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Autos clásicos

Mazda 626 MPS: el sedán ejecutivo que mezclaba el confort con poder de tuner

Se trata de un concepto que puso a volar la imaginación de los fanáticos de los autos japoneses deportivos de los 2000.

Mazda 626 MPS: el sedán ejecutivo que mezclaba el confort con poder de tuner

De Mazda sin duda alguna recordamos muy bien a diferentes deportivos que han marcado parte de su historia. El icónico MX-5 los legendarios RX-7 o los emocionantes Mazda3 Speed. Sin embargo, entre sus filas pudo haber un Mazda 6 con mucho sabor que dejó soñando a muchos, así era el Mazda 626 MPS.

Este peculiar modelo se presentó al público en el Auto Show de Ginebra del 2000 bajo las siglas MPS o “Mazda Performance Series”. Esta división  controlada directamente por Mazdaspeed, tenía la misión de ser un laboratorio sobre ruedas para toda una serie de piezas oficiales que se podrían adaptar tanto al Mazda 626 y a otros modelos de la marca. De igual forma, analizarían la reacción del público para ver si era viable producir esas partes o incluso todo un Mazda 626 deportivo.

Si bien su tamaño era mucho mayor al de otros sedanes deportivos como el mismo WRX STI, un Lancer EVO, Neon SRT-4 y compañía, contaba con varios detalles que podían emocionar en su momento.

De primera instancia su motor era un V6 biturbo de 2.5 litros que entregaba 276 hp y 289 lb-pie de par. El poder se iba a las cuatro ruedas con un sistema AWD y una caja manual de 5 cambios. Para poder gestionar mejor el poder, temperaturas y más,  Mazda le dio un intercooler, bomba de gasolina, embrague, volante de inercia, entre otras mejoras.

La suspensión si bien no era adaptativa como las de hoy en día que con un solo botón nos permiten cambiar ciertos parámetros, sí que se podía modificar manualmente para elegir la firmeza de la misma, así como la compresión y rebote de los amortiguadores. Los frenos también son más capaces y llevan seis pistones por pista al frente y cuatro atrás.

Visualmente le colocaron todo un kit aerodinámico funcional que ayudaba a canalizar mejor el aire para enfriar algunos componentes, pero también para canalizar mejor el flujo de aire a ciertas zonas. Para empezar lleva un ensanchamiento de carrocería que se complementa con llantas y rines más anchos para llenar los arcos.

Sus rines eran de 18”, montaba toda una fascia nueva que dejaba mucho más expuesto el intercooler, agrandaban los faros de niebla y añadían un par de canaletas nuevas. El cofre llevaba un par de aberturas con rejillas para permitir que el calor saliera mucho más rápido. Portaba un nuevo juego de espejos, taloneras, una defensa mucho más abultada y con los escapes colocados al centro de la misma y un alerón enorme que nos recordaba a los autos del DTM de aquella época.

Si bien el concepto fue muy bien recibido tanto en Europa, Estados Unidos y Japón,  Mazda decidió no fabricar este auto. En su lugar, cuando la siguiente generación del producto llegó, ahora bajo el nombre de Mazda 6; prefirieron crear de lleno un Mazdaspeed 6, que si bien estaba mejor logrado por pertenecer a una generación más reciente, lejos estaba de lucir tan deportivo y llamativo como el 626 MPS.

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