Cuando un auto lleva el apellido Imola, no puede ser malo, pero también corre con la responsabilidad de honrar una de las paradas más relevantes del Motor Valley italiano, aquella región donde se dice, nace la crema y nata de la velocidad.
En las emotivas y sentidas palabras de Horacio Pagani, "Imola es un lugar sagrado para los entusiastas del mundo motor. Es un circuito rápido, difícil y muy técnico, que siempre ha logrado separar la paja del trigo, sean autos o pilotos. Es un circuito que hace que los pilotos rápidos sean más rápidos, un lugar que nos ha brindado los duelos más fieros entre rivales y caballeros, donde las victorias más dulces y las tragedias más amargas se han atestiguado. Un circuito en el Motor Valley de Emilia Romagna. Un lugar que le ha dado mucho a la industria automotriz, que le ha dado mucho a Pagani".
Y es imposible no emocionarse un poquito con palabras así.
El proyecto PS-01 pasó a llevar el nombre Imola por lo fundamental que fue el trazado en formar el carácter de este auto. La marca declara haber llegado al extremo en muchos aspectos. Solo como ejemplo, Imola les permitió probar en distintas condiciones climáticas y con distintas calidades de asfalto. El auto también pudo probar compuestos semislick que ofrecen mucho mayor agarre, pero que también someten a mucho stress a otras piezas.
El auto recorrió cerca de 16 mil kilómetros a velocidad de carrera, equivalente a hacer tres veces las 24 Horas de Le Mans. Más tortura, imposible, pero es así como se impulsa la ingeniería.
Cocina de primer nivel
El Imola es técnicamente un laboratorio sobre ruedas, donde fungen muchas innovaciones. Algunas ya se conocían de modelos como el Roadster BC; otras las veremos en futuros modelos de la marca, tal como han sido otros modelos de la marca. Por ejemplo, el Zonda R, cuyas soluciones aerodinámicas, dinámicas y elementos de seguridad, así como el chasis de carbono/titanio, fueron provechosas para desarrollar el Huayra.
"La tecnología aerodinámica detrás del Pagani Imola es evidente en tres de sus atributos principales: la silueta principal, la aerodinámica interna y los detalles aerodinámicos exteriores, como las aletas, alerones y deflectores", cuenta Pagani. "No vamos a decir que es un auto elegante. Queríamos un auto eficiente, y tal como esperarías de un F1, esto nos llevó a diseñar un auto con características aerodinámicas adicionales. Así que, aunque por un lado estos detalles pueden distraerte de las líneas y estética principal del auto, por el otro lado esto nos ayuda a mejorar los tiempos de vuelta y que el auto sea más fácil y seguro de conducir. Y hablando de seguridad, podríamos haber reducido el despeje, para mejorar la carga aerodinámica, sacando partido del suelo plano del auto. Pero no olvidemos que los caminos públicos no son muy parejos y esto puede llevarnos a perder rápidamente varios kilos de carga en apenas instantes. Bien conscientes de esos peligros, trabajamos muy cuidadosamente en los detalles y los bajos del auto."
Aparte, el Imola lleva los sistemas de aerodinámica activa del Huayra, pero apoyado en una geometría de suspensión diseñada para transmitir efectivamente 811 Lb-pie de torque al suelo, reducir el cabeceo y desbalanceo en frenada, al punto que puedes tomar una curva con completa seguridad, demorando la frenada hasta el filo.
Esta suspensión también cuenta con elementos electrónicos, que permiten variar la altura del auto o regular la amortiguación, según la gestión del motor, caja, diferencial y condiciones de pista. Brembo y Pirelli también participaron del desarrollo de este auto, ofreciendo adelantos en la gestión térmica de los frenos y en la confección de neumáticos de alto performance con fabricación robotizada.
Y como en Pagani la obsesión no es tema, mejoraron la fórmula de los compuestos que le dan forma a la estructura principal del auto, para mayor rigidez torsional. Y todo lo que no es de compuesto, es de aluminio, titanio o cromo/molibdeno, fresado o forjado (más de 770 piezas en total). Y hasta, se dieron el lujo de desarrollar un nuevo tipo de pintura, llamado Acquarello Light, la que permite ahorrar hasta cinco kilos, manteniendo un brillo uniforme, un tono rico y a la vez, otorgando alta protección y durabilidad.
El Pagani Imola estará presente en el Salón de Ginebra, donde hará su debut mundial. Como siempre, será impulsado por un motor Mercedes-AMG V12 de 6 litros con 812 Hp de potencia, asociado a una caja secuencial Xtrac de 7 velocidades. Apenas pesa 1,246 kilos.