Antecedentes
La nomenclatura GTS (Gran Turismo Sport) se empleó por primera vez en un Porsche en el año de 1964, concretamente en el modelo 904. Un pequeño vehículo de motor central que competió en la categoría Gran Turismo del Campeonato Mundial de Resistencia, en la categoría de hasta 2 litros y del cual se construyeron 120 unidades.
En la actualidad, al escuchar de una versión GTS de Porsche, lo primero que se nos viene a la mente es más valor, así como el eslabón entre los modelos civilizados (de calle) y los más extremos (de pista) que generalmente cuentan con apellidos de abolengo como: GT3 GT4, Turbo o Turbo S
Por fin, la interesante versión GTS está disponible en el coupé más pequeño de la firma alemana Porsche, misma que se ubica entre el Cayman S y el GT4.
Precio: $1,297,889 pesos
Características técnicas y mecánicas
El motor es el mismo 3.4 litros que equipa el Cayman S, sin embargo aquí se ofrecen 15 hp más y 7 lb-pie de torque adicionales, para hacer un total de 340 hp y 280 lb-pie de torque que envía la potencia al eje posterior vía la soberbia transmisión PDK de doble clutch.
Al ser una variante GTS cuenta con una pléyade de elementos de serie que en otras versiones son opcionales y por lo tanto con cargo extra. Encontramos el sistema de suspensión activa PASM (Porsche Active Suspension Management), el paquete Sport Chrono que más allá de ofrecer un bonito reloj en la parte superior central del tablero, nos permite acceder al modo Sport Plus (que significa cambios a mayor régimen, suspensión más rígida y una respuesta más sensible del pedal de acelerador, así como el divertidísimo Launch Control).
En materia de seguridad encontramos bolsas de aire, ABS, ESP (que evidentemente se puede desactivar para jugar un poquito más), Control de Tracción, Sensores de estacionamiento y cámara de reversa.
Por lo que hace a la parte visual, este Cayman GTS se distingue del resto de sus hermanos por un kit estético que consiste en: fascias con elementos en color negro mate, perfil negro en faros y calaveras que también son ahumadas, rines Carrera S de 20 pulgadas también en color negro, un escape diferente y que es 20 mm más bajo.
Confort
En el interior encontramos superficies y materiales de impecable factura, con ese lenguaje de diseño que emplea gran cantidad de botones ubicados en consola central y tablero. Sobra mencionar que el habitáculo ofrece una atención al detalle sobresaliente, con superficies en aluminio en pomo de palanca de cambios o paletas ubicadas detrás del volante, así como numerosos insertos metálicos, cuero y alcántara que le confieren una apariencia suntuosa pero sin perder un ápice de deportividad.
Nuevamente al ser una variante GTS encontramos ciertos elementos especiales como volante y cielo forrados en alcántra, asientos de cubo Porsche Sport Seats Plus con las siglas GTS grabadas en las cabeceras, así como el círculo central del cluster de instrumentos en color rojo también con las siglas GTS.
Nos sorprendió que el climatizador no era automático y aunque podemos observar la intensidad de funcionamiento, así como si se trata calor o frío mediante displays monocromáticos, al final es un sistema analógico tradicional.
Es un biplaza que ofrece buenos niveles de habitabilidad, incluso para pasajeros de talla grande. Sin embargo no podemos olvidar que está muy cerca del piso y aunado al hecho de que incorpora asientos de cubo, la operación de subir y bajar se puede complicar si no se trata de una persona que no goce de cierto grado de flexibilidad y fuerza.
Manejo
El Cayman GTS con su motor de 3.4 litros de 340 hp se queda apenas a 10 caballos del 911 Carrera, sin embargo es importante destacar que aquí tenemos motor en posición central y algunos kilos menos.
Este maravilloso bóxer de seis cilindros sube de vueltas con mucha facilidad y lo hace hasta las 7,400 revoluciones, momento en el cuál emana una de las notas más adictivas y atractivas que se pueden escuchar. Es un hecho que la era de los motores atmosféricos está llegando a su fin, y ni los Porsches como este se van a salvar, de hecho ya está confirmado que versiones turbo tanto del Cayman como del Boxster vienen en camino, así que bien vale la pena disfrutar de este grandioso exponente de las mecánicas de aspiración natural mientras todavía se puede.
La PDK es simplemente fantástica, rapidísima y aguanta los cambios tanto como sea necesario para jamás comprometer el performance.
Por su parte la dirección es rápida y fidedigna con lo que sucede en las ruedas delanteras, tanto que resulta difícil creer que sea de asistencia eléctrica, por mucho la mejor dirección de este tipo que hay en el mercado.
El Cayman GTS es uno de los deportivos más comunicativos, precisos y divertidos que hay. Es un auto mucho más enfocado en transmitir tantas sensaciones al conductor como un nervio expuesto que en una velocidad máxima muy elevada, tampoco se trata de entregar aceleraciones ya sea de 0 – 100 km/h o de cuarto de milla abrumadoras (aunque ahí lo puede hacer con bastante decoro). Lo cierto es que por 1.3 millones de pesos hay autos que ofrecen mejores números en los aspectos antes señalados, sin embargo cuando se trata de disfrutar el manejo, curvear con un agarre casi infinito y sentir absolutamente todo lo que sucede ya sea en los neumáticos, motor e incluso transmisión, el Cayman GTS es un campeón indiscutible.
Claro que no todo es miel sobre hojuelas, en aras de entregar tales niveles de precisión Porsche tuvo que hacer de este Cayman más duro y por lo tanto incómodo en condiciones de caminos en mal estado, claro que es un inconveniente que se olvida con cierta facilidad al enlazar el primer par de curvas.
Conclusión
Para muchos el Cayman es la evolución que nunca tuvo el 911, desde un punto de vista meramente físico y de propuesta mecánica es un deportivo superior a su hermano mayor, por el simple hecho de tener el motor en posición central. Sin embargo Porsche se las ha arreglado mediante mucho ingenio y toneladas de electrónica para hacer que el 911 pese a parecer en el papel como un caduco ejemplar de una era pasada, funcione a la perfección.
De cualquier manera es un hecho que el Cayman permite a conductores inexpertos, manejar y disfrutar de formas que en el 911 están reservadas para pilotos casi profesionales. La versión GTS lleva esos valores un escalón más arriba sin demandar sacrificios en términos de equipamiento, o practicidad de uso diario, eso sí un poco en materia de confort pero tampoco llegando a niveles de rigidez de las variantes extremas como el GT4 que es un juguete de pista.
Porsche Cayman GTS 2015 a prueba