El nuevo Volkswagen Polo es la última apuesta de la marca en el segmento de los autos subcompactos. Si bien aún no se confirma si a México llegará el modelo fabricado en Europa o Brasil, no pudimos aguantarnos las ganas de conocerlo en primera persona, por ello, viajamos al gigante sudamericano para hacernos una idea de sus principales fortalezas y defectos. Pero sin más, te compartimos las primeras impresiones de manejo que pudimos recopilar en nuestra primera toma de contacto realizada en la ciudad de São Paulo.
Global, pero con toque latino
Lo que el nuevo Volkswagen Polo representa es una probadita de la calidad europea ya que recurre a la plataforma global MQB A0, que también dará vida a otros modelos derivados, entre ellos un sedán, una SUV y una pickup. Por otro lado, el modelo está adaptado a la región y eso no solo implica algunos elementos estéticos al gusto de América Latina, sino también en cuestión de costos de producción para que el precio final no salga de los parámetros del segmento.
Lo primero que te puedo decir del interior es que esperaba encontrarme con un pequeño Golf, no por diseño sino por calidad, y tuve que bajar mis expectativas en el primer vistazo. Esto se debe a dos cosas, por un lado la ausencia de plásticos suaves al tacto y por el otro que, las unidades disponibles pertenecían sólo a la versión de entrada que es simple en términos de acabados y materiales. Eso sí, el conjunto se siente sólido y muy bien ensamblado.
Manos al volante
Antes de ponernos en marcha, me llamó la atención que la versión Trendline (de entrada de gama) no contara con regulación de volante, ni de altura, tampoco de profundidad. Al rescate vienen unos asientos cómodos, con buena sujeción y un recorrido extenso hacia arriba y abajo. Curiosamente el respaldo se ajusta por manija y no con la clásica perilla de Volkswagen presente desde tiempos inmemorables. La visibilidad es buena y está asistida por dos retrovisores externos de generosas dimensiones.
Lo primero que vas a sentir cuando pongas en marcha al nuevo Polo es que Volkswagen sigue apostando (para mi felicidad) al tacto mecánico, especialmente en la sensación del pedal de freno y del accionar de la palanca de velocidades. Por el contrario, la dirección se percibe sobreasistida cuando se circula en bajas velocidades, pero al momento de ir más rápido se endurece con una consistencia correcta. Se nota que se trata de una dirección de asistencia eléctrica de nueva generación.
Más confort que velocidad
En el tránsito urbano, el nuevo Volkswagen Polo y su 1.6 Litros con 110 Hp presume un buen desempeño, mismo que viene apoyado por una transmisión con los primeros cambios de relaciones cortas. Los esquemas de suspensión hacen un muy buen trabajo, no sólo filtran las irregularidades del camino, sino que también lo hacen de buena manera, libre de ruidos y asperezas.
A 120 km/h de velocímetro viajaba a 3,250 rpm y la cabina se siente bien aislada
A la hora de acelerar, la calidad de marcha presume un lado positivo, a 120 km/h reflejados en el velocímetro viajaba a 3,250 rpm y la cabina se sentía bien aislada, al no tener la radio encendida sólo sentíamos un rumor lejano de roce aerodinámico.
Vida a bordo
Adentro del nuevo Volkswagen Polo la vida es confortable, práctica y ordenada, todo está a mano, incluyendo varios portaobjetos y la pantalla del equipo multimedia. Colocada en la parte alta del tablero es de fácil visualización y su sistema funciona rápido. Si bien en las versiones Highline es de 8.0”, en nuestro caso era de 6.5 pulgadas y no incluía GPS, asunto solucionado con el Mirror Screen para los dispositivos de Apple y Android que en nuestro caso nos permitió usar cartografía de Google con reporte de tránsito incluido.
La pantalla es de fácil visualización y su sistema funciona rápido
El espacio interior es muy bueno, con nosotros viajó una persona de 1.79 metros en el asiento trasero quien tenía suficiente espacio sentado detrás de un conductor de su misma altura.
¿Conclusiones?
Es un poco rápido para sacar conclusiones, aunque en este primer contacto recolectamos mucha información sobre el nuevo Volkswagen Polo hecho en Brasil. Entre lo menos grato está la potencia, ausencia de regulaciones para volante y la sensación algo espartana del tablero. Entre lo mejor está la sensación de solidez y buen ensamblado, así como la calidad de marcha .
No obstante, recordemos que se trataba de la variante de acceso, por lo que habría que esperar a las más potentes equipadas con el motor "200 TSi" (así le llaman en Brasil) de 1.0 Litros turbocargado con 115 caballos de fuerza. Seguramente ahí, las cosas cambiarán un poco, ofreciendo un mejor sabor de boca. Algo digno de un modelo que seguramente se posicionará en la parte alta del segmento. Por lo mientras, nosotros nos mantendremos al tanto de si al final Volkswagen decide importar este modelo a México desde Brasil o de cualquier otro país del mundo.
Con este breve adelanto ¿crees que el nuevo Volkswagen Polo podrá darle pelea a modelos como Mazda 2, Suzuki Swift o SEAT Ibiza?