El Festival de la Velocidad de Goodwood se encendió con la participación de Singer Vehícle Design, quienes llevaron una de sus últimas creaciones presentadas no hace mucho, un Porsche 911 de 1980 encargado especialmente por un cliente con el ojo -y la billetera- bien entrenados. Y es que el rediseñado 911 luce espectacular en cada centímetro tanto de la carrocería como del motor 3.8 litros biturbo, al que por supuesto Singer le ha puesto mucho de su saber:
- Intercooler aire-agua.
- Carrocería de carbono.
- Transmisión manual de 6 velocidades.
- Frenos de carbono.
- 510 Hp (214 más que el modelo original).
Por esta ocasión, el 911 sólo engalanó el stand de Singer, pero los asistentes pudieron deleitarse con otra joya que el preparador llevó, también de su autoría: el Singer DLS (Dynamic & Lightweight Study), que es un homenaje al Porsche 718 RS 60 Spyder, ganador de las 12 horas de Sebring en 1960. Se trata de una “versión para clientes” configurado para entregar 500 Hp mediante un motor seis cilindros normalmente aspirado que puede superar las 9,000 revoluciones; la carrocería es de carbono y la suspensión de doble horquilla, tal cual como un 911 GT3 actual.
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