
La primavera está aquí y eso significa una cosa: poder disfrutar de un gran día soleado, con la capota abajo, sin que la lluvia del verano nos arruine el viaje a cielo abierto. Así fue nuestro recorrido por Savannah, Georgia, un pintoresco lugar con arquitectura colonial, a las orillas del océano Atlántico, donde Mini presentó la nueva generación del Mini Cooper Convertible.
A diferencia de otros estados más al norte de la Unión Americana donde todavía hace bastante frío, Savannah nos recibió con un gran clima, temperaturas entre los 22 y 23 grados, y cielo despejado, las mejores condiciones para disfrutar de un descapotable.
Al igual que el resto de la gama de la marca británica (excepto Countryman), este convertible está montado sobre la plataforma BMW UKL 1, que estrenó la compañía en 2014, y que tuvo una revisión para esta nueva generación del Cooper, y que mantiene elementos como tracción delantera y ese feeling de conducción de un go-kart, apoyado también en sus dimensiones.
Si bien generación tras generación sigue aumentando sus medidas, este auto todavía se mantiene contenido en menos de cuatro metros, quedando en 3.87 metros de largo, 1.43 de alto, 1.97 de ancho y 2.48 metros entre ejes, con un peso de 1,380 kilogramos.
Mini Cooper Convertible: Motor
A diferencia de lo que sucede con otras variantes del Cooper, en este Convertible todas las versiones montan un propulsor de cuatro cilindros 2.0 litros turbocargado, que genera 163, 204 o 231 caballos de fuerza, dependiendo de la versión, en todos los casos se une a una transmisión automática de doble embrague y siete cambios, que se conecta con el eje delantero.
Para el Cooper S, que fue la variante que manejamos en Savannah, Mini publica una aceleración de 0 a 100 km/h en 6.9 segundos, 237 km/h de velocidad máxima y un consumo combinado de combustible de 17.1 km/litro.
Además de ello, la electrónica nos ofrece 7 modos de manejo: Go-Kart, Green, Core, Personal, Timeless, Vivid y Balance, mediante los Mini Experience Modes, que en algunos casos como el Go-Kart o el Green, cambian la respuesta del acelerador y la transmisión, mientras que en otros es más una experiencia sensorial con cambios en los gráficos de la pantalla y la iluminación interior.
Mini Cooper Convertible: Manejo
Tango que aceptar que no soy fan de los vehículos convertibles, pero tener uno en las manos y no bajar la capota es un crimen. Así que toldo abajo, cristales abajo, gorra puesta y a disfrutar de Savannah y sus alrededores.
Viajar en un convertible es sin duda toda una experiencia, pues la sensación de libertad que tienes cambia por completo tu percepción de lo que te rodea. En la mañana sentir todavía ese aire fresco, que entre el olor a pasto y yerba cuando dejas la ciudad y tomas la carretera hacia la costa.
Del lado mecánico no hay una sola queja, cero turbolag, gran empuje del motor, un coche cómodo y divertido al acelerar. Como siempre, un Mini es una gran experiencia al volante.
Aunque, por la naturaleza el bastidor y la búsqueda del manejo de go-kart, siempre es un auto más duro, que te deja sentir todas las imperfecciones del pavimento, especialmente en algunas zonas del centro de Savannah, donde el piso es de adoquines o bien, de grandes planchas de cemento, que se van desnivelando.
El resto de la experiencia a bordo se completa con dos asientos delanteros bastante cómodos, el nuevo sistema multimedia que agrupa todo en una pantalla OLED redonda de 24 centímetros de diámetro, así como un sistema de sonido Harman Kardon de 100 watts con 6 altavoces.
Cuando el sol empezó a pegar con más fuerza, nos orillamos y en 18 segundos pusimos la capota eléctrica en su lugar, lo que nos permitió prender al aire acondicionado para refrescarnos y librarnos de los mosquitos que abundan en esta zona.
Al igual que en las generaciones previas, la capota tiene un primer paso de plegado que descubre un espacio para las plazas delanteras, imitando una especie de quemacocos.
Mini Cooper Convertible: Equipamiento
Además de la pantalla multimedia y el sistema de sonido Harman Kardon, este hatchback también incorpora el estilo de materiales en el habitáculo del resto de sus modelos, con un forro de una tela muy gruesa en el tablero y las tapas de las puertas, combinando colores entre la malla principal y la fibra del fondo.
Mientras que los asientos presentan una combinación de piel sintética con un entramado de tela, más suave que el del tablero, pero muy parecido en el acabado. Así como juegos de contrastes con la palabra Mini en el respaldo y los despuntes.
Aunque en Estados Unidos los tres niveles de versiones tienen Head Up Display, para México sólo llegará en la variante John Cooper Works, al igual que el sistema de sonido de 12 altavoces y los rines de 18 pulgadas.
Como es una costumbre, todos los materiales y los ensambles son de primer nivel, un habitáculo sólido, con un gran diseño y un ambiente juvenil.
Mini Cooper Convertible: Seguridad
Esta es otra área donde la marca británica trabajó mucho incorporando seis bolsas de aire, frenos de disco con ABS, controles dinámicos de tracción y estabilidad, además, se eliminaron los neumáticos run flat, pero se mantiene el kit de sellado en caso de pinchadura.
También se agrega el control de crucero con frenado automático (viajando hasta 30 km/h) y asistente de estacionamiento en paralelo, así como cámara de reversa con guías e identificador de obstáculos, además de sensores periféricos.
Mini Cooper Convertible: Precios y versiones
La versión descapotable de la nueva generación del Mini Cooper ya está disponible en México en tres versiones, con un amplio paquete de opciones de personalización.
- Cooper C $799,000
- Cooper S $849,000
- John Cooper Works $945,000