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Prueba de Manejo

Volkswagen Virtus 2019 primer contacto desde Chile

El hermano sedán del Polo, es el sucesor natural del Vento.

Volkswagen Virtus 2019 primer contacto desde Chile

En octubre del año pasado se presentó el Volkswagen Virtus como un fuerte contendiente en el segmento de los sedanes, uno que aún es muy relevante tanto en México como en Latinoamérica. La idea es que al estar basado en la plataforma MQB, tenga las cartas suficientes para destacar entre sus rivales. Aunque su llegada a nuestro país aún no está confirmada, no nos quedamos con las ganas de manejarlo, por lo que viajamos a Chile para conocer de primera mano a este nuevo sedán altamente emparentado con la sexta generación del Polo. 

Dimensiones y diseño

Como la tónica en todos los modelos nuevos, el Virtus creció, casi al nivel del Jetta de sexta generación. Mide 4,482 mm de largo, 1,751 mm de ancho y 1,468 mm de alto. Si lo comparamos con el Polo, es idéntico en el ancho, levemente más alto (4 mm) y obviamente más largo, con 425 mm de diferencia. 

Contra algunos de sus rivales, por ejemplo, es más largo y ancho que un Toyota Yaris (4,425 mm, 1,730 mm), así como más grande en todas sus dimensiones que un Kia Rio Sedán, aunque siendo sinceros, todos los modelos son bastante parecidos. El único que le gana es un Chevrolet Cavalier, aunque con una batalla y capacidad de cajuela inferior. Las ventajas del Virtus están en su distancia entre ejes y su cajuela de 521 litros, la más grande del segmento, dejando atrás a su competencia, todos cercanos a los 500 litros.

De estilo, claramente el Virtus es exactamente igual al Polo hasta las puertas delanteras, manteniendo la estampa sobria y familiar a la que nos acostumbra Volkswagen y donde no hay riesgos, menos aún en un segmento tradicional. El tercer volumen se integra de manera muy natural al conjunto, con un techo que cae suave en la trasera sin ser excesivamente angulado. La cajuela presenta calaveras alargadas, que nos recuerdan un poco a Audi, quizás como una manera de sutilmente darle un look más premium. Rematan el look los rines bicolor de 17", aunque claro, hablamos de la versión Limited tope de gama, por lo que serán más pequeñas en los otros niveles.

Equipamiento e interior

El interior, salvo por un borde en color negro brillante alrededor de la palanca de cambios, es exactamente igual que el del Polo, lo que significa que nos encontraremos con las mismas novedades y los mismos defectos.

El Virtus hace gala de un sistema multimedia que ahora se encuentra al nivel del clúster, algo que no ocurría en otros modelos de Volkswagen y que ya de a poco comenzaremos a ver más frecuentemente. También se conserva el curioso soporte de celular, muy práctico, aunque de percepción barata. Las aplicaciones y armado, son de muy buena calidad, no así los plásticos utilizados en el habitáculo, todos de tacto duro y de percepción muy económica para lo que se espera en un auto de esta marca.

Para compensar lo malo de los plásticos, en nuestra versión Limited al menos tenemos volante forrado en piel y asientos bitono, los cuales, como en el Polo, son un poco planos y duros para nuestro gusto, pero de buen aspecto.

La postura al volante es cómoda y te deja todo a la mano. Los asientos de atrás son más bien para 4 personas que para 5, aunque con mayor espacio para las piernas, lo que nos permite ir más holgados. Hay un puerto USB disponible en las plazas traseras para que tus amigos puedan cargar sus teléfonos, práctico y conveniente en esta era.

Finalmente, la versión Limited que ilustra nuestra prueba, es el acabado tope que se venderá en Chile, exhibe dos grandes innovaciones tecnológicas que son primicia en el segmento, aunque elevan peligrosamente en precio. Primero, el clúster virtual Active Info Display de 10.25" que ofrece todos nuestros instrumentos completamente digitalizados. Lo segundo es el poderoso sistema multimedia "Discover Media" con una pantalla táctil de 8" que incorpora comandos por voz a todo lo que ya ofrecen los otros sistemas anteriores y que también pudimos ver en autos como Golf y Teramont.

Cortesía de la plataforma MQB, el Virtus mantiene el excelente nivel de seguridad que tiene Polo.  Al menos en Chile, todas las versiones cuentan con 4 bolsas de aire, frenos con ABS, anclajes ISOFIX e inmovilizador electrónico. El sistema de regulación del motor (MSR), control de estabilidad (ESC), control de tracción (ASR) y bloqueo electrónico de diferencial delantero (EDS) se añaden en las variantes más costosas. Todo esto, hace que el Virtus obtenga 5 estrellas en protección para ocupantes y 5 estrellas en la prueba de impactos con sillas para niño en las pruebas de Latin NCAP, transformándose en uno de los autos más seguros evaluados en Latinoamérica. 

Manejo

El Virtus es motivado por una versión mejorada del EA211. Sus principales modificaciones están en la fabricación de su bloque en aluminio y que incorpora el colector de escape directamente en su estructura, lo que ayuda a bajar el peso de la unidad motriz en un 30%. El hecho de que cuente con doble árbol de levas a la cabeza y 16 válvulas, mejora su rendimiento en un 10% y reduce las emisiones de CO2 en un 20%. No es un propulsor deficiente, menos en el segmento donde compite, pero estamos claros que no es tan avanzado como los nuevos motores turbo.Este motor entrega 110 Hp y 114 lb-pie de par, acompañándose de una caja manual de 5 velocidades o una automática Tiptronic de 6 con modo Sport. 

Y tal como el Polo, la caja automática no es de las mejores, incluso siendo de 6 marchas y considerando que las transmisiones de Volkswagen son bastante eficientes. Aquí ocurre lo contrario, siendo una transmisión poco inteligente para administrar la potencia del motor, ya que a la caja le cuesta saber cuándo es mejor hacer los cambios. 

Con 110 Hp, el Virtus se coloca en la parte media del segmento.En cuanto a consumos arroja 10.1 km/l en ciudad, 17.8 km/l en carretera y 13.9 km/l en régimen mixto. Aquí Toyota Yaris y Honda City, que promedian cerca de 17 km/l mixto, lo superan. 

Todo lo demás, lo que tiene que ver con el chasis, es impecable, herencia de los desarrollos en Europa. Por lo mismo, la dirección tiene buen tacto y un agradable radio de giro, su andar es muy insonorizado y su chasis se percibe firme a la torsión. Incluso, parece ser que el tercer cuerpo le ayuda a perder la aspereza que sentimos en el Polo, logrando una conducción más aplomada.

Conclusiones

Tal como señalamos, al Virtus le toca un segmento muy competitivo y al contrario del Polo, el Virtus se coloca como una interesante alternativa a sus rivales sedanes, especialmente por lo refinado de su chasis, su alto nivel de seguridad y su buen paquete tecnológico, además de una excelente habitabilidad y capacidad de maletero.

Claro que hay puntos negativos a tener en cuenta, como la gestión de la transmisión automática, su consumo y la calidad de sus plásticos interiores.

El Virtus es un buen sedan, equilibrado y que se percibe mucho más contemporáneo que su competencia en cuanto a su manejo, plataforma y prestaciones de seguridad, además de tener una imagen más elegante. Claro que esto tiene un costo mayor que lo pone en desventaja.

Habrá que esperar su llegada a México, para confirmar estas primeras impresiones o en su defecto, esperar una mejor puesta a punto ¿y eso cuando será? la verdad es que Volkswagen no lo tiene muy claro, ya que importarlo desde Sudamérica no parece ser la opción por cuestiones monetarias. Así que habrá que esperar a que inicie producción en India para verlo en nuestro país, tal y como ocurre con el Vento. 

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