Desde 2012, Tesla colocó en sus vehículos una entrada de carga única, más pequeña y delgada que la del resto de los vehículos 100% eléctricos o híbridos enchufables en el mercado, buscando darle a sus consumidores la posibilidad de tener centro de recarga sólo para ellos.
Con el paso de los años, la marca de California trabajó a fondo para crear la red de recarga más robusta y grande en Estados Unidos, tanto de cargadores normales como de Superchargers, que desde mediados de la década pasada le permitían a los dueños de un Tesla viajar de costa a costa, deteniéndose por algunos minutos a cargar de forma rápida sus autos.
Pero Elon Musk no se quedó ahí y apelando a su “modestia”, llamó a esta entrada de carga North American Charging Standard (NACS) o Cargador Estándar para América del Norte.
Claro que a sus competidores no les agradó el nombre, pero hoy le dan la razón, pues hoy la marca tiene más de 50,000 puntos de recarga en toda la Unión Americana (20,000 Superchargers y 30,000 cargadores convencionales) así que poco a poco sus rivales han ido confirmando que en el corto plazo colocarán en los autos que vendan en la región la entrada NACS.
El más reciente anuncio lo hizo Stellantis, que confirmó que su gama tendrá esta conexión en los modelos Chrysler, Dodge, Jeep, Alfa Romeo, Ram y FIAT. El grupo automotriz era uno de los pocos que faltaban en ceder ante el imponente imperio de recarga que ha creado Tesla.
Stellantis se unirá a Volkswagen, General Motors, Volvo, Polestar, Mercedes-Benz, Honda, BMW y Lucid, como las marcas que han confirmado la integración del conector NACS, lo que convertirá a Tesla también en un importante proveedor de energía.
Además, a finales de 2022 las compañías de recarga Electrify America y ChargePoint, anunciaron que sus zonas de recarga tendrán también este enchufe.