
Mercedes-Benz alcanzó un nuevo hito en su estrategia eléctrica con el inicio de la producción en serie de su nueva generación de baterías en Kamenz, Alemania, a través de su filial Accumotive.
Estas baterías alimentarán al próximo CLA eléctrico, que promete hasta 792 km de autonomía y cargas ultrarrápidas gracias a su arquitectura de 800 voltios.
Desde 2012, Kamenz se ha consolidado como el centro neurálgico de la marca en tecnología de baterías, habiendo ensamblado ya más de dos millones de unidades.
Ahora, no solo produce baterías de última generación, también se prepara para recuperar y reacondicionar baterías usadas a partir de 2026, fortaleciendo así el enfoque de economía circular de Mercedes-Benz.
El nuevo CLA 250+ con tecnología EQ puede recuperar hasta 325 km de autonomía en solo 10 minutos, según cifras de fábrica.
Las baterías se ensamblan mediante un proceso de más de 50 pasos automatizados y manuales, en una línea de producción de 350 metros, bajo estándares de trazabilidad total gracias al sistema digital MO360.
Kamenz también integrará el “Centro Europeo de Reutilización de Baterías”, que evaluará y reacondicionará baterías para nuevos modelos y la red de posventa.
Esto refuerza el compromiso de la marca con el diseño circular, la reutilización y el reciclaje de materiales al final de la vida útil de cada batería.
La producción se realiza bajo un esquema CO₂-neutral, y Mercedes-Benz ya trabaja en nuevos diseños que permitan alargar el ciclo de vida útil de cada célula.
El reciclaje químico es clave, como el de su planta especializada que abrió en Kuppenheim en octubre de 2024.
Kamenz no solo ensambla baterías, también está empeñado en construir el futuro eléctrico de Mercedes-Benz, una celda a la vez.