La estrategia en electromovilidad a la que está apostando la marca alemana, hace bastante que está permeando en su programa deportivo. Sin embargo, hace unos días, la directiva de Volkswagen ha decidido tomar una posición más drástica, para así alinear completamente su planificación en todos los frentes. Esto significa que Volkswagen se alejará de todas las categorías deportivas donde aún se compitan con motores de combustión interna, al menos desde una perspectiva oficial - los equipos privados podrán seguir utilizando modelos de Volkswagen.
Volkswagen basará su estrategia en dos pilares fundamentales para su agenda competitiva. El primero, tiene que ver con el deportivo eléctrico ID.R, llamado por la marca un "pionero" en la electromovilidad, marcando récords en Pikes Peak, Nürburgring, Goodwood y Tianmen como muestra de los alcances tecnológicos que puede hacer Volkswagen en materia de ingeniería. Volkswagen Motorsport seguirá desarrollando nuevos prototipos para la familia ID, basados en la plataforma modular eléctrica (MEB), que será el segundo pilar de la marca y con justa razón, puesto que será la matriz de sus futuros vehículos de producción.
"La movilidad eléctrica ofrece un alto potencial para desarrollarse, y en ese sentido el motorsport puede ser un catalizador: por un lado, sirve como laboratorio dinámico para el desarrollo de futuros modelos de producción y por el otro, una plataforma de marketing que inspire a la gente a confiar en la electromovilidad," explica el director de Volkswagen Motorsport, Sven Smeets. "Por eso es que nos vamos a concentrar más que nunca en equipos de fabrica con autos eléctricos y en nuestros compromisos y actividades relacionadas con el desarrollo de la plataforma MEB. Nuevas tecnologías relevantes para desarrollar el auto del futuro es nuestro foco."
Asimismo, el programa de Volkswagen para privados también será electrificado. Primero se evaluarán las disciplinas, plataformas y tipos de auto a participar.
Al mismo tiempo, se comenzarán a dar de baja algunos programas, como el Golf GTI TCR, que termina su producción a finales de este año, sin sucesor, pero con el compromiso de fábrica de seguir desarrollando servicios y piezas para quienes vayan a mantener sus autos. El Polo GTI R5 tendrá un destino similar, aunque seguirá en producción por un tiempo, si bien Volkswagen no tendrá más equipos oficiales con el modelo.
El plan de Volkswagen, de ser exitoso, podría incluso hacer que otras marcas quieran seguir su camino, lo que nos conducirá inevitablemente a un deporte motor cada vez más electrificado.