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Prueba de Manejo

Volkswagen Jetta GLI 2019 ¡lo manejamos en pista!

Le exigimos a fondo a este sedán deportivo, que ahora es ligeramente más accesible.

Volkswagen Jetta GLI 2019 ¡lo manejamos en pista!

En la prueba de manejo del Volkswagen Jetta GLI 35 Aniversario, fui muy incisivo en señalar que, aunque se anuncia como deportivo, en realidad su manejo neutro, de talante burgués, perfecto para manejarlo a diario, lo acerca más a ciertos compactos premium como Acura ILX y Audi A3 Sedán, que a un auto de alto desempeño.

Creo que esto no fue del agrado de Volkswagen, y con pretexto del relanzamiento del Jetta GLI a “secas”, ya que las primeras 500 unidades 35 aniversario se agotaron en un tiempo menor al esperado, la firma organizó un “track day” en el Autódromo Miguel E. Abed, donde de una vez por todas pudimos comprobar si el GLI es un deportivo o sólo, es un chico wannabe intentando entrar en un nuevo circulo social.

Es así, que, a partir de ahora, el Jetta pierde algunos elementos propios de la edición 35 aniversario como los rines o anagramas conmemorativos (hay quienes dicen que se ve mejor), pero de ahí en más, tanto el equipamiento como la mecánica quedan inalterados, por ello, si quieres saber más, te recomiendo mejor echarle un ojo a mencionada prueba a fondo.  

Esto quiere decir que el motor es el conocido cuatro cilindros de 2.0 litros TSI capaz de entregar 230 hp y 258 lb-pie de torque, que se acopla a una transmisión de doble embrague DSG de seis relaciones.

Con un par de Track Day GTI en mi haber, mi mente inmediatamente colocó como punto de referencia al hot hatch, porque al final del día, son parientes más que cercados, ya que comparten la mayoría de elementos mecánicos primarios.

El ejercicio propuesto por Volkswagen era simple, en pista nos dividiríamos en tres grupos, compuestos por un auto piloteado por un instructor profesional, mismo que se encargaría de liderear y marcar el ritmo a tres Jetta GLI detrás de él, mismos que, además de intercalar posiciones entre sí, serían ocupados, cada uno, por dos tripulantes. En promedio cada conductor tendría derecho a rodar por 10 vueltas, cada uno.

Lamentablemente, me tocó rodar durante la segunda ronda, siendo mi compañero, el afortunado de probar el Jetta GLI a toda plenitud en el autódromo poblano, que en sus 3,363 metros de longitud anuncia 16 curvas de diversa dificultad. En realidad, es un escenario bastante divertido. De cualquier forma, aproveché mi estadía de copiloto, para tratar de “estudiar” el trazado y salir disparado al momento de que llegase mi turno.

Tras 10 vueltas (más dos de reconocimiento), por fin alterné el puesto de mando con mi colega. Las vueltas eran lanzadas, así que, con todas las asistencias en modo Sport y con las ansias de conocer la capacidad del Jetta GLI pisé el acelerador a fondo, y nuevamente me encontré con una aceleración que más que vertiginosa, puede calificarse como ágil o progresiva. Es rápido, pero no agresivo.

Pero llegando el momento de encarar las curvas, el Jetta GLI empieza a cambiar mi percepción un poco, ya que, si bien, la puesta a punto de la suspensión es un poco más suave que la del GTI, es, gracias a una dirección precisa y al diferencial de bloqueo deportivo XDS+, que este sedán puede enlazarse una y otra vez manteniéndote dentro del camino. Incluso permite uno que otro abuso. Su neutralidad sorprende.

En cuanto a frenos, hay que destacar que resistieron la fatiga, aún así, cuando mi compañero me hizo entrega de la unidad, tuve que dar un par de vueltas para enfriarlos un poco. Después de ello, aguantaron el castigo. Para tratarse de un automóvil de calle, sorprende que los discos (ventilados de 13.4 pulgadas adelante y sólidos de 11.8” atrás) puedan resistir tantas vueltas en pista, pero para ser sincero, se quedan ligeramente por debajo del GTI, que tiene la ventaja de que en el eje trasero los discos son ventilados de 12.2 pulgadas.

Respecto a la transmisión y al sistema de enfriamiento, aguantaron el castigo. Aun así, hubo un par de colegas que reportaron la aparición de un testigo que señalaba sobrecalentamiento. Por suerte, ese no fue nuestro caso. Como sea, realmente será difícil que, en un manejo entusiasta en una carretera de montaña, el Jetta GLI te llegue a meter en problemas.

Al final, con esta sesión en circuito, reafirmo algunas cosas, como que el Volkswagen Jetta GLI presume un manejo muy neutral, y dócil, de verdad, soporta abusos (y hasta errores) del conductor. La electrónica es efectiva y nada intrusiva, al grado, que te sentirás el mejor piloto del mundo.

Aunque eso sí, sigue sin ser un automóvil que transmita muchas sensaciones al volante, es ágil y altamente efectivo, de eso no hay duda, pero le falta ese toque de emoción que incluso tenían los Volkswagen de antaño. Esto, es su punto más fuerte y débil a la vez, ya que, sin duda, esta característica lo hace perfecto para que realmente sea tu automóvil de diario.

Sin duda, refuto mi tesis, el Volkswagen Jetta GLI 2019, que ahora presume una etiqueta ligeramente menor -$503,065 pesos- está en desventaja en cuenta a desempeño dinámico se refiere frente a su primo el SEAT León CUPRA, pero frente a los pocos sedanes compactos deportivos y/o premium de similar precio que existen en el mercado, luce muy tentador y con una ventaja muy clara en cuanto a relación performance-precio se refiere, ya que ahí, no tiene rival, bueno, siempre y cuando no tengas empacho con el logotipo que engalana la parrilla.

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