Honda es una marca que constantemente se encuentra innovando, siendo una de las primeras en aventurarse en el segmento de los autos híbridos y eléctricos, y una de las que pareciera explotar en menor medida todo ese expertiz.
Como el más claro ejemplo, y por si no lo sabías, tenemos al extinto Honda CR-Z, el primer híbrido deportivo de la marca lanzado en el año 2010. Éste modelo pasó prácticamente sin pena ni gloria, al menos en nuestro mercado, reflejando un bajo volúmen en ventas debido a que la tecnología utilizada para impulsarlo, aún era todo un misterio para los usuarios, comprometiendo fiabilidad y credibilidad.
Pero mucho antes de éste, se lanzaba el Honda EV Plus, el primer coche eléctrico de la firma nipona, mismo que comenzaría a recorrer el complicado camino de la movilidad alternativa, siendo 1997, el año de su lanzamiento. Éste, por supuesto no fue el primer eléctrico en el mundo, pero si el primer modelo en renunciar a las baterías de ácido-plomo que se utilizaban en ese entonces para optar por unas de nueva tecnología.
Antecedentes
El proyecto de desarrollo de vehículos eléctricos de Honda, data del año de 1988, en donde la intención era el desarrollo de coches que puedieran alimentarse con energía solar, tal y como lo hacían en la carrera de World Solar Challenge (WSC) celebrada en Australia.
Al inicio, la investigación recaía en un equipo de trabajo de solo cuatro personas, que tomaron el chasis del Honda CR-X para comenzar a fabricar el primer prototipo con etiqueta ecológica de la marca.
Preparando motores
Para el año de 1990, el equipo de desarrollo ya sumaba a más de 100 integrantes en sus filas; y un año más tarde se oficializó el lanzamiento del primer concepto eléctrico que tomaba como base al Honda Civic de tres puertas, con un motor y batería procedentes de proveedores externos, todo esto a manera de ensayo.
El Salón de Tokio de 1993 llegó y con él una serie de prototipos que adelantaban el futuro de las diversas marcas asistentes al autoshow, entre ellas Honda y su concepto mejorado, bajo la denominación de EV-X Concept, un auto que ya era funcional y contaba con una autonomía de 50 kilómetros.
Posterior a esto llegó el Honda CUV-4, otro prototipo que sí fue llevado a producción, aunque de forma limitada, fabricando solo 10 unidades que servirían como mulas de prueba durante dos años. Éstos recorrieron un total de 130,000 kilómetros por las calles de California, y tenían una batería hecha a base de plomo y ácido, misma que tuvo que ser modificada por el importante deterioro que tenían con respecto al clima de altas temperaturas.
Aquí llegó uno de los retos más importantes para Honda, pues dejó de utilizar el paquete de baterías tradicional para migrar a una nueva de níquel-metal hidruro, que sería mucho más resistente, misma que, tiempo después, se utilizó por diversas marcas para sus nuevos desarrollos ecológicos.
Listo para debutar
Con una serie de modificaciones estéticas y mecánicas, y después de someterse a varias pruebas, el primer EV de Honda estaba práticamente listo, solo faltaba la aprobación de Nobuhiko Kawamoto, en ese entonces CEO de Honda Motor Company, para comenzar su proceso de producción y promoción.
El vehículo fue aprobado y gracias a la fé que tenían en el proyecto, el vicepresidente de Honda, el señor Hiriyuki Yoshino, dio la instrucción de que el lanzamiento se daría de forma simultántea, tanto en Japón como en Estados Unidos, que en ese momento era un mercado potencial para la marca.
Finalmente llegó el año de 1996, en donde mediante el lanzamiento simultáneo se dio a conocer el primer eléctrico de producción en masa de Honda, siendo un año más tarde cuando saldría la primer unidad ensamblada de la planta de Takanezawa, en la prefactura japonesa de Tochigi, el mismo centro de producción donde se fabricaban el Honda S2000 y el Honda NSX.
Impulsado por…
El Honda EV Plus, estaba equipado con un motor eléctrico capaz de desarrollar un total de 65 Hp, la potencia era enviada a las ruedas delanteras y la velocidad máxima de 130 km/h. Como lo mencionamos anteriormente, la batería estaba fabricada en níquel-metal hidruro con capacidad de 28.7 kWh, presumiendo de una autonomía de hasta 200 kilómetros.
Asimismo, utilizaba tecnología de frenada regenerativa para poder mantener el rango y maximizar la duración durante recorridos largos.
En total fueron fabricadas 340 unidades, que fueron destinadas en mayor medida al mercado de Estados Unidos, sólo una decena se quedó Japón y el resto se fue a Europa.