
En el año 2000 el mundo del motor tuvo un nuevo amor, un poderoso Ford Mustang GT500 1967, con un gran trabajo de carrocería. El famoso Mustang Eleanor tomó las pantallas de cine en el verano de ese año para, junto a Nicolas Cage, protagonizar 60 Segundos.
25 años más tarde, la cantidad de réplicas, objetos y referencias que tenemos de Eleanor son muchísimas, por lo que hace un tiempo se abrió una batalla legal entre Carroll Shelby Licensing, Inc. y Denice Halicki, la viuda de H.B. Halicki, escritor, director y protagonista de la versión original de 60 Segundos, estrenada en 1974.
Halicki falleció en 1989 y dejó incompleta la secuela de ese filme, pero, casi una década más tarde se filmó el remake, que tuvo mucho más éxito que la versión original, trayendo a Eleanor de lleno a la cultura popular.
La demanda de Halicki buscaba que cualquier réplica que no fuera aprobada por ella y su equipo legal, se considere como una copia ilegal y pueda ser sujeta a una demanda, pues ella tiene los derechos de propiedad de los guiones y personajes.
Sin embargo, esta semana el Noveno Circuito de la Corte de Apelaciones de Estados Unidos definió que es Mustang Eleanor no es un personaje, sino un accesorio dentro del guion y por lo mismo no puede tener un registro de propiedad intelectual.
Esta decisión se tomó, porque el Mustang GT500 podría ser reemplazado por un Camaro o cualquier otro vehículo deportivo sin afectar el contexto de la película, que al final es la obsesión de Memphis Raines (Nicolas Cage) con ese Mustang, su valor sentimental y el estatus que le dará como ladrón de autos. Eleanor es sólo el nombre femenino que le da, como al resto de los 50 autos que tiene que robar.
El diseño del Mustang Eleanor fue obra del ilustrador Steve Stanford, llevada a la realidad por Chip Foose. En total se construyeron 12 réplicas del modelo, de las cuales sólo 3 eran funcionales, y se destruyeron 5, sin que se sepa muy bien dónde están el resto de ellas.