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Volkswagen Jetta GLI vs MINI John Cooper Works, polos opuestos con 230 hp bajo el cofre

Cada uno, exprime esta cantidad de poder a su propia manera.

Volkswagen Jetta GLI vs MINI John Cooper Works, polos opuestos con 230 hp bajo el cofre

Bugatti Type 251 (1955), Alfa Romeo 33 Stradale (1967), Porsche 911 Carrera RS (1974), Ferrari 308 GTSi QV (1984), Toyota Supra GT Twin-Turbo (1986), BMW M3 Sport Evolution E30 (1990), Audi S2 (1991), Mercury Cougar XR7 (1994), Dodge Neon SRT-4 (2004), Mitsuoka Orochi GT (2006), Subaru Impreza WRX (2007) …mucle cars, exóticos, hatchbacks; motor delantero, trasero o central; atmosféricos o sobrealimentados; ¿sabes qué tienen en común todos estos deportivos de ensueño? … los 230 Hp que yacen bajo el cofre.

Cifra, que, como observarás, en el pasado, era poco menos que mágica, ya que, de alguna manera, significaba el banderazo de salida para algunos autos de alto performance. Pero, hoy, gracias al gigantismo y sobrepeso que sufren los autos, junto a la alta dosis de electrónica, esta potencia, pareciera no sorprender absolutamente a nadie, e incluso, aunque está lejos de ser escasa, ya no es asociada a un deportivo, si acaso es saludable y punto. 

Y es aquí, donde entran en escena, el Volkswagen Jetta GLI y el MINI John Cooper Works, dos interpretaciones completamente diferentes de cómo debe de ser un deportivo compacto moderno con 230 caballos habitando bajo el cofre. No los compares, ni los critiques, sólo disfrútalos.

Uno es un hatchback de tres puertas de 3,874 mm de longitud, que si bien, aún lo mantienen en la franja de los subcompactos, luce como un gigantón si lo comparamos con el “revival” de 2001, ni que decir del mini original. Su carrocería de tres puertas, en conjunto a un diseño carismático y un alto desempeño dinámico, lo convierten en un auto personal, de capricho, un juguetote.

Obviamente, nos referimos al MINI John Cooper Works 2019, auto, que, al igual que el resto de sus hermanos, recientemente fue sometido a una ligera actualización de media vida, es así, que el principal distintivo exterior es la adopción de las calaveras LED con la firma lumínica con la trama Union Jack, mientras que, en cuestión de equipo, lo más destacable es un sistema de infoentret enimiento actualizado, así como un cargador inalámbrico para smartphones.

Por el otro, tenemos al Volkswagen Jetta GLI 2019, el cual se erige como la versión más aspiracional de la séptima generación del compacto alemán fabricado en la planta de Puebla.  Es fácil distinguirlo de sus hermanos, gracias agresivo kit aerodinámico, la parrilla con trama en panal, la doble salida de escape, y los anagramas y logotipos distintivos. Por adentro, las cosas siguen la misma ruta, con la respectiva mejora en interiores y equipamiento.

Lo mejor es que conserva la practicidad inherente a un sedán de cuatro puertas de 4,702 mm de largo, que tiene la ventaja de poder trasladar a cinco pasajeros con total comodidad, con todo y equipaje, gracias a que la cavernosa cajuela mantiene los 510 litros de capacidad. Sin duda, uno de los pocos deportivos racionales del mercado.

RUDO Y CURSI

Pese a estas diferencias, encontramos un par de puntos de acuerdo, como que en ambos corre sangre alemana. Ok, el Jetta es un Volkswagen, pero no se vende en Europa y su principal mercado es el estadounidense. Mientras que, en el caso del MINI, pese a que los orígenes de la marca están en Inglaterra, toda su mecánica y genética provienen de BMW.

De ahí en fuera, son máquinas completamente diferentes, lo cuál resulta obvio con una simple deducción, pero para ejemplificar mejor la situación no nos limitamos a rodar estos autos por las calles y autopistas cercanas a la Ciudad de México, sino que además nos dimos una pequeña escapada al Centro Dinámico Pegaso, donde pudimos exprimirles un poco más.

Comencemos con el MINI John Cooper Works que, pese a que es un hot mucho más civilizado y utilizable que antes, aún se trata de un auto no tan recomendable para el día a día. La puesta a punto de talante duro de las suspensiones (esquema McPherson delantero, con un eje multibrazo independiente trasero), junto a unos neumáticos de bajo perfil, hacen que tengas miedo de romper los bonitos rines de 17 pulgadas “JCW Track Spoke black” en los caminos maltratados de la ciudad. No es que sea una tortura viajar en él, pero está lejos de ser cómodo.

Esta dureza, pasa de ser una queja a ser tu mejor aliado en caminos de montaña ya que es aquí donde el JCW da nuestras del mítico “go-kart feeling”. Simple y sencillamente no hay curva que represente un reto para este pequeño y rudo deportivo. Aquí, apenas comienza la diversión.

Mucha de esta agilidad proviene de combinar el motor L4 twin turbo con Inyección Directa de Alta Precisión y Turbo Twinscroll capaz de entregar 231 hp y 236 lb-pie de torque, con una transmisión automática Steptronic de ocho velocidades (con paletas al volante), que, junto a un peso de 1,330 kilogramos, le permiten, en teoría, acelerar de 0 a 100 km/h en 6.1 segundos y alcanzar los 246 km/h de velocidad máxima.

En pista, es donde el JCW saca a relucir lo mejor de sí, ya que es un auto estúpidamente divertido de manejar, a causa del torque motor que está disponible apenas llegadas las 1,450 rpm. La dirección está pensada para devorar curvas con total control. Los cambios de velocidad de la caja son rápidos y precisos, mientras que los frenos de disco de cuatro pistones firmados por Brembo de 330 mm adelante, proporcionan una frenada fuerte y efectiva. Su resistencia a la fatiga es poco menos que sorprendente. Sin duda, este pequeño se comporta como los grandes.

Ahora pasemos con el Volkswagen Jetta GLI que a pesar de ser un producto que aún puede lucir la etiqueta de “novedad” es un auto que conocemos como la palma de nuestras manos. Contrario al MINI, este sedán es sumamente benevolente con nuestra espalda en el día a día. Aunque más firme que un Jetta “normal”, su andar es bastante cómodo considerando sus intenciones velocistas.

Esto no debería sorprendernos, ya que los alemanes se han vuelto expertos en crear Gran Turismos que unen de manera magistral la velocidad y confort, de hecho, la puesta a punto recuerda más a un Audi, que, a un GTI, que ya es bastante dócil.  Además, no hay que perder de vista, que el Jetta GLI juega de local en Estados Unidos, lo cual explica muchas cosas.

El performance obtenido por el actuar conjunto del 2.0 litros TSI capaz de entregar 230 hp y 258 lb-pie de torque, que se acopla a una transmisión de doble embrague DSG de seis relaciones, así como por un peso de 1,479 kilogramos, dista de ser agresivo, de hecho, como lo hemos enumerado en anteriores ocasiones, califica de progresiva y contundente, pero le hace falta ese toque de “picante” que te hace pedir más. Es cierto, que equipa un sistema launch control, pero insisto, le hace falta más sabor.

Pero, esto no quiere decir que este auto, en apariencia cursi, no sepa jugar con las curvas, y es que, tiene un par de ases bajo la manga que lo hacen altamente efectivo en este escenario. Comenzando por una dirección que recuerda a la del GTI, así como por unas suspensiones (McPherson adelante e independiente de cuatro brazos atrás).

Pero lo que verdaderamente hace la diferencia es el diferencial de bloqueo deportivo XDS+, que, al entrar a una curva, aplica una mayor dosis de potencia a la rueda que va por dentro, lo que evita que se deslice fuera del camino. Mención aparte para los discos de freno (ventilados de 13.4 pulgadas adelante y sólidos de 11.8” atrás) que en carretera lucen sobrados, pero ante las exigencias de circuito, cumplen sin llegar a ser tan eficientes como el MINI, ya que la fatiga se hace presente un poco antes.

La verdad, es que el Volkswagen Jetta GLI es un deportivo bastante benevolente que te permite rodar bastante rápido con mucha seguridad y tranquilidad. A veces, más de la que quisiéramos los entusiastas de la conducción. Pero tal vez, esta dualidad de ser perfectamente usable en la calle, así como no desentonar en la pista, es su principal atractivo.

¿Y EL VENCEDOR?

Está claro que tanto el Jetta GLI como el MINI JCW, son viejos conocidos de Autocosmos, por lo que para este ejercicio sólo se resaltaron ciertos aspectos importantes de cada uno, así que si estas particularmente interesante en alguno, es recomendable que le eches un vistazo a su respectiva prueba a fondo. La verdad, es que por esta ocasión no hay un ganador. Son autos que más allá de la tracción delantera, el consumo de combustible de 17.2 km/l en el ciclo combinado, o los 230 hp, no tienen nada en común.

El Volkswagen Jetta GLI, con un precio de partida de $503,065 pesos, se coloca como el sedán deportivo más potente, refinado y caro, de entre aquellos rivales provenientes de marcas generalistas (dícese KIA Forte GT Sedán), pero por sus características ya se empieza a meter en terrenos de algunos compactos premium como el propio Audi A3 Sedán. Si lo que quieres es un deportivo para el diario, debe de ser tu compra de sí o sí. No hay más.

Por su parte, el MINI John Cooper Works, brilla en el extremo opuesto. Debido a que es atractivo, divertido, carismático, rápido, y triplemente exclusivo, gracias a la carrocería de tres puertas, al simple hecho de ser un JCW y a su etiqueta que parte desde los $652,700 pesos, a la que habrá que sumarle una larga lista de extras; ¿una compra racional? ¡para nada! Pero eso es precisamente el encanto de ser uno de los pocos juguetes que los amantes de los autos podemos disfrutar.

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