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Prueba de Manejo

BMW i5 M60 xDrive: la esencia de un M5 en formato eléctrico

Fuimos a San Francisco a manejar y conocer a este sedán ejecutivo.

BMW i5 M60 xDrive: la esencia de un M5 en formato eléctrico

Dentro de los autos de legado para BMW no quedan duda que podemos clasificar al M5, ese sedán ejecutivo que recibió mejoras dinámicas que lo convirtieron en referente de su segmento al lograr enfrentarse a deportivos de calibre, mientras era capaz de llevar a una familia y sus maletas a bordo. Con el paso del tiempo era cuestión de tiempo ver como esa misma esencia debía trasladarse al formato eléctrico y es así como nace el BMW i5 M60 xDrive que manejamos en San Francisco, California.

El desempeño de un auto eléctrico es muy similar para casi toda aplicación. Sabemos que la aceleración va a ser inmediata, que pesan mucho y que aún sufren de ciertas limitantes. Por ahora la sorpresa está en ver que marca logra dar con una puesta a punto lo suficientemente buena para esconder ciertas de esas reacciones que no terminan de convencer a quienes nos acostumbramos a manejar autos a combustión más "ligeros".

Con el nuevo i5 tenemos un desarrollo que como prioridad tiene el darle esa esencia de BMW a este sedán ejecutivo. Con ello me refiero a hacer que el manejo se disfrute y sorprenda por dinámica, más allá que por solo acelerar rápido; que sea un auto capaz de poder dirigirse y controlarse aún estando cerca del limite.

Con el i5 M60 experimentamos parte de ello. Y solo digo que fue “parte de ello”, ya que el tiempo al volante no fue tan extenso y la conducción se hizo en casi un 90%” en las carreteras de San Francisco, California, donde a pesar de haber muchos cambios de elevación, las curvas son una excentricidad.

 

De primera instancia en conducción urbana es como ir en un Serie 5, una marcha callada, suave, con posición de manejo cómoda y con buena visibilidad. Sin embargo, en los pequeños momentos donde era posible acelerar más y atacar las contadas curvas que atravesamos, es muy notorio como el auto a pesar de marcar de 2.3 toneladas en báscula, puede dirigirse cómo su pesara al menos 600 kg menos.

 

La dirección en el eje trasero, la puesta a punto de la suspensión adaptativa, la anchura de las llantas, calibración de dirección, del control de tracción y reparto de par son los encargados de lograr este efecto. Desafortunadamente al ser un primer contacto, no pudimos llevarlo a pista o ponerlo en alguna situación donde esperáramos exprimir sus capacidades, sin embargo, al menos en un ambiente urbano, la sensación de ligereza y agilidad estuvieron presentes.

Ponerlo en el modo Sport es activar justamente esa esencial de M5, en la que el auto se siente más conectado al suelo, más firme, más rápido y listo para saltar ante cualquier provocación. Todo eso no es para menos, ya que con el modelo M60, nos encontramos con una configuración de motor doble que en total produce 601 hp y 605 lb-pie de par. Suficientes para darle un 0-100 km/h de 3.8 segundos y una velocidad tope de 230 km/h.

 

Lograr eso con 2.3 toneladas de peso no es fácil, hay un gran trabajo detrás, además de asegurar una autonomía cercana a los 400 km requiere una buena gestión energética.

 

Lejos están los días en los que a través de la dirección sentíamos perfectamente cada detalle del camino o cuando era más natural entender el limite de agarre del auto, pero dentro de los estándares de un EV, el i5 M60 es de lo que más se aproxima a emular esas sensaciones primarias.

Imagen seria y deportiva

Cuando hablamos de estética es un trabajo muy BMW, en el que —a titulo personal—, encuentro un trabajo estético bien mesurado y no siendo un total impulsor de la era más extrovertida que hemos visto de la marca en los últimos años. En gran parte, porque el perfil del cliente del Serie 5 es distinto a aquel que busca un Serie 4 o un XM.

 

Rines de hasta 20”, faros láser, kit de carrocería M, contrastes de color negro, pinzas de color rojo y líneas bien marcadas sobre el cofre y defensa me parecen ser un balance muy bueno entre lo deportivo y sobrio para un auto ejecutivo.

El interior, sigue una ruta más “tech” al tomar ciertos elementos que hemos visto antes en modelos como el i7. La iluminación ambiental asociada a los modos de manejo, nuevas pantallas más grandes de 14.9” para sistema de infoentretenimiento y de12.3” para cuadro de instrumentos le dan un toque futurista.

También, sigue el camino de eliminar botones para trasladar muchos controles a pantalla o a nuevos pad táctiles, mismos que no me parecen tan intuitivos, pues muchas veces requieren más pasos para encontrar el menú que necesitamos, o bien, no muestran algún nivel de retroalimentación háptica que nos ayude a confirmar que activamos algo, sin necesariamente tener que despegar la vista del camino hacia alguna de estas superficies.

El sistema de audio Bowers & Wilkins, la nitidez y cantidad de información en el head up display, la calidad de materiales, aislado de sonido, calibración de asistencias a la conducción y hasta el toque de Hans Zimmer para sonorizar el movimiento del auto complementan una experiencia digna de de una marca premium y de un BMW.

Para México el BMW i5 M60 xDrive tendrá un costo de $2,235,000 pesos antes de opcionales. Una vez que nos encontremos de nuevo con él en una prueba tradicional detallaremos su dinámica en diferentes situaciones.

Fotografía | Mauricio Juarez @lemauuu

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