Hay que ser muy sinceros, la gama de productos de Dodge ya acusa un paso del tiempo evidente. Es cierto, su gama de musculosos compuesta por el Charger, Challenger y Durango, tienen mucha onda y seguidores, pese a los años, pero también entre sus filas encontramos a las familiares Grand Caravan y Journey, este última producida en la planta de Toluca, Estado de México.
Pues bien, se confirma que tanto Journey como Grand Caravan dejarán fabricarse en este año, algo lógico considerando que pese a su buena relación valor-precio, ya lucían desfasadas frente a una férrea competencia.
La Journey es un modelo que se presentó en el Salón del Automóvil de Frankfurt de 2007 y consiguió una gran popularidad en nuestro mercado, incluso llegó a colarse entre los primeros lugares de venta en su segmento.
Esto se debe a que ofrecía una gran versatilidad interior, posibilidad para trasladar a siete pasajeros, opciones de cuatro y seis cilindros, así como una estética agresiva y un precio competitivo. Aunque en términos de equipamiento y acabados, ya se había quedado atrás.
Basada en el Avenger en Estados Unidos logró unas cifras que, aunque no fueron destacadas le permitieron mantenerse en producción todos estos años. Incluso se remarcó como FIAT Freemont para su exportación a Europa. Su sustituto indirecto pronto será presentado bajo Jeep.
Respecto a la Grand Caravan, es un trago semiamargo, ya que, aunque realmente veterana, también se estreno en 2007, se trataba del vehículo más vendido de Dodge, algo que resulta poco menos que irónico, ya que este modelo no evolucionó a la par de la Chrysler Pacífica.
Tan sólo, el año pasado, la compañía vendió 122,648 Grand Caravans en Estados Unidos, lo que lo puso muy por delante Charger (96,935), Challenger (60,997) y Durango (67,599). Aunque no cuenta con una nueva generación, esta minivan será suplantada con la Chrysler Voyager.