
El verdadero pretexto para llevar este juguete a las calles de Nueva York fue obtener unas fotografías excelentes y así fue.
Este compacto deportivo no solo sobrevive, sino que destaca y se mimetiza con el entorno de esta gran ciudad. Su diseño afilado, con acentos exclusivos en Chili Red, spoiler de techo JCW y difusor trasero en negro brillante, deja claro que este Mini no es uno más en el tráfico.
Debajo del cofre tiene el ya conocido motor TwinPower Turbo de 2.0 litros y 231 hp con el que cada semáforo en una oportunidad para sentir el empuje a lo go-kart feeling.
Acelera de 0 a 100 km/h en solo 6.1 segundos, con un torque de 280 libras-pie de entrega instantánea. La caja automática de doble embrague y siete velocidades, junto con las paletas de cambio al volante, ofrece un control preciso, ideal para moverse entre los retos urbanos de Manhattan.
La suspensión deportiva adaptativa y el sistema de frenos Chili Red con el logo JCW garantizan estabilidad, precisión y seguridad, incluso en las calles impredecibles de la Gran Manzana.
La unidad de ‘juego’ en la Gran Manzana cuenta con un color Nanuq White, con el techo y los espejos en rojo y rines Lap Spoke de 18 pulgadas. Una silueta provocativa como la de todos los Mini firmados por JCW. Por dentro, los asientos deportivos JCW en rojo y negro, el volante exclusivo y la pantalla OLED de alta resolución completan una atmósfera de pura adrenalina.
El Mini JCW es más que un auto compacto, pues cuenta con un estilo propio, así que solo es un John Cooper Works y punto. En Nueva York, y en cualquier ciudad donde la velocidad y el diseño son parte de la vida, este Mini encaja a la perfección.