El final de 2018 fue terrible para la marca Nissan a escala global. Su entonces Jefe Ejecutivo, Carlos Ghosn, fue arrestado en Japón, acusado de no declarar ganancias millonarias, generando una incertidumbre gigantesca con relación al futuro no solo de la marca, sino y principalmente, de su alianza con Renault y Mitsubishi. El ejecutivo japonés Hiroto Saikawa, quien asumió la posición de mando en la empresa después de la salida de Ghosn, fue sacado de la empresa en septiembre de 2019, luego de admitir que había recibido más dinero de lo que hubiera sido correcto. Otros importantes ejecutivos fueron - o se vieron - forzados a dejar la empresa de manera abrupta, entre ellos el ex Presidente de Nissan Mexicana, el español José Muñoz, hoy en Hyundai. En el mercado los productos de la marca envejecían y no de buena manera. Pero hoy, dos años y una pandemia global más tarde, vemos una empresa distinta, principalmente en su lado visible y palpable: los autos que produce.
Las historias que vive una marca luego de 60 años en un mercado como Nissan en México, no cualquiera puede contar. De los inicios con el Datsun Bluebird hecho en CIVAC, Cuernavaca, en los años 60, hasta las dos inmensas fábricas en Aguascalientes - sin contar una tercera compartida entre Infiniti y Mercedes-Benz- que hoy producen muchos de sus vehículos, la marca ha pasado por mucho para llegar a la posición de liderazgo que hoy ostenta en el mercado, con más de 20% de participación y cinco productos entre los 10 más vendidos.
Naturalmente la empresa está de fiesta en suelo mexicano, feliz de llegar con la fortaleza que ha demostrado bajo el mando de José Román, pero desde mi punto de vista, lo que más hay que festejar son sus productos. Porque a finales de 2018, de los cinco productos que eran líderes en sus segmentos: March, Versa (hoy V-Drive), Kicks, Sentra y la pickup NP 300, solo ésta última era buena lo suficiente como para recibir el calificativo de recomendable. Hoy, sin embargo, todos lo son y lo serán aún más, muy pronto.
Evolución sorprendente
El primero en verse beneficiado con la nueva ola de productos fue el Versa. Basado en una plataforma modificada de su antecesor y usada en la Kicks, el sedán repitió lo que había hecho en su lanzamiento original en 2011, en el Salón Internacional del Automovil de Guadalajara, transformándose en referencia en seguridad. En 2011 era el único en ofrecer ABS y dos bolsas de aire en todas sus versiones en el segmento, un equipo que solo sería obligatorio en 2020. En la nueva generación, el Versa Platinum ofrece un nivel de seguridad activa que pocos otorgan, incluso en segmentos superiores.
El March a su lanzamiento destacaba por un gran manejo -que luego perdió- pasó de ser opción solo por precio para ser también referencia en seguridad al ser el único con seis bolsas de aire en todas sus versiones en su categoría. En 2022, el March debe recibir también control electrónico de estabilidad. El buen manejo también volvió, lo que se agradece y mucho. Kicks, que nunca fue un mal producto, necesitaba solo más seguridad y ahora, con control de estabilidad y seis bolsas de aire en todas sus versiones, pasa a merecer el liderazgo que ostenta.
Pero el cambio más radical se dio con el Sentra, que salió de su generación mediocre para ser una de las mejores opciones en su clase, aunque siga mereciendo un motor más enjundioso. Una versión Nismo en la plataforma actual será mucho más adecuada que la que existió en la anterior.
No era difícil mejorar lo que era malo o mediocre, pero hacerlo con un producto como la NP 300 y NP 300 Frontier sí era mucho más complicado y el resultado, aunque no tan espectacular como en los mencionados anteriormente, fue también muy bueno. Al igual que en los demás casos, lo que más se agradece es la mayor seguridad ahora ofrecida. Aún me faltan vehículos nuevos por manejar, como la Frontier V6 y la Pathfinder, el detalle ahora es que si la expectativa era baja en la mayoría, su evolución nos eleva el rango de qué esperar de nuevos productos, incluyendo el nuevo Z.
Sí, el aniversario es de Nissan pero es el consumidor el premiado con mejores opciones de vehículos que llegan justo de la marca que más autos vende, que más distribuidores tiene, que más oferta de crédito otorga. Parece que la vida realmente empieza en los 60.