La edición número 56 de la Baja 1000 es un campo de pruebas para Ford, ya que la firma del óvalo azul buscará cruzar el demandante desierto mexicano con una Ford Bronco Raptor y una F-150 Raptor R, modificadas con apenas lo justo y necesario requerido por los organizadores para su homologación.
Esta idea, tiene la única finalidad de demostrar la capacidad, desempeño y durabilidad de estos vehículos, dejando la búsqueda de la victoria absoluta para otra ocasión.
En el caso de la F-150 Raptor R, al tren motriz solo se le ha modificado ligeramente el sistema de admisión. Sin embargo, la potencia aún proviene de un V8 sobrealimentado de 5.2 litros que genera 700 hp (y está acoplado a una transmisión automática de 10 velocidades.
Los amortiguadores FOX Dual Live Valve tienen válvulas internas especialmente ajustadas para la Baja 1000. Además, los resortes helicoidales delanteros y traseros han sido diseñados para soportar el castigo de la carrera en el desierto. En otros lugares, las modificaciones se realizaron por seguridad o para permitirle llevar bits adicionales.
Por su parte, Bronco Raptor también recibe amortiguadores FOX Live Valve modificados, pero sus resortes helicoidales son originales. Al igual que la F-150, también tiene defensa frontal personalizado y luces LED de alta intensidad para circular de noche, así como rines Method. Sin embargo, el motor EcoBoost de 3.0 litros y 418 hp está completamente intacto para la competencia.
Más allá de que Ford busque la victoria o no, el solo hecho de que ambos vehículos concluyan es toda una declaración, que deja a la firma del óvalo azul muy bien parada.