El Chevy es un automóvil al que todavía muchos mexicanos le guardan un enorme cariño. Basado en la segunda generación del Opel Corsa, su éxito en nuestro mercado fue tal que nada más y nada menos se le considera como el auto que llegó a reemplazar al Volkswagen Sedán.
El buen recibimiento del Chevy tres puertas propició el arribo de más carrocerías, como el sedán que, aunque tomaba como punto de partida al Corsa europeo, fue desarrollada en Brasil. Cuando este auto llegó y se comenzó a fabricar en México se conoció como Chevy Monza y pronto se convirtió en uno de los formatos base de este auto hasta que fue retirado de nuestro mercado en 2012
Es cierto, en el camino este auto sufrió dos importantes rediseños, el primero en 2004 y el segundo en 2009. Pero, ¿cómo es que el Chevy Monza/Sedán se convirtió en el Aveo NG?; bueno, en realidad, para llegar a este punto necesitamos contar varias historias evolutivas en paralelo.
¿Recuerdas que la adaptación de las especies es la raíz de la teoría evolutiva de Darwin? Pues prepárate porque haremos un ejercicio similar, pero con autos.
COMO LOS PINZONES DE DARWIN
Bueno, el Chevy Monza, no sólo fue un rotundo éxito comercial en México sino también en otros países. Por ejemplo, en Latinoamérica desde el inicio se conoció como Corsa Sedán, mientras que en China recibió una identidad un poco más aburguesada al pasar a llamarse Buick Sail cuya producción corre a cuenta de SAIC.
Aunque goza de un gran recibimiento como el auto de acceso de la firma de los tres escudos, General Motors decide reforzar su presencia en el gigante asiático con la introducción de Chevrolet y con ello tiene que reorganizar su catálogo, por lo que se decide que algunos modelos tienen que mudarse a la marca del corbatín y uno de ellos fue el Sail.
Es así, que aprovechando el rediseño al que fue sometido en 2005, se presenta el nuevo Chevrolet Sail que se mantiene vigente hasta 2009. Curiosamente, este rediseño se extendió al modelo Latinoamericano, donde adoptaría el nombre de Chevrolet Classic y cuya comercialización en países como Brasil se extendió hasta 2016.
De regreso a China, General Motors ya era consiente de que su pequeño sedán era un automóvil que se adaptaba a los gustos y necesidades de diferentes países de economías emergentes, así que aprovechando lo aprendido se da a la tarea de crear el Chevrolet Sail de segunda generación, y así, este auto comienza a tomar un camino completamente diferente al del Opel Corsa.
Otra gran novedad, es que además del formato sedán se suma una carrocería hatchback. Además de China, también se ensambla en India, Colombia y Ecuador. En Chile y Filipinas, también logra cosechar unas ventas más que saludables.
Dependiendo del mercado podía ser impulsado por motores de cuatro cilindros de 1.2 L, 1.4 L o 1.3 L, este último diésel. A ello, habría que sumarle el Springo EV, que, aunque cambiaba de nombre no era otra cosa que la versión eléctrica con 150 km de autonomía y una velocidad máxima de 130 kilómetros por hora.
El motivo por el que no lo conocimos en México es porque aquí desde 2008 ya teníamos al Chevrolet Aveo, un auto de características similares, pero que, al ser fabricado en nuestro país, se adaptaba mejor a las necesidades de nuestro mercado.
No hay que perder de vista, que “nuestro” Aveo, deriva directamente del Daewoo Kalos, un automóvil surcoreano producido desde 2002 y que gozó de un gran difusión y éxito a nivel global, vendiéndose en diferentes países bajo las marcas Chevrolet, Pontiac, Holden, Ravon, ZAZ y Suzuki.
La segunda generación, apareció en 2012, y podía adquirirse como Nuevo Aveo o Sonic, este último fue nuestro caso. Por cierto, también este auto fue producido dentro de nuestras fronteras. Es así, que tanto el Aveo como el Sonic coexistieron en nuestro país complementándose.
El México, el Aveo era el modelo de acceso que se había convertido en el sucesor espiritual del Chevy e incluso llegó a liderar el raking de ventas del mercado mexicano. En 2012, sufre una actualización estética importante y en 2018, se presenta un ligero rediseño, que sólo está vigente unos cuantos meses, ya que de manera sorpresiva General Motors anuncia el fin de su producción. El Sonic había corrido con la misma suerte pocos meses antes.
DOS AUTOS, UN CAMINO
De pronto, General Motors de México ya no tendría ningún sedán subcompacto, pero la marca no estaba dispuesta a perder al Aveo, el auto que en la última década se había convertido en su modelo más exitoso en cuanto a ventas se refiere. Pero la marca tenía un as bajo la manga proveniente de… China.
Y es que en 2015 se estrenaba la tercera generación del Chevrolet Sail, heredero directo de aquel Buick Sail que abordamos al principio de este artículo, un automóvil de características similares (y una historia paralela) que ahora, más que nunca se había concebido como un automóvil global que buscaba expandirse a nuevos mercados emergentes, esperando su oportunidad, y sí, México, ya estaba entre los posibles candidatos.
Al momento de su desarrollo, General Motors, ya había contemplado la posibilidad de que este auto jubilara a nuestro Aveo, incluso, durante algún tiempo hubo rumores muy fuertes sobre su posible producción en nuestro mercado, pero, como sabes eso no se llevó a cabo.
De hecho, nuestro país fue el primero en recibirlo fuera de China como modelo 2018.5 (curiosidades mercadológicas), sólo que aquí fue rebautizado como Aveo NG (Nueva Generación), esto debido a que este nombre es altamente conocido por el público mexicano. Cabe destacar, que este nombre también se mantuvo en la mayoría de los mercados de Centroamérica. En cambio, en Sudamérica, sigue llamándose Sail y recién comenzó su expansión por aquellos lares.
Es así, que nuestro “Aveo”, sólo comparte el nombre con el modelo surcoreano, ya que como verás, en realidad es un Sail de tercera generación desarrollado en China y es aquí donde las historias por fin se cruzan y donde salta a relucir su parentesco con el Chevrolet Corsa/ Chevy Monza con el que aprendiste a manejar, fue tu primer auto o incluso con el que viajabas en familia.
Como sabes el Aveo NG / Sail3 sólo está disponible en carrocería sedán y aunque es un desarrollo que continúa con los trazos de la segunda generación, también retoma elementos de aquel primer Corsa Sedán/ Chevy Monza, como los faros redondos, la parrilla en forma de sonrisa e incluso si pones atención las defensas tienen un tramado cuadriculado en la parte inferior casi idéntico. Además, promete ser tan aguantador como aquel pequeño automóvil que muchos aún recuerdan con cariño, pero con tecnología más actual.
Mecánicamente es impulsado por un motor de cuatro cilindros de 1.5 Litros capaz de entregar 107 Hp, el cual se acopla a una transmisión manual de cinco velocidades o automática de cuatro. Según la marca anuncia un consumo de combustible en el ciclo mixto de hasta 19.7 km/l. Puede montar hasta cuatro bolsas de aire y control electrónico de estabilidad.
Por cierto, el nombre de Chevrolet Monza es usado en la actualidad en un sedán compacto que se posiciona por arriba del Onix, y que presume un mayor nivel de equipamiento y potencia, por lo que presume un diseño un poco más deportivo.