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¿Cuál fue el primer auto con transmisión automática de doble embrague?

Volkswagen le ganó a Porsche en llevar la caja de doble embrague a la producción.

¿Cuál fue el primer auto con transmisión automática de doble embrague?

En este reporte, vamos a contar el origen de las famosas cajas automáticas de doble embrague, tan populares en distintos SUVs modernos del mercado.

Concepto francés, experimentación inglesa, perfeccionamiento alemán

La PDK de Porsche

La tecnología de las cajas automáticas con doble embrague no es nueva, pero era casi exclusiva de aplicaciones relacionadas con el motorsport. Además hay que clarificar que se les denomina automáticas por su operación, la cual no requiere que usemos un pedal de embrague, pero mecánicamente no tienen nada que ver con una transmisión automática convencional. Más bien, se trata de una caja de cambios manual, con dos embragues para operar los cambios pares e impares. Esto permite que mientras una marcha esté accionada y transmitiendo la fuerza a las ruedas, la otra esté engranada y lista para operar al cambio de embrague.

Como todo esto se hace electrónicamente, los tiempos entre marchas son más cortos de lo que cualquier ser humano podría lograr pisando un embrague convencional y accionando una palanca de cambios. Además, esto mejora el consumo general de combustible. Por supuesto que son transmisiones más costosas y complejas.

El primer concepto de funcionamiento de una caja de cambios así fue obra del francés Adolphe Kégresse, quien quería probarla en un Citroën Traction Avant en 1939, pero se quedó sin financiamiento para poder llevar a cabo su experimento. Tuvieron que pasar años hasta que los británicos lograran llevarla a cabo, con el Hillman Minx de 1961. Esta transmisión, llamada "Easidrive" tenía embragues electromagnéticos y solenoides operados por un sistema electrónico analógico. Como puedes suponer, la idea era maravillosa, pero la confiabilidad, nula.

Porsche 962C

Tuvo que llegar Porsche para que esta tecnología cobrara vida, pero los alemanes no la querían tan solo por su facilidad de uso, sino que para mejorar el consumo y reducir el turbolag en sus autos de carrera, como el 956 y el 962C. Fue tan efectiva que incluso se la prestaron a Audi para el Sport Quattro S1 del Grupo B. Lamentablemente, esta transmisión, que terminó siendo la antecesora de la famosa PDK, no siguió su desarrollo, principalmente por la crisis económica de Porsche. El problema principal era la temperatura de los embragues secos, algo que se solucionaría más adelante con embragues húmedos. Recién el 2009, Porsche incorporaría su transmisión PDK fabricada por ZF en su línea de productos, siendo en la actualidad, el referente de este sistema.

Pero si se trata de ubicar al primer auto de producción en utilizarla, fue Volkswagen y BorgWarner quienes llevaron a cabo el desafío en el nuevo Golf R32 del 2003. Dicha transmisión tenía seis velocidades y dos embragues húmedos, además de modo manual, el que transmitía la potencia de un motor VR6 3.2 de 240 Hp a las cuatro ruedas. Alcanzaba los 100 km/h en 6,4 segundos gracias a su sistema integrado de Launch Control. El modo S de la transmisión activaba un programa de "punta-taco" electrónico (Rev-match) para una sensación de manejo más directa y agresiva.

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