Mercedes-AMG dominó la Fórmula 1 entre 2014 y 2021, arrasando con los Campeonatos de Pilotos y Constructores en esas temporadas, sin embargo, en 2022 con el cambio de las reglas del monoplaza, el equipo se desplomó y hoy ve muy lejos esos momentos de gloria.
Por ello el W15 es un auto tan importante, un monoplaza que debe llevar a la escudería alemana un paso adelante y comenzar a acortar distancias con Red Bull, sin perder de vista la pelea que tendrá con Ferrari.
Tras la salida de Mike Elliott y el ascenso de James Allison como jefe técnico de Mercedes, se habló de un cambio de filosofía en el diseño del coche, que de primera vista se puede notar en la decoración del auto, que combina ahora el color plata (que tantas glorias les dio) con el negro de las más recientes temporadas, avivado por unos toques de rojo y verde.
Allison afirmó en la presentación que se enfocaron mucho en el eje trasero del auto, que en el W14 era impredecible y traía muchos problemas a los pilotos.
Con ello, la escudería espera que tanto Lewis Hamilton como George Russell, puedan sacar mejor provecho del monoplaza, al que también se le colocó una nueva carcasa de la transmisión y una suspensión trasera rediseñada.
Visualmente, los Mercedes siempre han sido autos muy llamativos y el W15 no es la excepción, sobre todo cuando miramos el alerón frontal, que no sólo tiene una curvatura en la parte central del primer deflector, sino que cada lámina tiene un enorme trabajo de diseño.
Los pontones también se rediseñaron por completo, eliminando la idea de tener una minientrada de aire y muy poco volumen. Ahora, este auto tiene entradas normales de aire y los pontones son más prominentes y marcan una larga caída hacia el eje posterior.
Al igual que lo que vimos ayer con Ferrari, el alerón trasero tiene un solo anclaje central, donde también se monta el sistema de apertura del DRS.
Este W15 será el décimo segundo monoplaza que maneje Lewis Hamilton con Mercedes-AMG y el último en su exitosa historia juntos, pues en 2025 el británico correrá con Ferrari. Así que este último baile juntos podría ser un cuento de hadas para cerrar el capítulo más brillante de cualquier piloto y una escudería en la historia de la Fórmula 1.