De tiempo en tiempo, los organismos que hacen pruebas de seguridad de los autos evolucionan para buscar que los vehículos en venta sean aún más seguros. Entre ellos los más conocidos del público mexicano son el europeo EuroNCAP, el estadounidense NHTSA, el latino LatinNCAP y el también estadounidense IIHS. Estos dos últimos han sido los que más han evolucionado recientemente. El primero mejoró los estándares de sus pruebas, acercándose a los europeos, lo que ayuda mucho a los consumidores latinos a elegir mejor los autos que deben comprar, pero aún necesitan afinar su comunicación, ya que siguen con una tendencia algo sensacionalista al anunciar sus resultados, dejando dudas a muchos sobre en cuáles mercados se venden las unidades probadas. La IIHS, que es la asociación nacional de las aseguradoras de Estados Unidos, ha sido la más creativa en años recientes, habiendo concebido nuevas pruebas, como el Small Overlap Crash Test, es decir, un golpe en que dos autos chocan los respectivos faros izquierdos (o contra un poste o árbol), en el año 2012 y evolucionando dicha prueba cinco años más tarde. Ahora, el 27 de octubre pasado, el instituto evolucionó otra prueba, la de choque lateral, haciendo mucho más difícil para los autos salir bien librados de ella.
En la nueva prueba, el IIHS aumentó el peso de la barrera que choca contra la lateral de los vehículos, de poco menos de 1,500 kg a poco más de 1800 kg. Esto simula un choque lateral producido por una SUV mediana como una Edge, en el caso contra 20 camionetas compactas (y una que otra subcompacta), cuando antes era una compacta vs otra compacta. Se aumentó la velocidad del impacto de 50 km/h a 60 km/h. También modificó la forma de la barrera que impacta a los vehículos, dotándola de una protuberancia que simula una defensa.
Como siempre, los resultados de una nueva prueba siempre “agarran en curva” a los autos que ya están en el mercado, con raras excepciones, pero luego obligan a los fabricantes a mejorar el diseño y estructura de sus vehículos con tal de pasar las pruebas.
El mercado determina la seguridad
Tener una baja calificación de seguridad en mercados desarrollados como Estados Unidos, Europa y Japón, significa perder ventas. Obviamente ningún fabricante puede darse ese lujo. Por eso cuando aparece una nueva prueba como esa y un vehículo no sale tan bien parado, las armadoras se ponen a mejorar sus productos con tal de no estar en la nueva “lista negra”. Claro, esto no es inmediato, pero es lo que se termina ocurriendo y la historia lo prueba. El resultado es que los consumidores obtenemos autos más seguros cada vez que esto pasa y no debe ser distinto en esta ocasión.
Según los datos de la IIHS, cerca de 23% de los accidentes son choques laterales y si un auto recibe una calificación que ellos llaman “Buena”, el conductor y los pasajeros tienen 70% menos probabilidades de muerte que si estuvieran en un auto que tiene una calificación “Pobre”.
¿Qué podemos hacer mientras? Buscar a los mejores para andar más seguros. De las 20 camionetas probadas recientemente por la IIHS, la única que recibió calificación “Buena” fue la Mazda CX-5. En el grupo intermedio, compuesto por las que recibieron calificación “Aceptable”, están: Honda CR-V, Buick Encore, Chevrolet Trax (sí, la vieja Trax, que para el mercado estadounidense cuenta con elementos como alerta de tráfico cruzado, de punto ciego y 10 bolsas de aire), Nissan X-Trail (nuevo modelo, aún no vendido en México), Subaru Forester, Toyota RAV4, Toyota Venza y, para sorpresa de muchos, Volvo XC40. Sí, la sueca no está mal pero no es de las más seguras como si hubiera podido pensar.
Con calificación llamada “Marginal”, algo así como “pasan de panzazo”, están Chevrolet Equinox, Ford Escape, GMC Terrain, Hyundai Tucson, Lincoln Corsair, Jeep Compass, Jeep Renegade y Kia Sportage. Las villanas, con calificación “Pobre’, son la Mitsubishi Eclipse Cross y la reina de ventas de las SUV en México, la Honda HR-V.
Como mencioné, la gran mayoría va a evolucionar (aunque no creo que Trax lo haga, ya que lo más probable es que desaparezca del mercado estadounidense) y con eso tendremos mayor seguridad en el futuro. Pero por lo pronto, ya sabemos cuáles son las más y las menos capaces de aguantar un golpe lateral proporcionado por una camioneta de mayor tamaño. Con base en esto, podemos tomar mejor decisión.