Mientras que los planes oficiales de General Motors de reiniciar la producción de sus autos comienzan el próximo 18 de mayo en Estados Unidos. Una planta de la compañía comenzó a laborar desde el pasado mes de abril, específicamente la ubicada en Bedford, Indiana; en donde se construye el chasis del nuevo Chevrolet Corvette C8.
Lo anterior, fue publicado por el periódico The New York Times. En el reporte se señala, que en el mencionado complejo, se están laborando tres turnos desde abril pasado. Sin embargo, las operaciones no son del todo normal, pues por turno sólo están trabajando 20 personas cuando en condiciones rutinarias serían 250. Además, los empleados están bajo estrictos controles de protección sanitaria y se ofrecieron voluntariamente a trabajar. Recordemos que la pandemia del COVID-19, le está pegando muy fuerte a Estados Unidos en todos los rubros, especialmente en lo económico.
Mientras que la planta donde se fabrica el Corvette en Bowling Green, Kentucky sigue cerrada, la de Bedford está construyendo el chasis del mismo, esto para ayudar a la compañía a que reponga la producción del C8. Pues GM, está atrasado con las órdenes de compra de este superdeportivo, ya que se detuvo su manufactura durante la huelga del año pasado en ese país y durante un tiempo con la pandemia del Coronavirus.
Hasta ahora, General Motors sólo ha facturado 2,700 Chevrolet Corvette y aún hay una enorme demanda por cubrir.
Por otro lado, no sólo la planta de Bedford inició operaciones con premura, otras dos lo hicieron. Una es la de Arlington, Texas. La razón, para terminar de fabricar la generación actual de Chevrolet Tahoe, Suburban, GMC Yukon y Cadillac Escalade. Una vez terminada la producción, el complejo rediseñará su infraestructura para retomar la manufactura con los nuevos modelos 2021.
La otra es la de Lockport, Nueva York. Ahí se construyen diversos componentes para los autos como radiadores, condensadores, núcleos de calentadores y aires acondicionados.