Antecedentes
El nombre Jimny es quizá desconocido en México, ya que nunca lo hemos tenido dentro de la gama de Suzuki, pero se trata de uno de los vehículos más emblemáticos de la marca japonesa. El mismo Jimny se ha encargado de construir con su historia parte de la reputación del constructor que este año ha cumplido 110 años.
El Jimny nace en 1970, como un vehículo enfocado al uso fuera del camino, con dimensiones contenidas, pensado para el transporte de cuatro personas. En 1981 nace la segunda generación y con ello se fue consolidando su reputación, misma que se acrecentó en 1988 cuando hizo su arribo la tercera generación, que estuvo disponible hasta el 2011.
Para recibir a la cuarta generación –la que hoy os ocupa- hubo que esperar hasta el 2018 cuando Suzuki presenta al mundo con bombo y platillo su nuevo Jimny, ante la expectativa e insistencia de un público que demandaba el regreso de éste ícono japonés del 4X4 que vimos por primera vez en el Salón de París en ese año, y como se pueden imaginar el color de lanzamiento fue el verde chillante que tenemos en nuestro auto de prueba en Chile.
Diseño = Tosco, cuadrado, simple pero encantador
Aunque la onda RETRO ya es una cosa del pasado el Jimny hace honor a sus antepasados y aunque los creadores no cayeron en la ya gastada tentación de hacer un “retro” la cuarta generación de éste modelo toma muchos elementos del vehículo de los años setenta. El Jimny a lo largo de su historia siempre fue de dimensiones contenidas, de formas rectas y tamaño contenido la última entrega de este modelo se mantiene fiel a sus orígenes, empezando por sus dimensiones.
La longitud es de 3,645 mm – que lo encasilla en el segmento A de vehículos subcompactos que miden menos de 3,700 mm de largo. Tenemos 1,720 mm y 1,645 mm para la anchura la altura respectivamente, la distancia entre ejes es de 2,250 mm y por último el peso es de 1095 kilos. Una de las pocas desventajas del Jimny es el reducido espacio de cajuela con el asiento trasero funcional, tan solo hay espacio para un volumen de 113 litros, si se la banca trasera aumentamos casi ocho veces el espacio, obteniendo un área útil de carga de 816 litros y 415 kg de capacidad de carga – incluyendo pasajeros-.
Apartado mecánico
Aquí es donde se aprecia y se demuestra el respeto y reputación del Jimny dentro del mundo fuera del camino.
El motor es un pequeño cuatro cilindros de 1.5 litros montado longitudinalmente en la parte delantera del vehículo, el propulsor entrega 100 hp y 106 Lb-pie de fuerza en el rango de las 6,000 y 4,000 rpm respectivamente.
Lo verdaderamente destacable es el sistema de tracción que nos ofrece, que combina tecnologías tradicionales y modernas para entregar la fuerza en cada uno de los ejes, en el momento que se necesita.
La estructura y el esquema de suspensión está totalmente pensado para ir fuera de la carretera, ya que el chasis es de escalera con ocho travesaños, más un refuerzo estructural en X que conecta las cuatro esquinas, en la parte delantera encontramos un eje rígido –si en pleno primer cuatro del SXXI aun hay ejes rígidos delanteros- y el Jimny tiene uno, que funciona con resortes helicoidales y barra estabilizadora, en la parte trasera también hay una barra rígida y frenos de tambor
AllGrip ¿Cómo funciona?
El sistema de tracción AllGrip se acciona con una palanca al piso, de accionamiento completamente manual –a la vieja escuela de los Jeeps CJ-. Con la palanca se bloquea mecánicamente el diferencial central (50:50), mientras que el ESP y el ABS bloquean de manera electrónica el eje trasero con los frenos, emulando el trabajo de un diferencial. La reductora, como siempre, va a la mitad del auto, para que el cardan trasero sea más corto y así la suspensión posterior pueda trabajar mejor.
Interiores
Una vez dentro del Jimny nos damos cuenta que el enfoque de este vehículo es enteramente destinado al uso rudo, al trabajo y aunque nos ofrece amenidades como vidrios eléctricos, aire acondicionado o un sistema de infoentretenimiento –evidentemente aftermarket- todo el interior está hecho de materiales duros y resistentes para que puedan ser maltratados, ensuciados y lavados frecuentemente.
Pese a lo reducido de las dimensiones en general las plazas delanteras son cómodas, la segunda fila es otra historia ya que el espacio para las piernas es sumamente reducido y la postura es bastante incómoda para una persona de tamaño normal.
Manejo
Como siempre lo digo con los vehículos de motores pequeños, al leer las especificaciones nos podría parecer poco, ya que hoy cualquier vehículo sobrepasa los 100 hp. Lo que hay que entender del Jimny es que es un GRAN vehículo Todo Terreno facultado para le día a día, si bien el tacto de manejo es más bien duro y no hay mucho confort por la naturaleza del esquema de suspensión.
En tránsito citadino se mueve con soltura gracias a sus reducidas dimensiones, el tacto del pedal de embrague y el accionamiento de la palanca de cambios es suave y no es cansado.
Gracias a la posición de manejo alta, el cuerpo está acomodado en el sillón de manera confortable con las extremidades flexionadas –como si se estuviera sentado en una silla- y la posición de los pedales no hace cansadas las jornadas.
La caja con tiros cortos no hace ganar aceleración constante, y en zonas sinuosas hay “rolling” de la carrocería, un efecto más que esperado dada la altura de la misma.
En cuanto llegamos a zonas fuera del camino es donde el Jimny empieza a brillar, y eso que nuestro vehículo de prueba venía equipado con llantas de calle, con un dibujo discreto.
En malos caminos es realmente donde el Jimny brilla, y brilla fuerte, ya que si sumamos todo el conjunto mecánico y las dimensiones nos damos cuenta que para esto está diseñado: Voladizos cortos, gran altura (21 mm) distancia entre ejes corta y suspensiones rígidas en ambos ejes nos permiten acometer caminos simplemente impensables para casi todas las “llamadas SUV” comunes – incluyendo a Vitara de la misma marca- mismas que son incapaces de vadear terrenos irregulares.
El Jimny es capaz de atacar ángulos de entrada, de salida y ventral de: 37º, 49º y 28º respectivamente.
El trabajo del sistema de suspensión y el sistema AllGrip de tracción lo hacen un verdadero guerrero en la brecha ¡Claro con las llantas adecuadas!
Conclusión
Jimny es un vehículo que en el momento que lo entiendes lo quieres en tu cochera, tiene un diseño tan simple, que lo hace espectacular, tiene toda la onda del mundo y es tan llamativo como un Ferrari, en ciudad se mueve bien y fuera del camino tiene enormes facultades y como buen 4X4 hay una tonelada de accesorios para aumentar su buen desempeño en la terracería y malos caminos.
Por lo que hemos platicado con los altos directivos de Suzuki en México no tienen contemplado por ahora traerlo a nuestro mercado, y por más rumores que escuchen NO estará disponible en nuestro país en el corto plazo así es que no se hagan ilusiones.
Nota. Agradecemos las facilidades para hacer esta prueba a Marcelo Palomino Editor de Autocosmos Chile, que nos consiguió el Jimny. También queremos agradecer a DERCO, el importador de Suzuki en ese país por facilitarnos el vehículo
Suzuki Jimny - El 4X4 que todos quisieran tener