A principios de este mes, el Gobierno mexicano lanzó la ley que implementará una inspección a todos los vehículos particulares con más de cuatro años de uso o a los de uso intensivo, como taxis ejecutivos o no, después de su primer año de uso. Como siempre, la decisión produjo sentimientos encontrados en la población, que con frecuencia reclamó de un supuesto carácter recaudatorio, ya que tendría un costo aproximado de 900 pesos cuando entrara en vigor en noviembre próximo, de no no ser por la maniobra evasiva de freno y reversa hecha por el Presidente Andrés Manuel López Obrador. Pese al dolor que produciría en nuestro ya castigado bolsillo, la iniciativa tenía un fondo positivo, por operar en favor de la seguridad de un parque de vehículos cada vez más viejo y por lo tanto, menos cuidado y más inseguro.
México, de hecho, estaría entrando tarde en ese camino, ya adoptado en muchos otros países del mundo. En España se llama Inspección Técnica de Vehículos (ITV) y es obligatoria para vehículos con más de cuatro años de su venta inicial. Autos con edad de entre cuatro y 10 años, deben pasar por la ITV cada dos años y para los con más de 10 años, la obligación pasa a ser anual. Es tan parecido al mexicano que probablemente haya sido la fuente principal de inspiración para nuestro país, aunque allá el precio medio es de 34.69 euros que con el cambio de hoy (16/05 fecha de cierre de esa columna) a 20.9 pesos, significa 725 pesos, es decir, más barato que hubiera costado aquí, aún cuando el nivel salarial español es significativamente mayor al mexicano (21,945 pesos mensuales vs 5,255 pesos mensuales).
En Alemania la inspección de seguridad y emisiones (se hacen al mismo tiempo) existe desde 1951 y es obligatoria para vehículos con más de tres años y se realiza de forma bianual. Su costo es de alrededor de 120 euros (2,500 pesos).
En América Latina países como Argentina también aplican la revisión obligatoria de las condiciones de los vehículos para circular. Se llama RTO y se aplica a cada dos años entre los tres y siete años de edad del auto y es anual a partir de entonces.
Chocolate y corrupción
En Estados Unidos esa verificación no es obligatoria en todos los estados. De hecho, algunos la tenían y la han abandonado. El más rico y exigente en términos de emisiones, California, no impone esa inspección a los vehículos que circulan por sus arterias, salvo la de emisiones. 18 estados sí la aplican y cuando vemos que más de 30 estados no la exigen, debemos pensar que esto hace aún más importante que México la impusiera, debido a la enorme cantidad de vehículos usados importados de ese país que a cada día entran al territorio nacional, autos que circulaban libremente en la Unión Americana sin que se exigiera que estuvieran en buen estado.
Es importante que los autos funcionen adecuadamente para obtener el derecho de circular. No es necesario ser muy observador para ver en nuestras calles a muchos autos que ya merecerían un retiro voluntario u obligatorio, pero que siguen en servicio de algunos, aún a costas de la salud de los demás - debido a la contaminación- y al riesgo que representan a la vida propia y ajena por rodar con llantas, suspensión, frenos o motor en mal estado. Por esto creo que era una buena iniciativa del Gobierno la inspección, aunque en mi particular opinión hay otras prioridades, como circular siempre con placas de circulación y no con permisos, que son como una licencia para cometer infracciones -incluso graves como atropellamientos- de manera impune. En muchos pueblos, varios autos circulan sin places y sin permiso, con el dueño consciente de que lo único que necesita en caso de ser requerido por una autoridad, es un par de billetes.
Para cerrar el tema, ya que estoy consciente de que las anteriormente mencionadas prioridades no pasarán de un sueño mío, ojalá AMLO reconsidere la ejecución de la inspección vehicular y ésta se dé dentro de circunstancias legales y justas, sin transformarse en un motivo a más para la corrupción. Entiendo su punto de no dañar la economía popular, pero cuidar a la salud de la gente y hacer que los autos que circulan por las calles mexicanas sean seguros, también es responsabilidad de la autoridad.