Como toda asociación dentro de la industria automovilística, Mazda y Ford lograron por más de tres décadas compartir proyectos, plataformas, tecnologías, entre otros; esto con el objetivo de aminorar sus costos de producción.
Claro que después de que ambos fabricantes dieran por finiquitada su alianza de 36 años, Mazda y Ford dejaron de colaborar en conjunto en el desarrollo y producción de vehículos, solo que con una excepción: la producción de la BT-50, la pickup mediana de la marca japonesa.
Si bien este vínculo entre ambas compañías se sigue dando en la producción de esta pickup que hizo su debut en 2006, todo terminará por completo con la llegada de la tercera generación, ya que no tendrá como base la Ranger y, con ello, tampoco será producida en la planta de Ford en Tailandia.
A sabiendas que esto acabaría tarde o temprano, hace unos años Mazda recurrió a Isuzu con el objetivo de lograr una alianza que le permitiera desarrollar y fabricar la nueva generación del BT-50 bajo la plataforma de la también renovada D-Max.
Si bien la nueva (8ª) generación de la pickup de Isuzu ya se dio a conocer, la tercera generación del modelo de Mazda aun es un secreto, pero todo indica que tendrá un diseño similar al que se ha visto en los últimos lanzamientos de la marca nipona.
Ahora bien, si se considera que es una pickup totalmente renovada y que está posicionada dentro del segmento de pickups más popular en México, todo indicaría a que sería un fuerte candidato para competir contra la Nissan NP300, la Toyota Hilux, la Ford Ranger y la Mitsubishi L200 en nuestro país.
Sin embargo, esto no sucederá, ya que Mazda no tiene ningún plan comercializar en México esta pickup, aun cuando se trata de un producto relativamente nuevo, pues como se mencionó, la tercera generación no tiene nada que ver con la Ford Ranger.
