Antecedentes
La palabra Cadillac en el mundo de las cosas Premium tiene un lugar bien ganado. Es bien sabido que la marca es el referente estadounidense del lujo de abolengo, no en vano en los años sesenta y setenta la palabra Cadillac era usada como sinónimo de “lo bueno” es decir, había artefactos que se publicitaban así: "Es el Cadillac de las rasuradoras eléctricas", por mencionar uno de muchos.
Si le agregamos la palabra Escalade obtenemos una ecuación que nos remite a dos cosas, un tamaño enorme y un cúmulo de confort lujoso para sus ocupantes. Antes de evaluar el modelo 2015 hagamos un repaso rápido por la historia de este leviatán de lujo y poder.
La submarca Escalade nace en 1999 como ofensiva a un producto lanzado por Lincoln, llamado Navigator, presentado dos años antes y que introdujo el concepto de SUV de gran lujo en el mercado estadounidense, ya que no había un producto con dichas características en el mercado y los adinerados que querían una SUV de lujo tenían que voltear forzosamente al Range Rover.
1ª Generación: nace en 1999, en pocas palabras fue un “rebadge” de la GMC Yukon Denali que ya ofrecía lujo y poder, pero no el pedigrí Cadillac en su nombre.
2ª Generación: data del 2001 y se fabricó en México. Si bien tenía los mismos elementos que una Suburban, contaba con un motor V8 de 6.0L y acabados de gran lujo en el interior que fueron un enorme diferenciador contra su competidora –la Navigator. En esa generación hubo dos detalles que la harán ser recordada por mucho tiempo: la gran presencia en el filme de los hermanos Wachoswsky llamado Matrix Reloaded, en donde los gemelos bajo las ordenes de Merovingiann de deshacerse de Trinity quien huía de ellos en otro Caddy, un CTS, en una espectacular y peliculesca persecución. La segunda era el reloj análogo del tablero firmado por Bulgary, un detalle que no a todos convenció.
3ª Generación: nace en el 2007 y también fue fabricada en México, además de Rusia, China y EE.UU. Las líneas de la carrocería la hacían parecerse poco a su prima, la Suburban, y gracias al V8 de 6.2 litros de gran poder y torque la ha convertido en la favorita para portar un blindaje.
La cuarta generación de la Escalade llega al mercado a mediados del 2014 y nosotros somos los primeros en evaluarla.
Precio $1,148,400 pesos
Características técnicas y mecánicas
Como lo dijimos líneas arriba, la Escalade es la Quintaescencia del poder y lujo para Cadillac. El modelo 2015 sigue al pie de la letra esa premisa y esta construida sobre la plataforma GMT K2XX que comparte con Subrban, Tahoe y Yukon.
Bajo el cofre –inmenso por cierto- encontramos un V8 Vortec Ecotec3 de 6.2 litros dotado de admisión variable (VVT), Flex Fuel, que entrega una potencia de 420 Hp en el rango de las 5,600 rpm y una fuerza de torque de 460 Lb-pie a las 4,100 revoluciones. Dicho propulsor está acoplado a una caja de cambios automática tradicional de seis velocidades que envía principalmente la tracción al eje trasero, además cuenta con un sistema de doble tracción 4x4 real (que seguramente el conductor nunca usará). La suspensión está dotada de amortiguadores magnéticos (Magnetic Ride), cargados con un fluido estimulable mediante electricidad, que puede cambiar su densidad con solo presionar un botón, entregando dos modos de amortiguación: uno suave y confortable que trasmite poco de las imperfecciones del camino al habitáculo y uno más firme que sin legar a ser duro le trasmite al conductor una “lectura” más real de lo que está pasando por las ruedas de 22 pulgadas de la Escalade.
El modelo 2015 está lleno de sensores y alertas táctiles como audibles para hacer el trayecto más seguro, independientemente de que cuenta con bolsas de aire que protegen en caso de accidente a los pasajeros de las tres filas de asientos. La ESV está dotada de muchos sensores que brindan información sobre todo lo que pasa en el perímetro exterior cercano, es decir peatones, obstáculos o la cercanía de otros vehículos mediante alertas audibles (el clásico beep, beep), con luces en el tablero o en los retrovisores externos para la alerta de abandono de carril o el de un obstáculo en el punto ciego. Un detalle innovador en el modelo 2015 es el de las alertas “sensitivas”, en el asiento del conductor de obstáculos no visibles, con vibraciones en donde la espalda del conductor pierde su nombre.
Además de todo ofrece sistema de frenos ABS, control de estabilidad y cuenta de serie con el sistema OnStar de asistencia en el camino de GM.
Confort
Sin duda Cadillac ha madurado mucho el concepto de lujo y calidad en sus vehículos, los estilistas se han empeñado en que la experiencia Premium a bordo sea de lo mejor y el modelo 2015 de esta gigantesca SUV es el ejemplo perfecto. Empecemos por los asientos, la configuración de la unidad de evaluación era 2+2+3, es decir dos ocupantes en la primera fila, otros dos en la segunda y tres en la tercera, que es abatible para aumentar el espacio de carga. Las dos primeras filas de asientos parecen más los de un lear jet que los de un vehículo terrestre, pues ofrecen muchos ajustes eléctricos, los delanteros ventilación y calefacción, están tapizados con piel y en el caso de los delanteros nos encontramos el escudo estilizado de Cadillac en las cabeceras delanteras.
Hablando de conectividad y de Infoentretenimiento la Escalade ofrece un sistema denominado CUE (Cadillac User Experience) en donde el conductor puede acceder a todos los comandos del sistema de audio, navegación y aire acondicionado mediante botones virtuales que aparecen en la pantalla táctil ubicada al centro del tablero.
Hablando de los instrumentos en la Escalade ESV, estos han desaparecido ya que el conductor no encontrará un cluster como tal, en el momento que se pone en marcha el motor en la pantalla de 12.3´ aparecen de forma virtual todos los indicadores necesarios: velocímetro, tacómetro, nivel de combustible, etc. En un extremo de dicha pantalla aparece -si el conductor lo configura así, el mapa del navegador y en la parte alta del tablero una proyección de información se ve claramente en el parabrisas, por lo tanto no hay que despegar los ojos del camino para estar informado.
Manejo
Sin dudas el poder evaluar de primera mano un vehículo de este talante siempre es una experiencia interesante. Para empezar en cuanto nos acercamos al vehículo y detecta nuestra presencia, un estribo se despliega, haciendo la labor de acenso y descenso una tarea simple, que incluso personas de tallas pequeñas pueden hacer sin esfuerzo ¡Bien por pensar en eso!
Ya una vez tras el volante, uno es testigo de un despliegue tecnológico visual con la rápida presentación que hace el vehículo al conductor. En la pantalla (que está en lugar de los instrumentos) aparecen en una danza espectacular los instrumentos y se colocan en sus respectivos lugares. Ya con el vehículo en marcha nos percatamos de uno de los pocos detalles criticables del vehículo, que los espejos retrovisores son de un tamaño ridículo dadas las dimensiones del mismo. Si bien está dotado de muchos sensores que nos ayudan en las maniobras, el hecho de ver con nuestros propios ojos lo que está pasando alrededor siempre será primordial y para ese efecto los espejos laterales no ayudan en mucho.
El motor V8 de 6.2 litros acelera contundentemente y aunque parezca ilógico los consumos son bastante contenidos si no se abusa del pedal. La Escalade acomete fácilmente subidas pronunciadas sin el menor esfuerzo y quizá lo que nos quedó a deber un poco es la sensación del sistema de frenos, que actúa eficientemente, pero las 3.3 toneladas de peso del vehículo se dejan sentir cuando uno aplica súbitamente el pedal. Éste actua eficientemente pero la sensación es pesada y hasta angustiante en las primeras frenadas, ya una vez acostumbrado al tiempo de actuación y la sensación, las frenadas no tienen problema.
Como lo dijimos en el apartado de los interiores, el lujo y confort son la premisa de Cadillac, que también está presente en la calidad de marcha. El manejo se siente robusto, poderoso, compacto y contundente pese a la gran masa, el enorme volumen y la gran altura.
No nos defraudó, incluso hasta en los consumos nos sorprendió y nos dio un claro ejemplo que no necesariamente un V8 es un motor gastalón ¡aunque sea de 6.2 litros! Y guardadas las proporciones, en trayectos en carretera la eficiencia consumo-recorrido es mejor a la de muchos cuatro cilindros ¡aunque usted no lo crea!
Conclusión
En pocas palabras la ESV ((Escalade Stretch Vehicle) es un vehículo que se cocina aparte y con poca competencia, pues aunque su precio es descomunalmente alto, es la “barata” de ese tipo de SUV extra lujosas.
El estilo exterior no lo hace un vehículo discreto, al contrario, es muy notorio gracias a los acentos de luz LED por todos lados. Sin la menor duda, es la mejor opción en SUV estadounidenses, con presencia impactante y un desempeño (incluso en el Off Road) destacable, que seguramente jamás probaran sus futuros dueños.
La Escalade ESV es un vehículo que esperábamos probar con ansias, del cual teníamos muchas expectativas y la cual no nos defraudó, aunque los espejos retrovisores sean ridículamente pequeños.
Cadillac Escalade 2015 a prueba