A finales de octubre del año pasado la Unión Europea aplicó aranceles para los vehículos eléctricos que llegan de China al viejo continente, por ello, BYD pudo en acción un plan de construcción de plantas automotrices en Europa para evitar que sus autos sean gravados.
Por el momento, la marca de Shenzhen ya esta construyendo dos complejos de manufactura en la zona, una en Hungría y otra en Turquía, pero al parecer no serán suficientes, por ello la vicepresidenta de la compañía, Stella Li, confirmó que están planeando tener una fábrica más, misma que podría confirmarse en un máximo de dos años.
La empresa oriental también tiene interés en colocar una planta de producción de baterías en Europa, siguiendo con este plan de reducción de los aranceles, que son esenciales para seguir manteniendo a sus automóviles en precios muy competitivos en el mercado local.
La planta de Hungría debe iniciar operaciones a finales de este año, mientras que la de Turquía deberá tardar unos meses más, y según datos de la compañía, entre ambas deberían tener una producción anual de 500,000 unidades.
BYD es la marca china que más vehículos comercializa en Europa, por ello es de suma importancia para ellos sacarle la vuelta a los impuestos extra y tener una mejor posición para pelear de frente con los fabricantes europeos, japoneses y Tesla, por la cima de las ventas de eléctricos en la región.
Hace unas semanas se informó que BYD está interesado en comprar una de las plantas que el Grupo Volkswagen tiene en Alemania y está pensando en cerrar, por lo que este movimiento podría ser otra buena opción, para también establecerse en el mayor mercado automotriz de Europa.
Además de las plantas en Hungría y Turquía, la compañía está construyendo complejos de manufactura en Indonesia y Brasil, mismos que le ayudarán a abastecer distintos mercados como parte de su agresivo plan de expansión mundial.
