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Motor de arranque: Honda Civic ¿Se hizo grande, es caro o ganamos poco?

La madurez del Civic nos hace pensar en que ha abandonado la esencia de sus orígenes

Motor de arranque: Honda Civic ¿Se hizo grande, es caro o ganamos poco?

Desde los años 80 el Honda Civic había sido el auto joven por excelencia en Norteamérica, especialmente en Estados Unidos. Era el coche que los recién salidos de la adolescencia querían comprar y lo hacían tan pronto su presupuesto lo permitía. Los adquirían nuevos o usados y a veces era hasta mejor que tuviera uso anterior, puesto que lo que querían era modificarlos, ponerle rines, pinturas especiales, generalmente de gusto dudoso. Les cambiaban escapes y modifican el motor con chips para aumentar la potencia, ponían hasta turbo y óxido nitroso. Lo importante era que fuera veloz. La serie de películas llamada “Rápidos y furiosos” era una especia de “Oda al Honda Civic”. Es difícil resistir al fácil juego de palabras, porque “Honda era la onda”. ¿Ya no lo es?

El paso del tiempo es implacable. A cada década sentimos que nuestro cuerpo ya no responde de la misma manera que antes, incluso cuando la mente lo hace. Es algo complicado porque con el aumento de trabajo y la responsabilidad de un matrimonio y los hijos, los días de jugar a las carreras con los amigos dejan de existir, substituidos por fines de semana en un restaurante, tardes de sábado en un parque y cosas del tipo, que un día nos sonaban demasiado aburridas. Cuando llegaba ese momento, los que amábamos un Civic sabíamos que era hora de pasarnos a un Accord. Primero podía ser un Coupé V6, de preferencia con caja manual, pero eventualmente terminaríamos en un sedán de 4 cilindros. Y automático para sobrellevar el tráfico.

Pero hoy parece que Honda quiere que los antiguos amantes del Civic regresen a un Civic, principalmente los que están en su cuarta o quinta década de vida. Su nueva generación se muestra un coche mucho más maduro, amplio, con buena dosis de tecnología, potencia, seguridad y suavidad. Es un auto para quienes ya pasamos de los 40 años, sin duda, mucho más en México donde serán pocos los más jóvenes que puedan pagar entre 480 y 580 mil pesos por un Civic.

Nueva vida, nuevos rivales

Es natural ese crecimiento en los autos. Las nuevas generaciones somos físicamente mayores que nuestros padres y esto implica que lo que usamos a diario tenga también mayores dimensiones. Basta visitar un museo y ver el tamaño de una silla que se usaba hace 100 años para percibirlo. ¿Honda tiene la razón en crecer tanto el Civic? Yo creo que no. Porque las dimensiones no fueron lo único que cambió, la mudanza fue de filosofía. Sin ese Civic de antes Honda abandonó su lado juguetón. Con el modelo 2022 el nuevo sedán de la marca nipona dejó de competir contra el Corolla para transformarse en rival del Camry y eso es casi una herejía para muchos, principalmente para los antiguos amantes de la marca que hoy buscan opciones en otras marcas.

Obviamente los antiguos clientes de Civic que ya no son jóvenes, pero tampoco quieren un Accord que, no dudo, esté viviendo sus últimos días en un mercado que ya no quiere sedanes, menos de ese tamaño. Ahora ellos viven felices y aburridos en sus CR-V. ¿Podría el City asumir el lugar mental y de mercado del Civic? Por supuesto que no. No tiene el carisma, el diseño, mucho menos el manejo y el aura de auto joven del Civic. El City siempre fue un auto de viejitos, pero con menos dinero.

Desde la pasada generación, cuando adoptó una buena, pero pragmática caja CVT, Honda mostraba que el Civic pasaba por una transformación hacia una madurez que no sabemos qué tan buscada es. Sí es cierto, el Type-R de la generación probablemente sea el mejor Civic de la historia, pero era un auto burgués, para nacidos en cuna de oro, no el “héroe de la clase trabajadora” de antes.

¿Será Honda la que se hizo grande y ya no puede esconder sus arrugas? ¿Qué podría hacer para evitarlo, para que los jóvenes de hoy siguieran soñando con un Honda como lo hicieron los de los años 80 y 90? ¿Sería una HR-V juvenil, rápida y de precio razonable la respuesta? ¿O un eléctrico práctico, compacto y asequible? No lo sé, solo me queda claro que el nuevo Civic no es la respuesta, incluso siendo un gran coche. De hecho, es el que a mí me levanta todas las dudas sobre qué planes tiene la marca para el futuro.

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