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Volkswagen Jetta ¿por qué es el sedán compacto más vendido en México?

Analicemos cuáles son las causas de su éxito.

Volkswagen Jetta ¿por qué es el sedán compacto más vendido en México?

El Jetta es un automóvil que no necesita presentación. A lo largo de siete generaciones se ha ganado un lugar entre los consentidos del mercado mexicano (incluyendo, por supuesto a los Atlantic y Bora) que, desde hace ya varios años, lo han elegido como el sedán compacto líder en cuanto a ventas se refiere en nuestro mercado.

Su éxito, sin duda es innegable. Pero ¿cuáles han sido las claves de su éxito? Precisamente, en este artículo trataremos de resolver el porqué de su altísima popularidad, misma que de forma casi increíble, ha resistido el embate de nuevos y cada vez más complicados rivales.

EXPERIENCIA Y REPUTACIÓN

La historia del Jetta ha pasado por mejores momentos que otros. Sin duda, las primeras tres generaciones las podemos catalogar como de experimentación y aprendizaje. Ya que, en ellas, la marca fue puliendo el producto para cada vez hacerlo más atractivo en el mercado estadounidense, donde históricamente ha ostentado el puesto como el Volkswagen más vendido en el país vecino.

Sin embargo, con la cuarta generación llegó la consolidación y con ella, se forjó de una reputación que hoy sigue vigente. No hay que olvidar que el MK4 que se hizo famoso por su calidad y la excelente campaña publicitaria de “Todo el mundo tiene un Jetta, al menos en la cabeza”; estuvo en venta en el mercado mexicano entre 1999 a 2015. De hecho, su éxito, le permitió coexistir con la quinta (Bora) y sexta generación, convirtiéndose en todo un Clásico, literalmente.

El Bora, siguió manteniendo el liderato, pero con la llegada de a sexta presentada en 2010 y con su afán de encajar en el gusto estadounidense, perdió ese toque de sofisticación alemana, para presentarse como una involución en todos los sentidos. Probablemente, este sea el patito fea de la familia.

Pero con la séptima y vigente generación, Volkswagen aprende del pasado y vuelve a presentar un producto sólido, ágil y hasta deseable. Incluso, para bien o para mal, es hasta maduro, olvidándose del auto juvenil que alguna vez fue. Asimismo, tampoco volvió a retornar con la misma fuerza de antes y esto, más que por fallas importantes, se debe a una competencia que realmente le ha acortado camino.

OFERTA VARIADA

Al ser fabricado en México y participar en uno de los segmentos más importantes de nuestro mercado, esto hace que sea posible una saludable cantidad de versiones. Ya no es como a principios de milenio, cuando era posible adquirir hasta 15 variantes diferentes. Pero aun así tenemos una oferta muy bien escalonada compuesta por los Jetta: Trendline, Comfortline, R-Line y Highline. Aunque claro, también habría que sumar al deportivo GLI.

Sin importar la versión, de serie buenos niveles de conectividad, así como seis bolsas de aire, frenos con ABS y control electrónico de estabilidad (ESC). Aunque ya en las variantes tope encontramos clúster digital, cargador inalámbrico, entre otros..

Eso sí, la relación valor-precio dejó de ser el fuerte de Volkswagen desde hace mucho tiempo, y fiel a su costumbre, el precio del Jetta es ligeramente superior al de sus rivales más próximos.

Con la desaparición de las versiones TDi, esperamos que Volkswagen pronto amplíe su oferta mecánica, con variantes híbridas o eléctricas que lo posicionen como un auto referente en cuanto a tecnologías verdes.

MANEJO APLOMADO

Aunque el Jetta MK7 fue diseñado con el mercado estadounidense como principal objetivo (de hecho, abandonó Europa desde hace algún tiempo), aún podemos encontrar un poco de ese manejo de toque europeo que tanto gustó en el pasado.

Aunque claro, de compacto, ya no tiene mucho y es que el Jetta se estiró hasta los 4,697 mm y en la báscula marca 1,830 kilogramos.  Por cierto, este auto adopta la moderna y versátil plataforma MQB que ya utilizan prácticamente todos los modelos de motor transversal de grupo Volkswagen

Todas las versiones son impulsadas por el conocidísimo motor de cuatro cilindros de 1.4 Litros TSI que entrega 150 Hp y 184 lb-pie de torque que se asocia a una transmisión manual o automática Tiptronic, ambas de seis velocidades.

Se planta bien y transmite confianza para ir a buenos ritmos. Tiene ese aplomo de buen auto alemán que tanto gusta. Incluso, más allá del eje rígido torsional atrás, el ajuste de la suspensión está más orientada a la comodidad que a la deportividad.

Si lo que quieres es elevar tus pulsaciones, debes de volver a ver al Jetta GLI, que con sus 230 Hp y alguno que otro truco bajo la manga, se convierte en uno de los sedanes compactos más rápidos en la actualidad.

CONCLUSIÓN

El Jetta no volverá a ser el auto aspiracional que alguna vez fue. Eso queda claro. Una ardua competencia que aprovechó las carencias de la generación pasada y un mercado enamorado de las SUV podrían ser la clave de esto.

Es cierto, en el camino ha perdido un poco de su identidad histórica, ya no es el referente tecnológico que marcaba la pauta a seguir entre sus rivales, pero no por ello es un producto malo, sino que en realidad es un auto muy equilibrado que deja un buen sabor de boca, sobre todo en cuanto a aspecto dinámico se refiere. Y es que para ser sinceros el 1.4 L TSI aún goza de un gran balance entre performance y consumo. Ningún rival con propulsor atmosférico es tan veloz y eficiente como el Jetta. No por nada, lidera las ventas en su segmento.

Probablemente, lo peor que aqueja al Jetta es su relación valor-precio, que no es la mejor, pero su fama se lo permite. Y la verdad, es que este sedán tiene un público cautivo que está dispuesto a pagar un extra con tal de manejar un Jetta, un auto que al final del día, sigue contando con un gran reconocimiento por parte del público general y ni que decir de su extensa legión de fans.

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