El Nissan Sentra, uno de los modelos más vendidos de la marca en Estados Unidos, podría dejar de fabricarse en México y empezar a ensamblarse en Mississippi.
¿La razón? Los aranceles del 25% impuestos por la administración Trump a vehículos importados desde México, que amenazan con encarecer el que hasta ahora es uno de los sedanes más accesibles del mercado, con un precio base de menos de $23,000 dólares en Estados Unidos.
Según Automotive News, un proveedor de Nissan filtró que la marca está considerando seriamente mover la producción del Sentra a su planta en Canton, Mississippi, la cual actualmente produce el Altima y la pickup Frontier, pero opera por debajo de su capacidad.
Aunque la compañía no ha confirmado oficialmente el movimiento, un vocero señaló al medio que “regularmente evaluamos nuestra estrategia industrial con nuestros socios proveedores en función de las necesidades del mercado”.
Este movimiento tiene lógica, ya que el Sentra es el segundo modelo más vendido de Nissan en EE.UU., sólo detrás del SUV Rogue. En lo que va del año ya se han vendido más de 54,000 unidades, un 34% más que en el mismo periodo del año pasado. Con los precios al alza por los aranceles, Nissan sabe que necesita mantener el costo de entrada lo más bajo posible para seguir siendo competitivo en el segmento de sedanes compactos.
Este posible cambio refleja también los problemas financieros que atraviesa la marca, que busca optimizar recursos y proteger su cuota de mercado. Y no es el único caso, pues ya se había rumorado una estrategia similar con la producción del Honda CR-V. Aunque aún no hay nada oficial, todo apunta a que el Sentra podría estar más cerca del corazón de EE.UU. muy pronto.
