Vende tu auto
Prueba de Manejo

Volkswagen Jetta 2019 a prueba

¿Podrá la séptima generación volver a colocarse en la cabeza de todos los mexicanos?

Volkswagen Jetta 2019 a prueba

Pocos autos son tan representativos en nuestro mercado como el Volkswagen Jetta; el Tsuru, la Estaquitas y evidentemente el Vocho también forman parte de esa reducida y exclusiva lista. Cualquiera de estos vehículos trasciende el concepto de transportación para el que fueron creados y se convirtieron en parte de nuestra cultura.

El VW Jetta está por alcanzar su cuarta década de vida, para nuestro mercado se ha fabricado desde siempre en la planta de la firma en Puebla, y con la que nos ocupa el día de hoy, son ya siete generaciones del modelo.

Sin embargo, no siempre se llamó Jetta, el MK1 se comercializó como Atlantic, mientras que el MK5 fue bautizado como Bora ante la decisión de mantener al MK4 en el mercado. Pero si quieres saber más detalles acerca de las siete generaciones, aquí te dejamos un repaso por cada una de ellas.

No es ningún secreto que el Jetta dio un par de pasos hacia atrás con la llegada del MK6, debido a que se empeñó en competir de frente con Honda Civic y Toyota Corolla en EU, cuyos precios iniciales siempre fueron mucho más bajos. Los fieles y apasionados clientes del Jetta no recibieron con agrado esa situación y aunque se mantuvo como un superventas de su categoría, perdió ese estatus de referente y rival a vencer.

La séptima generación del Jetta adopta por fin la moderna y versátil plataforma MQB que ya utilizan prácticamente todos los modelos de motor transversal de grupo Volkswagen; Golf, Tiguan, A3, Q2, León, Ateca y un largo etc. También dará gusto a más de uno la decisión de abandonar los veteranos bloques L4 de 2.0 litros y L5 de 2.5 litros en favor del ya conocido y muy aplaudido 1.4 litros TSI.

La gran pregunta entonces es: ¿será capaz el Volkswagen Jetta MK7 de volver a estar en la cabeza de todos?
 

Precios Volkswagen Jetta 2019
VW Jetta Comfortline $329,900 pesos
VW Jetta R-Line $372,900 pesos
VW Jetta Highline $422,900 pesos

Mecánica controvertida…

El propulsor de cuatro cilindros turbo de 1.4 litros es una apuesta segura, lo encontramos con gran frecuencia en productos de Audi, SEAT y evidentemente Volkswagen, pocos motores ofrecen tan buen balance entre eficiencia y capacidad de respuesta. En el caso del Jetta 2019, entrega 150 hp y 184 lb-pie de torque, colocándose en términos de par, en la parte más alta de la categoría con la misma cifra del Mazda 3 con motor 2.5, aunque con las claras ventajas que ofrecen los motores sobre alimentados considerando la altura sobre el nivel de buena parte de los mercados importantes del país.

Cuando se presentó hace un par de meses en el Auto Show de Detroit y se anunció que para EU la transmisión sería automática de 8 velocidades, propios y extraños nos aventuramos a especular que para México, la elección sería una DSG. Siguiendo la misma estrategia que se definió para la Tiguan. Sin embargo, no fue así, y el Volkswagen Jetta 2019 incorpora una caja automática Tiptronic de 6 velocidades y sé que no será muy popular esto que voy a decir, pero creo que no es una mala decisión por parte de la marca ya explicaré más adelante porqué.

 

Es 43 mm más largo que antes, con un total de 4,697 mm, que lo convierte en el más largo de la categoría, apenas 31 mm más que el Chevrolet Cruze, y unos cuantos más que Corolla y Civic. Aunque en distancia entre ejes, con 2.68 metros está prácticamente parejo con respecto de prácticamente todos sus rivales. Al adoptar la plataforma MQB, el peso se redujo en 100 kilos aproximadamente, y aun así, se ubica en la parte superior del segmento en ese aspecto, ahora detiene la báscula en los 1,373 kilos hablando de la versión automática.

Por último, la geometría de suspensión es de eje rígido torsional para el eje trasero, ¿la razón? Ofrecer la cajuela más grande de la categoría, que con 510 litros vaya que lo es, con lo cual se queda un paso atrás de competidores como Civic o Mazda 3 que utilizan esquemas multibrazo.

En materia de seguridad no hay quejas, todas las versiones llegan con seis bolsas de aire, frenos de disco en las cuatro ruedas, ABS, ESP y en el caso de la tope de gama (Highline), suma sensor de punto ciego y cámara de reversa.

Interior bien logrado

El interior resultó una grata sorpresa, el lenguaje de diseño con perfiles marcados y angulosos de la carrocerría se mantiene, con una calidad de ensamble y materiales de muy buen nivel. El tablero es de plástico suave al tacto y gracias a los insertos en, tono grafito y acabado piano, así como los remates metálicos en botonería y volante, se logra una atmósfera agradable, sobria y de buen gusto.  

En cuanto al equipamiento, destaca la pantalla táctil de 8” de muy buena resolución y brillo, que además reacciona súper rápido, con la misma velocidad a la que nos tienen acostumbrados los teléfonos de última generación. Es compatible con Apple Carplay, Android Auto e incluso Mirrorlink.

Del lado del confort encontramos climatizador automático de dos zonas, volante multifunción, quemacocos de buen tamaño con cortinilla translucida, de la cual no soy fan, ya que se calienta mucho el interior, habría preferido una persiana gruesa más clásica y que aísla mejor. Pero es cuestión de gustos. Por su parte, los asientos están forrados en leatherette (cuero sintético), ofrecen buena sujeción y son cómodos para viajes largos, adicionalmente, cuentan no solo con sistema de calefacción, sino de enfriamiento también, un detalle que francamente me agradó mucho.

En la parte de atrás hay muchísimo espacio para las piernas, dos adultos viajarán con total comodidad, ya que un tercer ocupante, aunque cabe bien, va a provocar que vayan ligeramente apretados. Hay dos aspectos que vale la pena mencionar cuando se viaja en la banca posterior; por un lado, faltan amenidades como puerto USB, salidas de aire o cargador de 12V y por el otro, no están presentes las decoraciones e insertos que encontramos en las puertas frontales, con lo cual la experiencia es ligeramente inferior.

¿Y cómo se maneja?

Quizá el enterarte que el Jetta 2019 opta por una caja Tiptronic de seis velocidades no te hizo muy feliz, ¿cómo se atrevió Volkswagen a negarnos la DSG, aunque fuera la más veterana de seis cambios? Pero antes de que desates toda la furia en redes y/o en los comentarios, déjame explicarte las razones y el por qué, creo que, considerándolas, no es mala decisión.

En primera instancia, es inviable comercializarlo en nuestro mercado con la caja automática de 8 velocidades con la que se venderá en EU, sería muy caro. Segundo, el Jetta no se venderá en Europa, entonces no hace sentido desarrollar variantes de doble clutch. Con lo cual, la opción para mantenerlo en precio competitivo es recurrir a la robusta y confiable Tiptronic de seis velocidades, que ciertamente, está lejos de ser lo rápida que es una DSG, pero que en cambio será una aliada valiosa hablando de confiabilidad en el mediano y largo plazo.

Adicionalmente, al estar asociada al magnífico 1.4 litros TSI que tiene un amplísimo rango de par, me topé con que la caja no tiene problema para encontrar siempre un radio en donde se puede explotar adecuadamente la potencia del motor, e incluso en las transiciones, aunque es cierto que cae bastante el tacómetro, se mantiene en un rango en donde hay suficiente par para acelerar con bastante agilidad. Entonces, el Jetta 2019 aun con la adopción de una caja Tiptronic de seis marchas se siente suficientemente ágil y ofrece una respuesta decorosa, alegre incluso, aunque tampoco la podría calificar de deportiva, pero siendo honestos ninguno del segmento ofrece una caja particularmente rápida y explosiva.

El Jetta MK7 se planta bien y transmite confianza para ir a buenos ritmos, por lo menos en el breve tiempo que pude manejarlo no me pareció que la geometría de la suspensión trasera se tradujera en un comportamiento nervioso o transmitiera inseguridad, por el contrario, tiene ese aplomo de buen auto alemán que tanto gusta. Incluso, más allá del eje rígido torsional atrás, el ajuste de la suspensión tanto en altura como en rigidez es lo que define al renovado sedán de Volkswagen como un vehículo más orientado a la comodidad que a la deportividad. Ya que, al entrar en caminos con curvas, se percibe más balanceo de la carrocería del que me habría gustado, un precio que hay que pagar para no estresarse o sufrir de más con el deplorable estado de nuestras calles.

En lo general el nuevo Volkswagen Jetta 2019 me deja buen sabor de boca con un buen balance entre comodidad y desempeño.

¿Volverá a estar en la cabeza de todos?

Probablemente no, si bien es cierto que es una gran noticia para Volkswagen, el mercado en general y el segmento que el renovado Jetta sea otra vez un producto altamente competitivo y en definitiva será un super ventas. No volverá a ser ese auto aspiracional y deseado por todos, ya sea entusiastas, familias o jóvenes, y la razón no tiene nada que ver con el Jetta, porque en verdad es buen producto, sino que tiene que ver con el hecho de el mercado ya cambió y que ese vehículo aspiracional, que todos quieren tener ahora es una SUV, por lo que en ese sentido, el verdadero reto de la firma es posicionar ahí a la Tiguan.

De cualquier forma, la categoría de los sedanes compactos sigue siendo importantísima y el Jetta MK7 jugará un rol protagónico en ella, de eso no queda la menor duda. 

 

Volkswagen Jetta - ¿Volverá a estar en la cabeza de todos? | Autocosmos

Rubén Hoyo recomienda