Según informes de Detroit Free Press, los tres residentes de Detroit reabrieron sus plantas después de casi dos meses de haber cerrado debido a la pandemia, también comentaron que los fabricantes instauraron nuevos protocolos de seguridad para salvaguardar la salud de sus trabajadores, que incuyen un escaneo térmico para detectar los grados de temperatura de los colaboradores, así como el uso obligatorio de cubrebocas y protectores faciales.
Asimismo se declaró que las plantas solo trabajarán un turno con no más de 12,000 empleados, es decir que no producirán a su máximo de capacidad, debito a las medidas impuestas por las autoridades sanitarias de los países norteamericanos.
General Motors reabrió alrededor de 19 de sus instalaciones, incluidas varias plantas de motores y transmisiones. Las ubicaciones programadas para abrir a finales de este mes incluyen la planta Bowling Green de GM en Kentucky, así como la planta Lansing Grand River.
Por su parte FCA, reactivó ocho fábricas en los Estados Unidos, además de la Planta de ensamblaje Brampton y la de Windsor, localizadas en Ontario, Canadá, para sumar siete en total
Ford reanudó las operaciones en 24 plantas, menos las de Canadá, mismas que se estima sean abiertas a finales de mayo.
El director de operaciones de FCA Norteamérica, Mark Stewart se proninció al respecto: "Trabajando en conjunto con la UAW, nuestros empleados han trabajado incansablemente durante las últimas semanas para implementar un programa integral de varias capas de medidas de seguridad mejoradas, diseñado para proteger a nuestros empleados".