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Prueba de Manejo

Toyota Prius 2024, a prueba: por esto se ha llevado tantos galardones en todo el mundo

Tuvimos de nuevo al Toyota Prius y aprovechamos para manejarlo por muchos kilómetros para contarte qué es lo mejor y lo que podría mejorar.

Toyota Prius 2024, a prueba: por esto se ha llevado tantos galardones en todo el mundo

Más de 15 premios al auto del año están respaldando al Toyota Prius de nueva generación, desde agencias de seguridad, organismos que se centran en calidad, satisfacción del consumidor y decenas de medios internacionales. Todo esto porque realmente esta nueva generación, como lo dice la marca “es el renacer del híbrido”.

El renacer del híbrido

Cinco generaciones y más de 20 años son todo lo que Toyota lleva desarrollando a este modelo que nació como un experimento de eficiencia y que hoy ya es todo un estandarte para la marca. Con cada generación se hacía más tecnológico y eficiente convenciendo a los más pragmáticos, pero a los que se dejaban guiar un poco más por lo emocional, no les decía nada.

La forma seguía as la función y ya, pero con esta quinta generación y la filosofía más reciente de la marca por regresar la emoción a su alineación, por fin sucedió lo que muchos esperaban. El Prius se reinventó con formas generales que le permiten aún mantener su eficiencia aerodinámica, pero también con elementos bien ejecutados. Entre sus faros delgados en forma de C, un costado bien esculpido y fluido, hacen que realmente lo voltees a ver por las razones correctas.

Ok, el elefante en el Prius. Sí, cómo el 99% de México ha dicho, un diseño tan bien logrado termina siendo desequilibrado por los rines de acero y sus tapones que ni el emblema de Toyota llevan cómo los de la generación pasada. Créeme cambiarlos le da un levantón de imagen, lo digo por experiencia, pues el coche de la familia es justo un Prius de esta generación y preferimos pagar extra en la agencia por ponerle unos rines de aluminio, que dejarlo así.

Y sí, el diseño es igual a los de un Jetta, nos gustó cómo se integraban y mantienen un diseños relativamente cerrado que no interfiere tanto con la eficiencia. Ojala, conforme pase el tiempo y los años modelo la marca de opción de traerlo ya de serie con rines originales de mejor diseño.

El nuevo Prius sigue siendo un compacto de 4.6 metros de largo, bueno 4,599 mm para sert exactos. En México hay dos versiones, la Base y Premium, ambos se ven exactamente igual, salvo por que el Premium lleva este techo panorámico. Tal cual como el que ves en las fotos que acompañan a este texto.

Interior más futurista y con los botones donde deben estar

Por dentro el Prius también muestra una progresión en diseño con más relieves y sin dejar de lado ciertos detalles raros que vimos desde hace tiempo. Por un lado frente a nosotros tenemos un cuadro de instrumentos muy elevado y en HD, con la información de toda la vida para un Prius: detalles de consumo, flujo de energía, asistencias, etc.

Su posición y la del volante, que por cierto es más pequeño que el promedio, me recuerda mucho a lo que veríamos en el i-Cockpit de Peugeot. Con una posición en la que los brazos van algo más relajados. Al menos para mi con mis 1.75 metros, no tengo problema en encontrar una posición cómoda y segura que me permita ver bien el cuadro. Eso sí, he escudado de personas chaparritas o muy altas que batallan un poco por encontrar un buen balance de comodidad y visibilidad a esa pantalla.

Siguiendo al centro, tenemos una pantalla HD de12.3” que, de hecho, es la misma que llevan los autos de Lexus. Es compatible con Apple Carplay y Android Auto de forma inalámbrica y se complementa con un sistema de audio de 6 bocinas, decente. No es el JLB que llevan las versiones más completas de un mercado más desarrollado, pero cumple.

También lleva cosas como un cargador inalámbrico para celular, puertos USB C, A/C automático de una zona, asientos en piel sintética, con ajuste eléctrico para conductor y calefacción en los dos lugares delanteros Finalmente tiene un truco algo peculiar y es que aunque se vea muy bien, la forma que tiene la carrocería, hace que la visibilidad hacia atrás esté limitada y para contrarrestar eso, esta variante tope añade un espejo digital.
Movemos esta palanca y de inmediato el espejo electrocrómico se transforma en una pantalla.

En general el interior se percibe bien, como buen toyota se prioriza el equipo y durabilidad antes que los lujos y aunque hay buenas selecciones de materiales, tampoco es que luzca o se sienta como el más refinado del segmento, un punto medio.

 

En seguridad, Toyota hizo buen trabajo. Arrancamos con 7 bolsas de aire, frenos ABS, ESC y asistente de ascenso en pendientes. Pero además de ello, tiene la suite completa de Toyota Safety Sense que incluye: freno autónomo de emergencia, mantenimiento de carril, control de velocidad crucero adaptativo, monitor de punto ciego y alerta de tráfico cruzado con freno autónomo en reversa.


La versión Base solo pierde el monitor de punto ciego y la alerta de tráfico cruzado, los demás incluido. En términos de espacio, el Prius esta bien nada más. Para piernas y pies la banca trasera está bien, espacio decente para alguien de 1.75 metros y algo de sobra para la cabeza. Pudo haber sido mejor, pero estas formas y su caída de techo hacen que se reduzca bastante el espacio para cabeza.


La cajuela realmente, fue uno de los mayores sacrificios de esta generación y es que si bien marca más de 400 litros de capacidad contando de suelo a luneta, la realidad es que la caida de la cajuela limita mucho el espacio para objetos altos, mientras que debajo entre la llanta de refacción y parte de la batería sacrifican algo de espacio. Nosotros llevamos unos 4 meses con nuestro Prius y el tema de espacio de cajuela es con lo que más hemos batallado.

Un motor ya conocido y más que suficiente para toda ocasión

Si bien este Prius estrena la segunda generación de plataforma TNGA, lleva un motor que ya conocemos sobre la plataforma TNGA 1. Es el mismo motor del Corolla Hybrid, pero con ajustes a puesta a punto y actualización en el sistema eléctrico para amplificar la eficiencia.

La base es un motor atmosférico de 4 cilindros de 1.8 litros que por su cuenta produce 97 hp y 105 lb-pie de par. Eso se complementa con su sistema hibrido compuesto por una batería 3.6 a/h a 207.2 V que en kWh serían unos .7 kWh. Suena a poco y lo es, pero lo que me sorprende es la eficiencia en gestión de despliegue y recuperación de energía que hubo con el cambio de puesta a punto a este sistema.

Porque con esas cifras, el auto puede lograr entre 21 a 25 km/l. En su momento un día tranquilo y sin trafico llegué a marcar más de 27 km/l. Nuestro Prius generalmente ronda los 20.7 a 21.8 km/l. Continuando con cifras el motor eléctrico produce otros 94 hp y 185 lb-pie de par y podríamos pensar que su poder total es la suma de estos elementos, pero no es así, realmente su limite es de 138 hp. Esto principalmente porque el sistema busca siempre primero la eficiencia, por lo que despliega lo necesario para mejorar consumos y no todo de golpe para dar desempeño, además con una batería pequeña, un despliegue tan grande la drenaría rápidamente. Y esto sucede con el Prius o cualquier otro hibrido tradicional que se te venga a la mente.


El manejo es bueno, pisada suave, ligera firmeza en compresión y muy leve el balanceo de carrocería. Sale a carretera sin problema, pero con un motor a combustión más pequeño, arriba de 110 km/h, tiende a ser algo ruidoso pues el motor va algo más cargado de trabajo al querer entregar poder y a la vez mantener un buen nivel de carga de batería. Eso más su caja CVT de engranajes planetarios, tienden a elevar los decibeles en cabina. Normal, en todos los híbridos con CVT, sea de Toyota o Honda. Salvo aquellos con cajas DCT, que funcionan diferente.


Los frenos y la transición entre frenado regenerativo y la entrada de los frenos de disco es muy suave, casi no se percibe, algo que en la Corolla Cross Hybrid que manejé la semana pasada no se sentía tan bien logrado.

Peso por peso es una de las compras más eficientes y racionales del segmento

Cuando ves los consumos, el equipo, la conectividad, el desarrollo y la experiencia detrás del sistema híbrido; hace que el Prius se vuelva sumamente convincente. Especialmente cuando te enteras que esta variante tope de gama, cuesta $553,000, mientras que la base anda en 478,900. Son precios que se colocan más abajo que los de un Honda Civic y ligeramente por encima de los de un Jetta, Sentra o Mazda3.


Si le sumas que en ciertos estados te evitas pago de tenencia, no verificas en 8 años, reduces drásticamente tu paso a la gasolinera y circulas siempre aún cuando hay contingencia. Entonces queda claro que cada centavo vale la pena. Aunque ten en cuenta que del lado a mejorar está en el espacio interior, de cajuela y el tema de los rines. Ok que no tenga rines de aluminio de serie  es molesto, sí, pero no creo que
sea suficiente descartar todos los demás beneficios que puede ofrecer.

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