos es el apartado visual. Y es que si bien cuando la ves en persona se notan medidas contenidas y más cercanas a un hatchback subcompacto, lleva un tratamiento visual suficientemente apegado a la estética de una camioneta que te logra convencer.

Fíjate nada más cómo hay plásticos en color plata en el labio frontal, costados, rieles en el techo y en la defensa trasera para dar esa apariencia como si tuviera protectores de bajos metálicos cual off-roader puro, aunque en este caso son plásticos decorativos. A ello se suma un contorno en plástico negro brillante y pasos de ruedas abultados y cuadrados que hacen mucho por darle esa postura robusta que a muchos les gusta en una camioneta.

Si a ello sumamos faros LED divididos en dos secciones, calaveras LED unidas al centro por una tira de luz, rines de 16” y la facilidad de tener carrocería en doble tono, más muchas líneas de carácter por toda la carrocería, realmente me hacen creer que este es el Suzuki con más atención al detalle en cuanto a diseño. Es el más arriesgado y el que más capta mi atención,claro después de un buen Swift Sport.

Cómo te digo, la propuesta me gusta, pero hay un punto peculiar que yo cambiaría. Y es que al igual que todas las demás camionetas que usan esta tendencia de los faros separados en dos secciones, temo por la posición de las unidades principales. Están muy abajo y afuera, por lo que aunque vengan bien enclaustradas, sabemos que un daño por alguna piedra en carretera o hasta un choque leve, pueden dañar las unidades y créeme que esas refacciones son caras.

Un interior más maduro y con mejor percepción de calidad

No sé si lo notaste en el exterior, pero el Fronx comparte muchísimo con el nuevo Suzuki Baleno y eso mismo es más que claro en el interior —prácticamente todo—. Cosa que aclaro, no es mala, ya que la nueva generación de interiores de Suzuki por fin se aleja de diseños muy sencillos y de interfaces con poco refinamiento.

De primera instancia hay que aclarar que todo lo que veas y casi todo lo que toques va a estar hecho de materiales duros, afortunadamente, Suzuki lo vistió con contrastes en plata y marrón que realmente le dan sabor al interior. No se siente barato ni de mal gusto. También debo aplaudir que los últimos Suzuki que he manejado ya no los sentí tan “sonajudoz” cómo antes.

En términos de equipo lo primero que me llama la atención es la nueva pantalla de compatible con Apple CarPlay y Android Auto de forma inalámbrica ahora más rápida, con mejor definición, más menús de información y una interfaz que se nota más madura y no tan básica como la anterior.

Aquí me detengo para recordarles que Suzuki solo tiene una sola versión de este Fronx en México, se trata del nivel Boostergreen y por ello todo lo que veas aquí es lo que te llevarías a casa.

Bueno, continuando veremos cosas como el a/c automático de una zona , cargador inalámbrico para celular, freno de mano tradicional, asientos tapizaos en tela de doble tono, volante multifuncional, cuadro de instrumentos análogo con la clásica pantalla a color de Suzuki y hasta un head up display con diferentes vistas.

A nivel equipo de confort y conectividad realmente no creo que le haga falta algo esencial. Tal vez lo único que me quedó a deber es un descansabrazos central con más espacio pues el que lleva realmente está limitado en espacio y que no hay seguros de activación automática con la velocidad.

En seguridad Suzuki nos dio lo esencial: 6 bolsas de aire, frenos ABS, control electrónico de estabilidad y cámara de reversa. Aunque a ello se suma un sistema de visión 360 que se agradece mucho para estacionarnos en lugares complicados.

Sabemos y podemos ver que Fronx es una camioneta pequeña, pero algo que me sorprendió es como Suzuki aprovechó la estructura Heartec para darle un interior sorpresivamente amplio, para ser una camioneta de 3.9 metros de largo. Con mis 1.75 de altura, entro perfecto y cómodo en el área trasera. Eso sí, donde hay sacrificio es en el área de cajuela pues con solo 304 litros de capacidad, no es la cajuela más amplia del segmento, pues la mayoría de sus rivales andan por encima de los 350 litros.

 

Lo probé en carretera, pero me hacía falta manejarlo en ciudad y así me fue:

Manejar al Fronx no es una experiencia nueva para mi, pues hace unos meses cuando la marca lo presentó, tuve oportunidad de manejarlo por más de 200 km de carretera en Baja California Norte.

Te adelanto que para carretera es una camioneta que se siente ligera, cuya plataforma esta bien resuelta para que dentro de su tamaño y segmento se sienta suave y con mucha confianza, aún cuando los movimientos laterales tiendan a ser un poquito pronunciados. Sin embargo, la dirección sí tiene un enfoque totalmente urbano, como el resto de la camioneta. Hay bastante juego al centro y no es la de mayor y mejor reacción.

Vaya en ese sentido no se siente tan natural. Al nivel del mar aún con un motor pequeño se movió sin problema, pues su peso a penas raya en la tonelada. Por cierto, su motor es un atmosférico de 1.5 litros y cuatro cilindros que se apoya de un sistema microhíbrido de 12 V.

La potencia total es de 102 hp y 101 lb-pie de par, aunque el pequeño motor eléctrico y su batería tienen capacidad de entregar un apoyo momentáneo de 41 lb-pie de par en maniobras específicas, cómo al arrancar desde cero o hacer rebases, con el fin de quitar carga al motor a combustión en los momentos donde más consume para intentar ser más eficiente.

Vaya no es un híbrido tradicional donde Fronx se vaya a mover por momentos solo con energía eléctrica, pero al menos tiene poder suficiente para mantener por más tiempo el sistema Start and stop activo o alimentar otros elementos eléctricos del auto. Todo el poder llega al piso gracias a una caja automática de 6 marchas y sistema de tracción delantera.

Ya en ciudad y especialmente aquí en CDMX a más de 2,200 msnm sí se nota que ese motor pequeño lucha más por obtener poder. ¡A ver! Suzuki desde un inicio nunca persiguió una camioneta de reacciones bruscas y deportivas, pero sí que sientes que hay que darle más tiempo al motor para actuar.

De igual forma, si bien la caja hace cambios a buen ritmo, a veces se siente dudosa sobre si mantener la marcha en la que estamos o bajar una para darnos un movimiento más contundente y en esos momentos cuando aceleras con suavidad estando en situaciones de tráfico pesado se siente un ligero jaloneo en lo que decide que marcha usar.

Eso sí, aunque con dirección nada rápida, el navegar los obstáculos de la ciudad es completamente fácil con sus cualidades de suavidad, puesta a punto de suspensión y visibilidad. Definitivamente una gran camioneta urbana.

A mejorar creo que solo diría que me gustaría ver frenos de disco en las cuatro ruedas, ya que aunque sea ligera y vista desde ingeniería no sean totalmente necesarios, no hay como tener la mayor certeza y seguridad en todo momento.

Ya para acabar, consumos, en carretera en aquella ocasión a paso fuerte obtuvimos 11.4 km/l. A paso más ligero llegamos a 16 km/l. Aquí en ciudad los mejores consumos han estado en los 14.7 km/l y los peores en 12.1 km/l. Nada mal.

 

Ya me está convenciendo, pero ¿cómo se coloca frente a los demás B-SUV?

A grandes rasgos el Suzuki Fronx se coloca como una de las ofertas más completas de su grupo en tamaño y precio. Por cierto, el Fronx tiene un valor de $439,990, pues para adquirir un modelo con asistencias avanzadas de este segmento, generalmente hay que gastar de 20,000 pesos para arriba para llevarnos algo así.

Sin embargo, por el rango de precio de Fronx sí hay algunos modelos que ofrecen una mejor experiencia de manejo en distintos apartados, también más capacidad en cajuela e interiores. Aunqne como siempre en este negocio, todo es cuestión de perspectiva y de lo que busquemos para nuestras necesidades. También para terminar de conquistar el segmento de entrada creo que sería muy bueno tener opciones con el mismo nivel de seguridad, pero tal vez con equipo exterior y de confort algo más limitado, para ofrecer mejores precios. Aunque presiento que la marca no lo hace porque ya canibalizaría ventas al propio Baleno y al rey de la casa, el Swift.

Por cierto, dependiendo la localidad, a pesar de ser microhíbrido este Fronx puede llegar a obtener placas verdes por lo que hay más incentivos para hacerte de uno de ellos.

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