En los comentarios de nuestras notas y videos hay una crítica que se suele dar en cada lanzamiento o prueba de un Renault en México: ese no es un Renault, es un Dacia. En parte cierto, en parte no –ya veremos más adelante- lo que podemos decir es que el relanzamiento de la marca rumana por parte del rombo cambió la fisonomía de la marca en muchos mercados del mundo, inclusive el nuestro.
Desde Rumania con bajo costo
La marca Dacia existe desde 1966, pero desde 1998 es propiedad de Renault; sin embargo, 2005 fue el año de su relanzamiento con la presentación del Logan. La idea era crear un producto lo más práctico y cómodo con el menor costo posible.
La idea era crear un producto lo más práctico y cómodo con el menor costo posible
Utilizando recursos como que las ventanas delanteras y las traseras fueran iguales, un estampado de superficies bastante básico, más similar al de los 90s e incluso la clásica cerradura de metal en las puertas, se logró un sedán accesible. Inicialmente pensado para Europa Oriental, Dacia empezó a tener comparadores en el lado occidental del Viejo Continente donde los autos suelen ser más caros ya que ofrecen mayor calidad y refinamiento.
Su expansión a otros mercados no se hizo esperar y al poco tiempo, adoptó el logotipo del rombo para venderse en América Latina. A México, este auto llegó como Nissan Aprio. Al poco tiempo, y siguiento las bases sentadas por el Logan, se presentaron los Sandero, Stepway, Duster y la Kangoo, que también es un Dacia.
Por qué si, por qué no
Volviendo a la crítica del inicio, mi respuesta suele ser que Renault tiene una gama de plataformas y productos a los cuales aplica distintas marcas según el mercado. Así como VW hace modelos específicos para mercados como India, los productos Dacia son para países en vías de desarrollo, y el nuestro -queramos o no- pertenece a ese grupo.
Si ya me odiás, te aclaro que no soy fanático de esta gama Renault - Dacia.
Vamos por partes, en el lado positivo está que son productos sólidos, amplios y prácticos con un precio muy competitivo dentro de sus segmentos. En el lado negativo está que -salvo el Sandero RS- no son muy interesantes de manejar, les falta de refinamiento de marcha, la insonorización debería ser mejor y pese a las mejoras, el tema seguridad sigue dejando espacio para la mejora.
¿Cuántos de los que piden el nuevo Clio estarían dispuestos a pagar lo que costaría en México?
Hay algo que tengo claro, no todos valoramos lo mismo en un auto y estoy seguro que muchos usuarios son muy felices con sus autos, más allá de mi opinión. Tampoco le pido a un hatchback chico y de precio competitivo que se comporte como un Premium.
Finalmente, está claro que también prefería tener el nuevo Renault Clio en lugar del Sandero, pero ¿Cuánto valdría? ¿Cuántos de los que piden el nuevo Clio podrían pagarlo o estarían dispuestos a pagar lo que costaría en México?