Desde que pones el primer pie en la banqueta del aeropuerto de Shenzhen sabes que llegaste a ciudad BYD, pues todos los vehículos la rededor son de esta firma, que fue fundada en esta ciudad hace 30 años.
Shenzhen es la tercera ciudad más poblada de China y en 1979 tomó el estátus de ciudad, lo que en los años 80 la convirtió en la primera zona económica especial del país y con ello pudo recibir inversiones extranjeras de una forma más libre, por lo que hoy es la cede de firmas como BYD, DJI, ZTE y Huawei, entre otras importantes marcas globales.
Así que una vez que te cuentan esto, no te sorprende el nivel de ciudad que ves, con enormes rascacielos, un parque vehicular muy nuevo y plazas llenas de tiendas de lujo.
Pareciera que fue hace mucho tiempo, pero para un fabricante automotriz 30 años no es un gran periodo de tiempo (menos si no empezaste tu historia haciendo autos), sin embargo, ese es el tiempo que BYD lleva en el mercado y hoy es uno de los jugadores más importantes del mundo automotor.
La historia de la firma comenzó el 18 de noviembre de 1994 en Shenzhen, China, cuando Wang Chuanfu abrió una oficina con 20 empleados y un presupuesto de apenas 300,000 dólares, para comenzar la producción de baterías de niquel-cadmio para celulares, una tecnología que los fabricantes japoneses estaban dejando atrás por nuevos compuestos como iones de litio e hidruro de niquel-metal.
Trás el éxito en ese sector, convirtiéndose en uno de los proveedores más importantes para marcas como Nokia y Motorola, que dominaban el mercado en los años 90 (y con la bonanza económica que ello trajo), en enero de 2003 BYD compró al fabricante chino de vehículos Xi’an Qinchuan Automobile, para ingresar al negocio automotor.
En 2005 lanzó el F3, un sedán compacto con un diseño muy parecido al de un Toyota Corolla y una motorización de cuatro cilindros de origen Mitsubishi, su primer vehículo.
Pero Chuanfu sabía que el futuro no era con motores de combustión interna, por ello enfocó el trabajo de la marca en la electrificación de las plantas motrices, lanzando en 2008 el F3DM, el primer Plug-in Hybrid del mercado mundial. En 2002 dejó de fabricar autos sólo con motores de combustión, hoy todos son PHEV o eléctricos puros.
Esta visión los tiene hoy en la cima de la industria automotriz en el mundo, comercializando entre enero y septiembre de este año 2,738,503 unidades, 1.5 millones de vehículos más que Tesla y dos millones más que el Grupo Volkswagen.
Este lunes 18 de noviembre la marca celebró su aniversario 30 con la salida de la línea de producción del vehículo 10,000,000 electrificado, una cifra que muestra su liderazgo, pero sobre todo el enfoque total en este tipo de trenes motrices, pues tardó sólo 15 meses en pasar de cinco millones a estos 10 millones.
Actualmente el grupo se compone de cuatro marcas: BYD, Bao, Denza y YangWang, que emplean alguna de sus cinco plataformas, tres de ellas PHEV y dos 100% eléctricas: la e3 con dos motores en el eje trasero y uno frontal, y la recién lanzada e4 con un propulsor en cada llanta, lo que no sólo le da un alto desempeño dinámico, sino que además le permite tener funciones como el giro de 360 grados en los modelos YangWang U8 y U9.
Otro de sus grandes avances es el paquete de baterías Blade, que mediante finos módulos alargados (que parecen cuchuillas) y otras tecnologías de química y gestión de la energía, entregan mayores autonomías, se integra mejor al chasis, ayuda a la rigidez estructural, pero sobre todo tiene un sistema único de seguridad que hace casi imposible que el paquete se incendie en caso de ser perforado en un accidente, una de las mayores preocupaciones en los EV pues es muy difícil controlar el fuego que se genera en estas piezas.
Ahora la marca está centrada en la conquista de nuevos mercados como el mexicano, donde los planes de producto e inversiones serán muy importantes en el corto plazo.
