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Cutlass Eurosport de Chevrolet, el auto deportivo de lujo que sedujo a México

Se le considera el padre de los sport sedán de lujo en México.

Cutlass Eurosport de Chevrolet, el auto deportivo de lujo que sedujo a México

Fue allá, por el 2000. Era de noche y viajaba en el asiento del copiloto, íbamos de regreso a casa tras un día de trabajo. Tan sólo era un niño de 12 años. De pronto, en un semáforo, un Dodge Neon R/T nuevecito se nos emparejó y nos empezó a picudear. Mi primo, muy tranquilo me dijo, cuánto a que lo dejo atrás. Antes de que pudiera emitir una respuesta, su mirada cambió y se puso en modo ataque. Sólo alcancé a ajustar el cinturón cuando la luz cambio a verde, y fue ahí, cuando por vez primera escuché el excitante rugir del seis cilindros, y vi como de a poco, aquel auto del año comenzaba a quedar atrás. No sé, si fue el auto, o el piloto, pero lo vencimos ¿Qué auto manejaba mi primo Abraham? Un Cutlass Eurosport dos puertas manual.

EURO, EUROSPORT…

Tal y como quien escribe este artículo, hay muchas personas que tienen un pasaje que contar con uno de estos icónicos automóviles, que enamoraron y fueron el objeto de deseo de muchos mexicanos a finales de la década de los ochenta y bien entrados los mediados de los noventa. Por ello, en esta ocasión, El Retrovisor de Autocosmos, rescata la historia del Cutlass Eurosport, un auto querido y admirado como pocos.

Fue justo en 1985 cuando en México entró en vigor un decreto que prohibía la comercialización de autos de ocho cilindros. De pronto, el mercado prescindió tanto de aquellos enormes y lanchones sedanes de lujo, como de los muscle-cars mexicanos. Por ello, las marcas aquí establecidas comenzaron a ingeniárselas para compensar este cambio en el mercado mexicano. Pero la labor no era fácil, ya que su nueva línea de producto tenía que ser tan y más atractiva que los productos salientes.

En el caso concreto de General Motors, desde 1982, la firma ya llevaba comercializando los Chevrolet Citation y Celebrity, construidos sobre la plataforma A de tracción delantera, pero tenía que encontrar sustitutos para los Montecarlo y Caprice lo más pronto posible. Además, tenía que hacerlo de la forma más barata y atractiva posible. Y la respuesta la encontró en los primos de las otras marcas. Es así, que en 1986 arriba el lujoso Century (de origen Buick) que comparte arquitectura y motorizaciones con los modelos antes mencionados.

No obstante, General Motors consideraba que existía un hueco para agregar un modelo más, sólo que este debía ser lujoso (no tanto como el Century), pero también deportivo. Por lo que después de hacer varios estudios, increíblemente se descartó la idea de adoptar el Pontiac 6000 y en su lugar se tomó la decisión de traer el Oldsmobile Cutlass Ciera.

Cuando este automóvil inicio su andar comercial en México en 1987, en un principio se le conoció como Cutlass de Chevrolet, dato, que no sólo podemos comprobar en los anuncios televisivos que tu mismo puedes encontrar en internet, sino también, fue algo que nos corroboró Mauricio Molina fundador del Club Nación Multiport, especializado no sólo en este automóvil, sino también en sus hermanos de plataforma.

Por sí sólo, el Cutlass, que era fabricado en la planta de Ramos Arizpe, Coahuila, era un automóvil de un atractivo especial, era lujoso, y tenía un estilo que de inmediato cautivó a los compradores. Sin embargo, en el catálogo, destacaba la versión Eurosport, de marcado estilo deportivo. Algo evidenciado en los comerciales, donde se le relacionaba a un cohete y que a su vez se inspiraba en su identidad como Oldsmobile.

Estéticamente, las versiones Eurosport, disponibles en carrocerías de dos y cuatro puertas, se distinguían por la carrocería bitono, rines deportivos, faros de niebla, un discreto kit aerodinámico y la posibilidad de montar un alerón en la parte trasera. Esto sin olvidarse de los anagramas Eurosport. Puertas adentro, destacaba la computadora de viaje con 17 funciones (uno de los primeros autos en montar este elemento), así como el volante y asientos de cubo deportivos.

Si bien compartía el motor V6 de 2.8 L “Fuel Injection” capaz de producir 130 hp con sus hermanos de gama, el Cutlass Eurosport, se distinguía por poseer un sistema de escape que recibió algunas modificaciones para adquirir ese sonido ronco, que incluso hoy sigue causando sensación. General Motors, también presumía haberlo dotado de una suspensión deportiva (McPherson adelante, barra con brazos de control atrás). Además, de la caja automática de tres velocidades, también podría adquirirse con una manual de cinco.

Por cierto, Mauricio Molina, hace una acotación muy importante, al recordar, que 1986 General Motors experimentó con el Celebrity Eurosport, que sólo se vendió ese año, pero cuya experiencia se aprovechó para darle vida al Cutlass Eurosport, que, al combinar, deportividad con lujo y un diseño señorial, se le considera como el primer auto que capitalizó el concepto de “sport sedán premium” en México. Y es precisamente, lo que lo hizo un automóvil realmente exitoso.

Debido a que al 2.8 L le hacía falta un poquito más de poder para poder destacar como un deportivo, en 1989 el Cutlass Eurosport recibe su primera mejora técnica importante al introducir el icónico motor de 3.1 Litros MPFI capaz de entregar 140 Hp de forma oficial, ya que según lo que la gente cuenta, en realidad eran 160 caballos de fuerza. Y a partir de este momento, comienza la leyenda de este automóvil como un deportivo más serio.

En cuanto al apartado estético, la primera actualización importante llega en 1991 y es aquí donde aparecen las calaveras con nuevo diseño, nuevos tonos para la carrocería monotono, al mismo tiempo que se integren unos rines más modernos tomados del Pontiac 6000. Adentro se integra un nuevo cuadro de instrumentos.

Sin embargo, lo que se llevas las palmas es que kit aerodinámico que luce más intimidante. Y sí, Maurio nos confirma que la leyenda de que este elemento se diseñó en México, pero que de forma curiosa se importaba desde Canadá. Por cierto, para estas alturas, este automóvil se olvidaría de su parentesco Chevrolet y sólo se anunciaría como Cutlass/Eurosport de GM.

Para este año Cutlass ya se había afianzado en el gusto del comprador mexicano. Y sorprendentemente se mantenía en el gusto del consumidor a pesar de que en 1991 se aprobó la importación de autos extranjeros, que en su mayoría eran de lujo o deportivos. Y si bien eran tecnológicamente más avanzados, no contaban con la fama de confiable que se había hecho este sedán deportivo de General Motors.

La última actualización del Cutlas Eurosport llegó en 1993 y se limitaba a unos nuevos rines y detalles de equipamiento mínimos, pero que le ayudaron a extender su vida algunos años extra. Pero, ya con nueve años a espaldas y una competencia más férrea, el fin de producción de este automóvil que sedujo a muchos mexicanos llegó en 1996.

Una versión que es en especial recordada es el Fórmula ES que destacaba por su carrocería blanca y rines de este mismo color, así como unos anagramas con el nombre de la edición a los laterales.

PASIÓN QUE SE COMPARTE

Sorprende que, a pesar de los años, el Eurosport siga teniendo una basta legión de admiradores. Y no necesariamente de conductores melancólicos que tuvieron uno, sino, que es bastante común que entusiastas más jóvenes tengan uno. Un buen ejemplo, es precisamente Maurio Molina, que es el orgulloso dueño de un Cutlass Eurosport 1993 de dos puertas color vino, cuyo estado de preservación es poco menos que magnífico.

Mauricio, que tiene poco más de tres décadas de vida, precisa que el amor por este auto nació cuando era niño. No recuerda, bien como o cuando fue, pero lo que sabe, es que en algún momento se quedó completamente enamorado por el seductor sonido del motor y desde ese momento supo que algún día tendría uno.

“De hecho, este es mi segundo Eurosport. Cuando apenas tuve la edad suficiente para trabajar, ahorré cada peso para comprarme uno de color blanco y terminé que enamorarme, pero como mi economía no era del todo sólida me vi en la penosa necesidad de venderlo”, rememora con tristeza.

“Hace cinco años, ya con una fuente de empleo mucho más estable, inicié la búsqueda de un automóvil y empecé a considerar automóviles de agencia. Hice pruebas de manejo y todo, pero ninguno me enamoró, no lograba conectar. Una noche, más por ocio navegué en internet y me encontré con que alguien vendía un Cutlass Eurosport y al día siguiente contacté al vendedor y con solo ponerme tras el volante, supe que era el auto que estaba buscando”, recuerda evidentemente emocionado.

Y aunque hoy su auto, luce en perfectas condiciones, abunda en que el anterior dueño, si bien o había mantenido en optimas condiciones, lo había descuidado del exterior, así que procedió a hacerle algunos arreglos cosméticos y mecánicos menores, que bastaron para devolverle el brillo a este auto.

Esta pasión por lo Cutlass lo llevó a conocer a mucha gente que, como él, eran entusiastas de este tipo de autos, así como de sus hermanos, así que, en conjunto con algunos amigos, hace tres años comenzaron la labor de crear el Club Nación Multiport.

Lo que más sorprende es que lo que nació como un hobbie, ha terminado por convertirse en uno de los clubes de autos más prolíficos de todo el país, sumando miembros de muchos estados de la República. “En Tamaulipas, nos tuvimos que ver en la necesidad de dividir el club en sección norte y sur, esto debido a la alta cantidad de entusiastas en aquel estado”.

“Aún estamos en pláticas con las autoridades que se encargan de regular los clubes oficiales, pero vamos por buen camino. No sólo se trata de tener miembros, sino también de tener una excelente organización, conocimiento y sobre todo ganas”, señala. “Ha sido un gran trabajo, pero ha valido la pena”.

YO SOY TU AMIGO FIEL

-Mauricio, si tu auto estuviera vivo ¿Qué palabras le dedicarías? - fue la última pregunta que le hice antes de concluir la entrevista, a lo que respondió con la voz entrecortada: “Le diría, que estoy muy feliz con él, que siento una conexión muy especial cuando lo manejo. Que ese sonido del escape, me sigue gustando y que puede estar seguro que lo seguiré cuidando para que este en las mismas condiciones de como cuando era nuevo”. Por cierto, Mauricio espera tener su Eurosport, por lo menos otros 20 años o hasta que la muerte nos separes. Básicamente, como un matrimonio.

Tras, conocer la historia de Mauricio, y tras relacionarla con la anécdota que abre este artículo, me queda claro que Cutlass Eurosport generó un impacto al que muy pocas personas pudieron resistirse.

 

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