Cuando nos enteramos que junto con Piaggio realizaríamos el Sol a Sol 2022, y que además estrenaríamos el nuevo Beverly 400, supimos que el reto sería doble porque si bien alguna vez pude concluir el mencionado rally con otro Maxi-Scooter, esta sería la primera vez que el italiano, con escasos días de haber llegado, cruzaría el país de costa a costa en un solo día.
Piaggio Beverly 400: La primera impresión
Para quienes han realizado el Sol a Sol, sabrán que lo mejor es llegar con por lo menos un día de antelación. Así que, para nosotros, todo comenzó muy temprano un par de días antes en Motoplex Condesa, CDMX, donde pudimos ver por primera vez al Piaggio Beverly 400, notoriamente de mayor longitud que las versiones anteriores y con una muy “compacta” distancia entre ejes (1.5 metros). Su diseño es engañoso, cuesta creer que debajo de esa estilizada silueta vive un motor monicilindrico de 399 cc acoplado a una transmisión CVT que en conjunto desarrollan 34 Hp y 27 Lb-pie de torque. Y por si te preguntas si con esa potencia pretendíamos cruzar el país, pues la respuesta es sí, porque el secreto del Beverly 400 no es cuanta potencia tenga, sino cómo la pone a las ruedas.
El tráfico incesante de la ciudad rápidamente se quedó atrás gracias a la agilidad urbana del Maxi-Scooter, hasta que aparecieron los primeros kilómetros de carretera y con ellos, las sorpresas. El Piaggio Beverly BV 400 se percibe estoico en tramos de velocidad constante, no es en ningún sentido una motocicleta de alta velocidad, pero brinda mucho aplomo y control durante sus recorridos, es imposible dejar de notar el buen trabajo que hace el wind shield de altura media; frena y se asiste correctamente del ABS y ASR. El primer trayecto hasta Moplex Puebla había sido completado exitosamente, dándonos confianza para encarar las curvas en Cumbres de Maltrata, puerta al estado de Veracruz.
Poco a poco la comodidad de los tramos rectos dio paso a las míticas curvas de Maltrata, y ya con bastante información adquirida sobre el comportamiento del Beverly BV400, supe que sin necesidad de forzarlo a nada, puede adaptarse a cualquier estilo de manejo; si bien no tenemos la retroalimentación que ofrece una trasmisión manual, sobre todo en curvas o frenadas, este Maxi-Scooter puede encararlas con ritmos de 90 a 110 km/h, poco para algunos, mucho para otros, pero lo hizo sin mayor problema para luego enfrentar el implacable calor de Cardel, una región donde el termómetro puede alcanzar los 40° C en la carretera, antes de llegar al Puerto de Veracruz. Para ese momento, quedaba claro que el sistema de refrigeración por líquido del BV400 es más que eficiente, y que el pequeño tanque de 12 litros rendía a razón de casi 27 km/l.
Piaggio Beverly BV400: El 1085 rumbo a Acapulco
Luego de un día de relax y descanso en Boca del Rio, El reencuentro llegó para muchos motoristas con la tradicional foto al amanecer que nos daba el banderazo de salida para arrancar el Sol a Sol 2022. Lo que se venía eran casi 700 kilómetros de carretera hasta la meta en Acapulco, pero mi Piaggio Beverly BV400 con el número 1085 estaba perfectamente asentado y listo para continuar el reto que comenzó en la fría sierra de Xalapa, bajando nuevamente a Puebla, para posteriormente enfilarnos rumbo a Chilpancingo.
El Golfo de México se había quedado tres horas atrás y el cálido sur de Guerrero se veía muy cerca rodando por la autopista siglo XXI que entronca con la famosa “Del Sol”. Una última parada en Chilpancingo para reabastecer combustible fue necesaria, más no indispensable, pues con la carga realizada en Tequesquitengo, Mor. los cálculos en el consumo del Beverly 400 indicaban que podía llegar a Acapulco sin problemas, pero, en el Sol a Sol es mejor ir a la segura, después de todo, nadie quiere quedarse varado en medio de la sierra Guerrerense… así que las gasolineras al pie de la carretera se convierten en verdaderos oasis para los(as) motoristas.
Electrolitos y algún snack son buena idea antes seguir, pues ya no habrá otra parada más. Fue un buen momento para conectar mi teléfono al USB integrado en la guantera y vincularlo al Piaggio MIA, al final, nada como un buen play list para renovar los ánimos, así como la atención en el camino, y es que conforme avanzábamos, la amenaza de lluvia se concretó. Pero el Beverly 400 no flaqueó mostrándonos su ultimo as bajo la manga: la excelente adherencia de sus llantas tubeless 120/70/16 y 150/70/14 delantera y trasera, respectivamente que, para entonces, ya habían rodado por asfalto, gravilla, calor y frío, nuevamente destacando la buena calidad de marcha otorgada por este Maxi-Scooter.
Piaggio Beverly 400: ¡Hola, Acapulco!
Lo logramos, en 7 horas con 45 minutos, crucé el país con mi Piaggio Beverly BV 400, sin problema alguno, quizás un tanto incómodo debido al diseño del asiento, pero será una gran evolución cuando llegue el momento (nada que una zalea de borrego no solucione). Alegría en el equipo, satisfacción personal por superar nuevamente el reto, y muy sorprendido por el desempeño de este producto. Para muchas de las motocicletas participantes, este recorrido puede ser una excursión, pero si lo realiza una moto 100% citadina, hay que ponerle atención, y eso fue justo lo que consiguió este pequeño italiano al estacionar entre monstruos alemanes de entre 750 cc hasta 1250 cc.
Hasta hoy me han preguntado más de 20 veces si me lo compraba. Yo les contesto que, si pudiera, me compraba todas las motos… Pero si buscas una buena primera moto, o una solución real y confiable de movilidad, te invito a leer nuevamente esta historia. Bienvenido, Piaggio BV400.
