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Ford Super Mustang Mach-E, el nuevo retador para el Ascenso de Pikes Peak

Tras la victoria del año pasado, la firma del óvalo azul ya se prepara para retener la corona con este bólido 100% eléctrico.

Ford Super Mustang Mach-E, el nuevo retador para el Ascenso de Pikes Peak

Estamos a unas semanas de que se corra la edición 2025 del Ascenso a Pikes Peak, la carrera de ascenso de montaña más famosa del mundo, donde muchos de los grandes fabricantes de autos han ido a poner su nombre entre los ganadores.

Ford es la más reciente de esas marcas y, tras el éxito de la F-150 Lightning SuperTruck, con la que se llevó la victoria absoluta, no quiere dejar nada al azar y ya está trabajando en el nuevo bólido para este año, ahora basado en la Mustang Mach-E, el crossover 100% eléctrico de la firma estadunidense.

Aunque, por su naturaleza de EV, Mach-E tuvo que ser el nombre elegido, en realidad es un híbrido entre el pony car favorito de Estados Unidos y su hermana camioneta, pues si vemos el diseño, se queda en ese punto medio entre coupé y crossover.

El primer gran cambio que se nota viene en el frontal, no sólo con el inmenso spolier de fibra de carbono, para darle sustento al eje delantero, sino con lo afilado que tuvieron que hacerlo, incluso se ve más bajo y afilado que el del Mustang coupé, pero mantiene la parrilla cerrada, con los delgados faros (que tienen los LED diurnos dibujados.

Las agallas de la parte superior del cofre nos recuerdan a los GT500, al tiempo que la forma cupé del toldo, las dos portezuelas, con una pequeña ventanilla en la parte trasera y la forma de la cola, siguen trayendo a nuestra memoria más a la versión de combustión interna.

¿Queja? Para nada, el diseño luce espectacular.

Del trabajo aerodinámico hay mucho que platicar, desde ese frontal que ya platicábamos, que integra tres flaps escalonados, sujetos por dos enormes brazos de aluminio, que salen de la entrada de aire frontal.

Esa entrada canaliza el aire hacia las salidas del cofre, para enfriar elementos y dirigirlo mejor por el parabrisas y el toldo hacia el alerón trasero. Al tiempo que también lleva otra parte hacia las salpicaderas frontales, que genera una cortina lateral, que es llevada por el piso, que se extiende algunos centímetros.

Pero sin duda, el elemento que más llama la atención es el alerón trasero, muy a la costumbre de este evento, sobre dimensionado, pues la altura sobre el nivel del mar de las montañas de Colorado hacen que aire sea más ligero (como nos pasa en la Ciudad de México), por lo que se necesitan alerones muy grandes para poder generar el downforce necesario para afrontar las 156 curvas que tiene este recorrido de 20 kilómetros.

Finalmente, el enorme difusor trasero ayuda a que el efecto suelo, chupe a este vehículo contra el pavimento.

La edición 103 del Pikes Peak International Hill Climb se correrá del 20 al 22 de junio próximos.

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