La temporada 2024 será una que Checo Pérez querrá borrar pronto, pues entre los problemas internos en Red Bull, el mal paso del RB20 y una clara desconcentración del mexicano, este año marcó una clara debacle para el piloto tapatío, que hoy tiene su continuidad en la Fórmula 1 en entredicho.
La inercia del aplastante 2023 de Red Bull, les funcionó para tener un muy buen arranque de año, otro que podía predecir otro 1-2 en el Campeonato de Pilotos y la séptima Corona de Constructores para los austriacos.
Los primeros 5 Grandes Premios del año fueron muy buenos para Checo, sumando tres segundos lugares en cuatro carreras y un tercer lugar en China (también tercero en la primera Sprint Race del año), 85 puntos que lo volvieron a colocar como el escolta de Max Verstappen, quien ganó 4 de esas 5 competencias, más la Sprint de China.
Pero de ahí en adelante el campeonato comenzó a desdibujarse para el mexicano: cuatro en Miami, octavo en Imola, retiros en Mónaco y Canadá (ambos por choque), octavo en España, séptimo en Austria, 17 en Gran Bretaña, 7 en Hungría y en Bélgica. Con ello, pasó del segundo lugar en el Campeonato de Pilotos al séptimo.
El 4 de junio, unos días antes del Gran Premio de Canadá, Red Bull y Pérez confirmaron una extensión de contrato para las temporadas 2025 y 2026. Con ello, afirmó Christian Horner, jefe del equipo, que esperaba eliminar las distracciones del mexicano y que se volviera a enfocar en el trabajo y en regresar a su mejor forma.
Aunque ellos sabían que el RB20 no era un buen auto y que por más actualizaciones que introducían, no lograban encontrar la configuración correcta, algo que confirmaron muchas semanas más tarde.
Antes de las vacaciones de verano, los rumores de que Checo sería reemplazado en el equipo por Daniel Ricciardo, crecieron. Sin embargo, en el receso, el mismo Horner confirmó que Pérez sería su piloto titular hasta el final de la campaña.
El regreso a la acción no fue de nuevo el mejor para el tapatío, quien termino 6 en Holanda y 7 en Italia, antes de tener una gran carrera en Azerbaiyán, la pista donde más éxitos ha tenido, y justo a un par de giros del final, mientras peleaba por la victoria, se enllantó con Carlos Sainz Jr. (Ferrari) y acabó en el muro.
Singapur lo vio finalizar en el décimo puesto, Austin en el séptimo, en México una penalización lo retrasó y acabó 17, mientras que en Brasil fue octavo en la Sprint Race y 11 en la carrera. El último punto lo obtuvo en Las Vegas con un décimo lugar y se retiró en Qatar y Abu Dhabi.
De Miami a Abu Dhabi, es decir 19 Grandes Premios, Checo sumó apenas 67 puntos, siendo por mucho el piloto con la menor cosecha de unidades de los ocho que corrieron con los equipos de punta, en ese tramo de la temporada.
Además, su coequipero, Max Verstappen supo sobreponerse a los problemas del RB20 y aseguró su cuarto Campeonato Mundial de Pilotos, sacándole una ventaja de 285 puntos al mexicano, quien por primera vez en sus cuatro años en Red Bull no pudo ganar ni una carrera.
El talento de Checo Pérez es innegable, y en Azerbaiyán, cuando se pudo conectar con el auto lo mostró, haciendo una gran carrera, donde al menos podía terminar segundo. Sin embargo, los factores internos en el equipo, sus errores y lo de la escudería en las Calificaciones y otros detalles le cobraron una alta factura.
Este lunes Christian Horner, jefe de Res Bull, y Helmut Marko, asesor del equipo, se reunieron con los accionistas de la compañía para hacer un análisis y tomar una decisión sobre el futuro de su alineación de pilotos, misma que será revelada pronto y donde podremos saber si el mexicano seguirá haciendo mancuerna con Max Verstappen, en la búsqueda de recuperar el Título de Constructores en 2025.
En caso de que quede fuera de la estructura de Red Bull, el camino se ve complicado, pues no hay asientos disponibles para el próximo año y tendrá que buscar un camino con la mira puesta en 2026, teniendo para ese momento 36 años de edad.