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Prueba de Manejo

BMW 128 TI a prueba, un candidato más al trono de los hatchbacks

El nuevo integrante de la serie 1 en la casa bávara nos ha sorprendido gratamente. Recibió una correcta dosis de entusiasmo y no se acompleja ante los de su talla.

BMW 128 TI a prueba, un candidato más al trono de los hatchbacks

Hatchbacks van y hatchbacks vienen, pero desde que la renovada Serie 1 llegó, sabíamos que en algún momento nos presentaría algo especial, y eso es justo la versión 128 TI que, de antemano sabemos emplea la misma que el 135i xDrive pero con un toque mágico de la división M de BMW; como es de esperarse, ahí las cosas se ponen serias y más divertidas.

Turismo Internazional

El BMW 128 TI le hace un guiño a la tradición deportiva de la marca en los años 60´s celebrándolo con una correcta dosis de entusiasmo que visualmente se presenta con un paquete estético claramente muy diferente al resto de gama subrayándolo -literalmente- de rojo.

Lo primero atrapa nuestra mirada es el kit exterior compuesto por una fascia frontal ligeramente diferente, seguida por elegantes faros LED, difusores, estribos y gráficos TI en acabados rojo brillante, mientras que los biseles de la parrilla central, junto con el marco, espejos laterales, así como el difusor posterior han recibido un tratamiento en negro brillante muy a tono con los rines M de 18” con pintura bitono.

El look general del auto es por demás sobrio y retador, pero sin llegar a ser grotesco o agresivo, muy alemán, con postura deportiva: bajo y bien plantado. En ningún sentido esconde sus intenciones y, desde cualquier ángulo encontrarás elementos que anticipan velocidad  y mucha dinámica.

M, el aderezo perfecto

Si bien el BMW 128 TI comparte mucho -o casi todo- el equipamiento con el 135i xDrive que, por si solo se pone muy a tono con lo que ofrece digamos un… CUPRA León o VW Golf GTI, por ejemplo, y se acerca mucho más a un Audi S3, en casa se han encargado de otorgarle la personalidad única de la división M, aunque claro que eso tendrá un costo adicional.

Por lo mismo, tras el excelente acomodo en los asientos deportivos, bien mullidos, de buena sujeción, enriquecidos con costuras rojas y una franja central que hace juego con los cinturones de seguridad; el BMW 128 TI otorga una inequívoca sensación de entusiasmo acompañado por la mejor selección de ayudas, herramientas y componentes tecnológicos disponibles en BMW.

El ambiente, compuesto en abundancia por plásticos y acabados excelentes; tonos oscuros, en la tapicería del volante multifunción, contrastados por costuras rojas que se extienden hasta las siglas TI de la guantera central, así como luz ambiental que cae sobre las molduras centrales del tablero dejan claro la estirpe premium y su enfoque deportivo.

La distribución de los componentes en el habitáculo tiene el sello característico de la marca. Todo está diseñado para que el conductor tenga a la mano cada botón y función durante el manejo. Desde la información disponible en el cuadro de instrumentos digital de 10.2 pulgadas, acceso a menús, infoetretenimiento, navegación, conectividad, etc. en la pantalla central; cargador por inducción, climatizador y control de volumen (muy nostálgico) en la parte media de tablero, hasta el acomodo de los botones en la consola central. Es decir, del lado derecho encontraremos todo lo que tiene que ver con acceso y control de infotaiment, mientras que del lado izquierdo tendremos a disposición todo lo relacionado con funciones electrónicas destinadas al manejo, desde el botón de encendido, interruptores de asistencias, modos de manejo o freno electrónico. Todos los anteriores de manejo sencillo e intuitivo.

Precisión anticipada

Con un auto siempre es buena idea no quedarse con lo que dice el manual. Hay que “asomarnos” al motor, quitar la tapa, mirar, tocar, analizar componentes; mover el auto o mirar bajo el chasis antes de ponernos al volante para salir a acelerar en cualquier carretera. Te sorprendería lo que puedes encontrar y definitivamente puede ayudarte a comprender porqué determinado auto se comporta de tal manera.

EL BMW 128 TI no fue la excepción de mi curiosidad y como era de esperarse, descubrí varias cosas. La primera no es novedad: un motor BMW de cuatro cilindros Twin Power Turbo (ya visto en otros modelos del grupo) que, si bien conserva el mismo acomodo, luce una notable diferencia en la admisión de aire que nos lleva a una agradable sorpresa: un turbocargador ligeramente más grande que el que usan el resto de sus hermanos. Es muy probable que tras estas mejoras, el 128 TI también haya recibido una nueva configuración electrónica en la ECU, de otra manera, los componentes mencionados vivirían muy desaprovechados. Por cierto, la ficha técnica especifica que BMW colocó pistones forjados en el bloque, así que ahora todo va tomando sentido.

La exploración continúa en la suspensión y alcanzamos a ver amortiguadores deportivos más cortos, 1 centímetro aproximadamente. Cálipers de freno -acabados en rojo- de seis pitones apenas entallan dentro de los rines.

Bajo el chasis, descubro un robusto sistema de escape de 2.5 pulgadas quizás, que termina en dos salidas cromadas de cuatro pulgadas que sí son funcionales, ben ahí. pero lo que realmente se lleva las palmas, son los refuerzos estructurales inferiores que están anclados a los puntos donde se genera mayor torsión a lo ancho y largo de ambos ejes. Cabe mencionar que estos refuerzos son totalmente independientes a la configuración de la suspensión deportiva que ya por sí sola es bastante robusta.

Control absoluto

Con el estudio visual previo, dejo que el BMW 128 TI me sorprenda por sí solo, y no demora ni un momento. El nivel de confort durante la marcha está en un punto exacto entre dureza y altura de la suspensión. Es bajo, puede llegar a rozar en topes pero es un costo que se paga con otras virtudes.

Una de ellas es la facilidad que tiene para mantener el control ante las exigencias del volante. Definitivamente las carreteras sinuosas y las curvas son su hábitat preferido. Si bien 245 Hp y 280 lb-pie de torque son muy sanos, aunque nada apabullantes ante otros rivales, la configuración mecánica, pero sobre todo la dinámica le permiten, y hasta nos ayudan, a aprovecharlos mejor.

En ese sentido, el BMW 128 TI nos muestra esas armas que no vemos, como el control electrónico de diferencial que casi de manera imperceptible hará que tú tras el volante simplemente no quieras que las curvas de la carretera se terminen. Pone correctamente la potencia en las ruedas delanteras, hay mucha comunicación entre la dirección y suspensión; a donde apunte va sin titubeos ni extraños de forma contundente, sobre todo en el modo Sport con el que incluso se nota su cambio de actitud con un sonido más ronco del motor al momento de activarlo.

El los modos Eco y Confort puede llegar a sentirse más “perdido”, sobre todo porque la caja automática de 8 velocidades entiende que no son momentos para divertirse o de alta exigencia, así que mantiene una actitud relajada, sin que esto sea un punto en contra para el auto. Los frenos no tienen mayor problema en trabajar y resisten correctamente la fatiga.

¿Aspira a la corona hatchback?

Por supuesto que sí. Y si no la ganara, no es por malo, sino por la elección del cliente final al que muchas veces le gana el corazón (me incluyo) pero que de antemano sabe que las ofertas están ahí, sobre todo cuando evaluamos precios versus prestaciones o, el costo-beneficio que le dicen…

Lo que es un hecho, es que mientras que el “rey GTI” sigue demorando en su llegada, o se avalúa el arribo del Golf R, con quien también competiría, algunas marcas no lo piensan dos veces y nos traen atractivas propuestas como este BMW 128 TI pensado para aquellos que les gusta el manejo refinado, característico de los deportivos premium alemanes.

BMW 128 TI: Precio

Desde $870,000 pesos.

BMW 128 TI - Un candidato más al trono de los hatchbacks

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