Probablemente uno de los autos más conocidos en la cultura popular de nuestro país es el Opel Corsa, que en México, se comercializó bajo la marca Chevrolet. Como bien sabes, nuestro Chevy no es otra cosa que un derivado directo del Corsa B, incluso convivió por un breve periodo con el Corsa C.
Como hemos visto, el Corsa B, fue el punto de partida para que algunos autos evolucionaran a partir de el, tal es el caso de los Chevrolet Chevy C2, Celta, e incluso, el Sail (vendido en México como nuevo Aveo), cuya historia recientemente te compartimos.
Sin embargo, su línea evolutiva se mantuvo en Europa, donde recientemente se estrenó la sexta generación, que ahora se desarrolló on la tecnología de PSA, esto, tras la integración de Opel a este grupo. El peso del nombre Corsa es evidente, por ello, las expectativas eran altas y todos querían saber que producto terminarían entregando los franceses.
Por ello, cuando se nos presentó la oportunidad de manejar este auto en Chile, uno de los pocos mercados en América donde la marca del rayo está presente (en México no hay planes para su introducción), no la pensamos dos veces y viajamos para ponernos tras el volante del icónico Corsa. Aquí nuestra experiencia.
El nuevo Opel Corsa (Corsa F) se fabrica en la plataforma EMP1 de la familia de plataformas CMP de PSA. Esta base ya es utilizada por los nuevos DS 3 Crossback y Peugeot 2008 (también lo manejamos recientemente), además del galardonado Peugeot 208 de segunda generación. Mide 4,060 mm de largo, 1,433 mm de alto y 1,960 mm de ancho, con una capacidad de cajuela de 309 litros, expandible a 1,081 con los asientos abatidos. Esto lo pone como rival del Seat Ibiza, Suzuki Swift, Honda Fit y otros tantos. Sin embargo, si quieres el modelo más nuevo y mejor desarrollado entre todos los mencionados, el Corsa es el auto a escoger.
Sobre su diseño, el anterior Corsa contaba con un diseño más cuneiforme y con dos estilos diferenciados según la cantidad de puertas que eligieras. Este nuevo Corsa solo se puede adquirir con cinco puertas y su estilo es más bien tradicional, con una parrilla más delgada que sutilmente nos recuerda a la del Corsa B.
De perfil vemos una linea ascendente en la parte inferior, la cual se quiebra y asciende hacia las calaveras, mientras que en la parte superior de las puertas hay una segunda linea que proyecta solidez al darle dimensión a las puertas. Ambas, tratan de dar el efecto de un auto más largo y grande. El techo viene de color negro en todas las versiones. La trasera tiene calaveras alargadas. Los espejos retrovisores son los mismos del 208. En resumen, es un diseño moderno. Es menos agresivo y deportivo, buscando apelar más a la sobriedad, que es finalmente el rol que juega Opel en PSA, hacer de contraste entre la audacia de sus pares franceses.
En el interior hay algunas cosas que no vamos a dejar pasar, en especial los materiales plásticos del interior, la gran mayoría duros al tacto, de aspecto económico y que se replican también en el volante, el cual es multifunción y regulable tanto en altura como en profundidad, pero que, sin una cubierta de cuero, parece sacado de un vehículo comercial. Nada que decir del armado, todo en su lugar y firme como debe ser en un auto europeo. El cuadro de instrumentos, aunque muy legible y completo, luce muy anticuado.
De Opel hay varias cosas reconocibles.No es como que la marca alemana haya tomado piezas de Citroën o Peugeot para fabricar su auto y eso se nota, por ejemplo. Lo botones y las salidas de aire, incluso la planca de cambios tienen una identidad propia. Eso es bueno porque significa que PSA está dejando trabajar a Opel por su cuenta. La ergonomía es buena.
Lo que sí es muy positivo en el Corsa, (repetimos, estamos manejando una unidad para Chile) es su nivel de equipamiento, incluyendo ABS con EBD, seis bolsas de aire, cámara de reversa en 180 grados, sensor de reversa control de tracción y estabilidad, además de monitor de presión de los neumáticos, alerta de cambio de carril y otros como cristales automáticos en las cuatro puertas, aire acondicionado, espejos eléctricos y calefaccionados, además de un sistema multimedia con panel táctil de 7" y soporte para Bluetooth, Android Auto, Apple CarPlay, etc.
Los asientos son bastante cómodos, si bien no son ni tan grandes ni tan mullidos como los de Peugeot. Las plazas traseras también son cómodas, aunque yo diría que son más para cuatro que para cinco, salvo que sean niños, si bien el asiento del medio no es incómodo. Los respaldos delanteros son cóncavos, lo que permite generar amplio espacio para las rodillas. De altura también hay espacio, pero ojo, que sobre las cabezas queda un travesaño estructural, a lo que se suma la caída del parabrisas trasero (queda muy pequeño), lo que nos da una sensación de que vamos sentados casi en la cajuela. En resumen, tenemos un auto muy completo, práctico y cómodo para cuatro personas.
Lo mejor que tiene el Corsa, sin lugar a dudas es su chasis, su reacción dinámica y su motorización. Es sabido ya, que no es como que Opel tome un 208 y le ponga sus insignias. Los alemanes hacen su propia calibración del modelo y eso se nota, porque el Corsa no se parece mucho a un Citroën ni a un Peugeot. Es un auto muy reactivo, pero no nervioso y que a pesar de que lleva una dirección eléctrica, a momentos si te deja leer lo que sucede en el eje delantero. Incluso el tacto de la suspensión tiene un saborcillo algo alemán, a mi parecer, un poco más firme que en los franceses.
El motor es un 1.2 Puretech de tres cilindros con turbo. Eroga 100 Hp y 151 lb-pie de torque y en nuestro caso particular, va con una caja manual de seis velocidades, aunque también hay una opción con caja automática de ocho velocidades. Estos motores homologan entre 18.7 km/l y 26.3 km/l según la caja que se use y si se conduce en ciudad o carretera.
La entrega de esta planta es elástica y poco rumorosa, para lo que podría esperarse de un tricilíndrico. No se esfuerza mucho (no va nunca sobrerevolucionado) y gracias a la caja, logra siempre tener alguna reserva de torque en casi todas las marchas. El turbo ataca de manera imperceptible y acompaña muy bien su conducción. Este motor es una clara ventaja frente a sus rivales de otras marcas, donde algunos han apostado por motores aspirados y antiguos o muy pequeños.
Entonces, nos encontramos con un buen ejemplo de como se vislumbra el futuro de Opel en manos del Grupo PSA, al margen del Crossland, Grandland y Combo que también nacieron con tecnología PSA. Pero lo mejor es que el Corsa, se sigue sintiendo como Opel, algo crucial para los que son más adeptos a la marca alemana.
Los únicos que quizás podrían verse un tanto decepcionados, son los amantes de los Corsa deportivos,Opel ha enterrado la marca OPC y es poco probable que veamos en un futuro cercano, modelos de estas características. Pero para el usuario común, es un formidable auto de ciudad y carretera, muy bien equipado y suficiente.
Probablemente, en este momento, sea uno de los mejores hatchback del segmento, sin lugar a dudas. Y es aquí donde prendemos una velita para que PSA y FCA (ahora juntos) se animen a traer a esta marca a México. En los sesenta, el Opel Olímpico se hizo de un grupo de seguidores, luego en los noventa el Chevy hizo lo propio, y al final, con la llegada del nuevo siglo los Astra, Corsa, Vectra,Tigra, Meriva, Zafira y Captiva también tuvieron su momento. Los últimos Opel que se vendieron en nuestro país fueron bajo la firma de Buick, en este caso el Regal (Insignia) y Encore (Mokka).