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Prueba de Manejo

Toyota Highlander Hybrid 2020 primer contacto, practicidad y máxima eficiencia

La variante híbrida de la SUV de tres filas de Toyota podría llegar a nuestro país

Toyota Highlander Hybrid 2020 primer contacto, practicidad y máxima eficiencia

Hace apenas unos días iniciaron las ventas de la nueva Toyota Highlander 2020 en nuestro país, en un principio y como siempre ha sucedido en México, únicamente con opción mecánica de seis cilindros.

Sin embargo, Toyota de México está empecinada en ofrecer una opción híbrida en cada modelo (o la mayor cantidad posible) de su amplísima gama. Algo que por lo menos hasta ahora, han venido cumpliendo cabalmente, luego del arribo de sus modelos específicamente híbridos Prius y Prius C, llegaron a México las versiones: Camry Hybrid, Corolla Hybrid y más recientemente RAV4 Hybrid, esta última, es más rara de encontrar en la red de distribución que un unicornio.

Entonces, la llegada de la cuarta generación de la Highlander abre la puerta para que su versión híbrida también llegue a tierras aztecas. Todavía está en estudio, aunque la marca tiene toda la intención de traerla y el objetivo sería este mismo año, claro siempre y cuando logren una ecuación de precio adecuada.

Uno de los aspectos que más llamaron mi atención es, que la nueva Highlander Hybrid es 63 hp menos potente que su predecesora, creo que en el tiempo que he trabajado en esto (17 años) rara vez me había tocado ver (o al menos de momento no recuerdo muchas) que el auto reemplazante fuera menos poderoso.

La cosa está así, la generación previa tenía un tren motor V6 que entregaba 306 hp en conjunto, mientras que la nueva Toyota Highlander Hybrid 2020 recurre a un motor 2.5 litros cuatro cilindros de ciclo Atkinson que, con la ayuda de dos motores eléctricos, genera 243 hp y 175 lb-pie de torque.

¿Pero en realidad le importa eso a aquel que busca un auto híbrido? Yo creo que no, sobre todo, si consideramos las enormes ganancias en términos de eficiencia que consiguió Toyota para esta nueva entrega. Y es que, de acuerdo al ciclo de pruebas de la EPA, la marca nipona espera que su Higlander Hybrid entregue 14.88 km/l en ciudad y 15.31 en carretera, una dramática diferencia en comparación con los 8.5 y 8.93 km/l respectivamente - ¡casi el doble! – que se pronostican para la versión V6.

Regresando a los aspectos mecánicos, se trata básicamente del mismo sistema híbrido utilizado en Camry y RAV4, pero con algunas modificaciones en virtud de que Highlander es un vehículo más grande y pesado, la más notoria por supuesto es la adición de un motor eléctrico.

Esta adición también provocó que la frenada regenerativa sea un poco más acusada en comparación con sus hermanos de masa más contenida, a que me refiero, al desacelerar se percibe que la Highlander reduce la velocidad con mayor rapidez y ello permite regenerar más energía, así como el pedal de freno tiene un tacto algo más firme.

La transmisión es CVT y de serie envía la potencia al eje frontal, aunque de manera opcional se puede optar por un sistema de tracción integral que, honestamente, creo que es altamente improbable que llegue a nuestro país.

Confieso que tenía mucho escepticismo con respecto a si la Highlander Hybrid se movería adecuadamente con un motor tan pequeño. Sobre todo, si consideramos que el V6 de 3.5 litros de Toyota sigue siendo una referencia debido a su suavidad de funcionamiento, buena capacidad de respuesta y entrega lineal de potencia.

Al final, no deja de ser un vehículo de 4.9 metros cuyo peso está marginalmente arriba de las dos toneladas (2,009 kilos para ser exactos).

Para mi sorpresa, la Toyota Highlander Hybrid 2020 se responde mejor de lo que esperaba, las reacciones son buenas, debido a la entrega inmediata de torque que entregan los motores eléctricos, la energía alcanza apenas para un instante, pero sirve para que ese primer acelerón al ponerse la luz verde en el semáforo transmita que hay potencia suficiente. Los trayectos en ciudad no son problema, cumple decorosamente.

Por su parte, al salir a carretera la Highlander Hybrid no tiene problemas para mantener ritmos de crucero, sin embargo, en las recuperaciones si se siente que falta algo de potencia, me refiero a que, por ejemplo; luego de caer a 80 km/h, volver a 120 km/h le toma algo más de tiempo y esfuerzo. Nada de grave la verdad.

En cuanto a calidad de marcha, no hay queja en absoluto, al contrario; es refinada, silenciosa y pese a que la suspensión tiene un ajuste muy orientado al confort, va muy bien plantada y transmite total seguridad. Nuevamente, una de las numerosas ventajas de la plataforma TNGA.

Puertas adentro, salvo por el reloj análogo del clúster de instrumentos que sustituye al tacómetro por un indicador que muestra la forma en que utilizamos o regeneramos energía eléctrica, prácticamente no hay más indicios que la delaten como una versión híbrida.

Quizá algo más gráfico e interactivo con el tema de la regeneración de la energía le vendría bien, como hacen los autos eléctricos, que convierten en una especie de juego la cantidad de electricidad que vas recuperando en tu traslado.

Todavía falta manejar la nueva Toyota Highlander Hybrid 2020 en nuestras calles y en las condiciones de altura de nuestro país, pero esta primera impresión deja un muy buen sabor de boca, porque salvo por una situación muy puntual, no extrañé el seis cilindros.

Esperemos que Toyota logre traerla con una ecuación de precio atractiva, porque una opción altamente eficiente en el segmento de las camionetas medianas de tres filas de asientos le vendría muy bien a nuestro mercado, sin dejar de lado que no tendría competencia.

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